miércoles, 22 de mayo de 2013

Excursión 135: Puerto de Somosierra - Buitrago del Lozoya

FICHA TÉCNICA
Inicio: Puerto de Somosierra
Final: Buitrago del Lozoya
Tiempo: 6 a 7 horas
Distancia: 27,5 km
Desnivel [+]: 595 m
Desnivel [--]: 1021 m
Tipo: Sólo ida
Dificultad: Alta
Pozas/Agua: Sí/Sí
Ciclable: No
Valoración: 5
Participantes: 21

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta




















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

Mapa 3D (archivo kmz) 

RUTA EN WIKILOC
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RESUMEN

Excursión que nos llevó desde el Puerto de Somosierra a Buitrago del Lozoya, ascendiendo por el Camino de las Minas al Alto de la Era y la fuente de la Majada Teresa, desde la que bajamos a la antigua mina de plata y de allí a Horcajuelo de la Sierra.

Continuamos descendiendo por el Cordel del Samoral hasta alcanzar la carretera M-137, que seguimos durante un tramo, pasando por el puente que salva el arroyo Madarquillos o de la Puebla.

Continuando por la Colada de la Zarcilla, dejamos a nuestra izquierda a Gandullas, continuando hasta Venta de Mea, tras cruzar el arroyo de las Cárcavas, desde donde, siguiendo el antiguo trazado de la N-I, llegamos enseguida a Buitrago del Lozoya.
Paco Nieto

Última etapa de la ruta “Tres Cantos – Somosierra” que empezamos en la excursión 123 y que será recordada como la excursión de la canica.

Antonio nos la presentó como “En coche la bajada es evidente desde el puerto, una canica llegaría a Buitrago sin ningún empujón, pero nosotros seguro que nos encontramos algún que otro repechón...” y efectivamente, la marcha fue un yoyo.


Salimos del pueblo de Somosierra, paso natural entre las dos Castillas que, con sus 1.434m de altitud, es el núcleo más alto de la Comunidad de Madrid. Es también la puerta de entrada de todos los vientos, nieblas y demás inclemencias que vienen del norte camino de Madrid. En el 2005, se congeló hasta el agua bendita de la pila de la iglesia. No por nada, tienen un gran frontón cubierto.


Dejamos los coches delante de La Ermita de Nuestra Señora de la Soledad que posee la imagen de una virgen polaca. Dentro, pudimos ver unas placas en memoria de los españoles y polacos que dieron su vida en la Batalla de Somosierra.


He encontrado en internet la historia de la batalla contada por un bloguero viajero llamado Andrés Campos que merece ser leída:


“El 30 de noviembre de 1808, día de niebla y de san Andrés, Napoleón estaba que se subía por las paredes de Somosierra. El emperador tenía prisa por llegar a Madrid para reponer en el trono a su hermano José, a quien los revoltosos de mayo habían propinado un puntapié en el 'derrière'. Pero el general San Juan, apostado en el puerto con tres baterías de artillería, se empeñaba en llenarle de agujeros las ordenadas filas de su Grande Armée. Así que, en vista de que la infantería empezaba a mostrar el ojoso aspecto de un queso de Gruyère, el corso ordenó a Montbrun que ganara el paso al frente de un escuadrón del regimiento polaco de caballería. Y Montbrun lo ganó como Pirro, perdiendo a la mitad de sus hombres. 

Ecos de aquella carga suicida perduran en Somosierra. En la ermita de Nuestra Señora de la Soledad, una placa de bronce junto a la puerta memora el intrépido asalto: en la lengua de los valientes y en castellano. Dentro, una oscura imagen de la Virgen de Czestochowa, la más dilecta de Juan Pablo II, vela el postrer sueño de aquellos centauros polacos que vinieron a morir entre las gélidas montañas de una tierra famosamente soleada. Y en la penumbra del santuario, a poca fe que se tenga, oyese un rumor como de tormenta lejana, como de agua despeñándose desde la más alta de las cumbres, como de caballos galopando por las brumas de la eternidad”.


Ese “rumor como de tormenta lejana” que narra, de forma algo exagerada este colega senderista, no es otro que la mayor cascada de Madrid: El arroyo de la Peña del Chorro.


Lo cuenta así:: 

Las cascadas del Purgatorio, la Chorrera de San Mamés o los saltos del alto Manzanares permanecen alejados de los caminos y de las posibilidades físicas del común de los madrileños, mientras que el Chorro de Somosierra cae a un kilómetro del pueblo, y encima dobla a aquellos en grandor. 

El arroyo de la Peña del Chorro, que nace en la vertiente occidental del pico de las Tres Provincias –así llamado porque en sus 2.129 metros de alteza limitan Madrid, Segovia y Guadalajara–, está predestinado desde la fuente a alcanzar muy altos vuelos, pues allí lo veis, a dos pasos de sus manaderos, lanzándose al vacío en varios saltos rugientes y vaporosos, el mayor de los cuales frisa los 50 metros”. 
BUENA RAZÓN PARA OTRA FUTURA EXCURSIÓN POR SOMOSIERRA…


Pero volviendo a lo nuestro, esta marcha ha sido la más larga jamás recorrida por el GMSMA – Nuevo 
récord: casi 28 km – solo superada por aquella jornada Cercedilla –Segovia de más de casi 29 km realizada (A finales de junio!!!) por un grupito muy reducido.


La marcha ha sido dura por su longitud y porque ha habido una parte por asfalto, abrasador para los pies y también por culpa de otro tramo, corto pero “desagradable”, por un camino cenagoso y nauseabundo. Pero el resto del recorrido ha sido un placer para todos los sentidos. Tapices de flores y olores a primavera. Agua por doquier y vistas impresionantes.


Hemos estado en la boca de entrada a las antiguas minas de plata de San Francisco de Horcajuelo. Dentro del túnel, bien conservado pero no recomendable adentrarse mucho en él, nos hemos hecho una buena idea de lo que pudo ser toda la infraestructura de las galerías.


La parada para los bocatas tuvo lugar en el Bar Centro “Social” de Horcajuelo de la Sierra, uno de los pueblos más bonito de la Comunidad de Madrid. José Luis Hergueta, orgulloso de la hazaña de su Atlético, invitó a las bebidas. Y también porque se iba a Brasil… ¿volverá???


Después de 7 horas andando, por fin llegamos a Buitrago donde nos esperaban las consabidas cervezas y refrescos y la animada charla con los comentarios de la marcha.


De repente, vimos a José María yendo y viniendo por todas las calles del pueblo. Algunos pensaron que buscaba tabaco, pan etc.… y la peña terminó diciendo que seguro eran drogas o algún petit c…  Pero no, el bueno de J.M. buscaba la famosa canica que echó Antonio a rodar en Somosierra. Finalmente la encontró y se la entregó a Antonio para regocijo del Boss.


Y como colofón a esta maravillosa jornada, que solo unos pocos afortunados tuvimos la suerte de vivir, nos esperaba una experiencia IMPRESIONANTE, INOLVIDABLE, ÚNICA: volver a Somosierra a por el resto de los coches en el coche de Paco, el Porsche Cayenne Turbo, 500CV y una aceleración de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos.


La agencia de rating Madi Senderismo, ha decido premiar a esta bonita excursión con su nota máxima de 5 Sicarias.

Antolín
FOTOS

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