miércoles, 18 de julio de 2012

Excursión 102: Pesquerías Reales

FICHA TÉCNICA
Inicio: Embalse del Pontón Alto. Granja de San Ildefonso
Final: Puente de la Cantina. Granja de San Ildefonso
Tiempo: 5 horas
Distancia:  12,7 Km
Desnivel [+]: 266 m
Desnivel [--]: 39 m
Tipo: Sólo ida
Dificultad: Baja
Pozas y agua:
Ciclable: Sí
Valoración: 4
Participantes: 4

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta



















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta












TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
* Mapa 3D (archivo kmz)

RUTA EN WIKILOC
RESUMEN
Las Pesquerías Reales fueron habilitadas por Carlos III por su afición a la pesca. El monarca conocía bien la proverbial abundancia piscícola del río segoviano cercano a su residencia de verano, de manera que cuando apretaba el calor en la capital del reino marchaba a los Montes de Valsaín gastando mucho de su tiempo estival en su afición piscívora.

El barón de Bourgoing, temprano viajero europeo que visitó nuestro reino a finales del XVIII fue uno de los que dejó noticia del hecho, dando fe de las obras que realizó el monarca ilustrado a favor de su afición: “A un cuarto de legua del real sitio tiene su cauce un modesto río, el Eresma, que proporcionaba a Carlos III uno de sus placeres favoritos, la pesca. El monarca hizo allanar en forma de aceras las tortuosas y quebradas orillas, con escalones de piedra y de césped cuando el terreno lo exigía”.

Las obras se llevaron a cabo entre los años 1767 y 1769 y consistieron en alicatar ocho largos kilómetros de orilla del Eresma, los que transitan entre el embalse del Pontón Alto, antes puente de Segovia, y el nacimiento de este río, en la confluencia de los arroyos de Minguete y del Telégrafo.

Además del cómodo camino, se dotó al cauce de pequeños pontones, represas y saltos de agua, encaminados a oxigenar las aguas y darle a las especies fluviales las mejores condiciones posibles.

El recorrido comienza en el puente de la Cantina y, en el otro lado la Fuente de la Canaleja, bajamos por un senderillo a mano izquierda . Llegamos a la unión de los arroyos del Puerto del Paular y del Telégrafo: es el nacimiento del Eresma, el salvaje Eresma que ilustró, para su placer, Carlos III. 

Bajando el río,  rebasamos el puente de los Vadillos, de tablas, sobre pilas de piedra. Luego nos adentramos en el pinar, donde vemos más puentes, restos cada vez más dispersos del viejo camino y, en la orilla de enfrente, las multitudinarias áreas recreativas de la Boca del Asno y de los Asientos. Al poco, rebasamos el puente de los Vadillos, de tablas, sobre pilas de piedra.

Pasado el pinar, llegamos a una de las curiosidades del trayecto: un original acueducto llamado el puente de los Canales, de estilizada figura con un único arco y veintisiete pilares , también construido en tiempos de Carlos I, para regar los jardines de su palacio de Valsaín y hoy en día todavía en funcionamiento tras ser restaurado.

Continuamos por una chopera y a continuación por un tramo sin vegetación, encontrando al poco las ruinas de una histórica edificación, el primer Palacio de Carlos I en la zona y todos los terrenos que lo circundan a modo de jardín. El palacio, en tiempos de Carlos II, fue pasto de las llamas, tras lo cual nunca se llegó a reconstruir. Felipe V decidió construir los Reales Sitios de La Granja, con más fasto que las anteriores estancias. En Valsaín, tenemos que cruzar, tal y como hace el río, la carretera para continuar nuestro camino.

Pasamos por una angostura salpicada de peñascos, cascadas, pozas, helechos y madreselvas, donde nos vamos encontrando el puente del pueblo de Valsaín, la presa que abastece al salto hidroeléctrico, el puente del Anzolero, y el viejo salto hidroeléctrico del Olvido. 


Al poco de andar junto al río, descubrimos los primeros vestigios del camino regio: una docena de grandes bloques de granito colocados en fila sobre el lecho del Eresma, a modo de pasadera, que da nombre al cercano y, sin duda, más moderno, puente de la Pasadera. Más arriba, la obra carolina se nos hará aun más patente: losas, peldaños, refuerzos y muros de contención.

Caminamos a continuación por un paseo con bancos y fuentes que bordea parte de este hermoso represamiento del río Eresma, donde encontramos bastante frondosidad con gran variedad de flora compuesta de chopos blancos, pinos de Valsaín, fresnos y robles melojos, paralelos al río Eresma, llevándolo siempre cerca y a mano izquierda. Así hasta llegar al Embalse del Pontón Alto,  por la calzada habilitada, y franquear una puerta metálica, fin de la ruta.

Por todo ello, la Agencia Madi Senderismo otorga a esta excursión 4 Sicarias en su escala de 5.
Paco Nieto 

FOTO REPORTAJES 

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