miércoles, 2 de abril de 2014

Excursión 181: La Jarosa - Pino bicentenario

FICHA TÉCNICA
Inicio: La Jarosa
Final: 
La Jarosa
Tiempo: 4 a 5 horas
Distancia: 12,9 Km 
Desnivel [+]: 566 m 
Desnivel [--]: 572 m

Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas y agua:

Ciclable: Sí
Valoración: 3
Participantes: 30


MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta







PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta













TRACK 

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RESUMEN

Se ve que a cierta edad, tira más el buen yantar que otras cosas. Si no, no se explica que 30 senderomagos hayamos acudido a esta marcha bajo una lluvia pertinaz que ya anunciaba Antonio en su convocatoria.

Esta vez, el trato con los cielos debió ser a la contra de lo habitual, ya que ha sido el único día de la semana en diluviar sin compasión.

Ya costaba salir de los coches para empezar el camino, pero, aparentemente bien pertrechados, allá que fuimos todo animosos. Al poco empezó la subida con un ritmo exigente, que a alguno le llevó al borde de la extenuación, pero hay que comprender que había que apretar desde el principio para llegar cuanto antes al cocido posteño.


Siempre por el pinar, encadenábamos pistas al ascender, mientras cruzábamos arroyos, sorteábamos charcos y chapoteábamos a través de alguna pradera inmersa en la neblina.

Por fin, tomando un senda, llegamos al pino bicentenario de La Pinosilla, presunto objetivo de nuestra marcha, un pino albar de gran altura, buen tronco y gruesas ramas, que, acompañado de algunos más de porte similar, formaba un corro chorreante de agua bajo el que tomamos el tentempié a toda prisa.

Había que huir cuanto antes de allí, así que se volvió a la pista y enseguida se tomó el camino más directo hacia abajo. Como no podíamos tirarnos de cabeza, lo hicimos por la ladera más pendiente a través de una trocha salpicada de piedras y barro, ideal para probar nuestro equilibrio con el día que hacía.


Ya de nuevo por pistas, seguimos andando deprisa hasta llegar a la represa del embalse de La Jarosa y tomar la carretera que nos devolvería al abrigo de los coches y después al cocidito o, en el caso de Rosa B., a la ducha calentita en el calor del hogar.

Ni los más veteranos recordaban una marcha tan lluviosa, de principio a fin y jarreando con ganas. La única nota de color la pusieron los impermeables amarillos que cubrían algunas de las mochilas y los paraguas rojos de Carmelo y Rosa P., que, conjuntados con su indumentaria, los van a hacer merecedores de algún premio a la elegancia cuando hagamos alguna pasarela mágica.

Hay que decir que ni siquiera hicimos la acostumbrada foto de grupo. Para compensar a José Mª, propongo incluir un nuevo parámetro a medir para las estadísticas: A ver si alguno puede hacerse con un GPS con pluviómetro.

Ya en Las Postas, aunque disponíamos de una larga mesa para el condumio, casi todos nos apelotonábamos al fondo, dando la espalda a los que iban entrando, y es que había una chimenea encendida y era un verdadero placer secarse al calorcito de la lumbre.

El cocido, estupendo, como es habitual, y la compañía, marchosa y encantadora, como siempre. Carlos celebró su ingreso en el selecto club de “Los Centenarios”, foto incluida, obsequiándonos con unos bomboncitos a los postres.

José Mª se lució recitando a José Larralde, Joaquín nos interpretó con pasión sus canciones favoritas y José Luis F. entonó con mucho acierto una habanera (Rosa: siento que prefirieras la ducha en el calor del hogar). Mientras tanto, los atléticos no paraban de presumir de su reciente empate en el Camp Nou y de su liderato en la liga; destacaban como forofos Fernando S., con camiseta y bufanda del equipoincluida, e Isabel, que no cabía en sí de gozo.

Menos mal que la estancia en Las Postas mereció de verdad la pena. De no ser así, algunos senderomagos ya intuían que Madi iba a dar sicarias negativas. Gracias a la conclusión de la etapa, finalmente Madi ha otorgado 3 sicarias.
Melchor

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