martes, 2 de febrero de 2016

Excursión 279: Nacimiento del Borosa y Laguna de Valdeazores

FICHA TÉCNICA
Inicio: Piscifactoría
Final: Piscifactoría
Tiempo: 8 a 9 horas
Distancia:  26,7 Km
Desnivel [+]: 640 m
Desnivel [--]: 640 m
Tipo: Ida y vuelta
Dificultad: Alta
Pozas y agua: Sí
Ciclable: En parte
Valoración: 5+
Participantes: 9

MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta

























PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RUTA EN WIKILOC

RESUMEN

Iniciamos la excursión al nacimiento del Río Borosa ocho senderomagos y un invitado, Rafa P. que hacia su sexta ruta con nosotros, y por tanto, al final de la misma se convertiría en senderomago también. Fue un paseo laaaaaaargo en coche desde Cazorla a Arroyo Frío, debido a un autobús que teníamos delante y además iba al mismo sitio que nosotros.

Empezó la ruta al lado de la piscifactoría del Borosa, por un camino de tierra muy cómodo que transcurría paralelo al río, al mismo tiempo que íbamos adelantando (ahora andando, sí podíamos adelantarles) a los paseantes que venían en el autobús. La temperatura era agradable, quizá algo fresca, pero hacia el andar muy placentero.

Cruzamos varios puentes yendo de una orilla a otro del río, llegando a una bifurcación, una subida hacia la izquierda y la otra nos llevaba por la Cerrada de Elías.

Juan eligió la segunda, que nos llevo primero por una senda paralela al río y luego por una pasarela de madera que sobre el río, permitiéndonos ver en alguna ocasión una que otra trucha, aunque Melchor no las lograba encontrar y no acababa de creérselo, en definitiva un paseo por la pasarela precioso.

Al término de la pasarela volvimos al camino anterior y llegamos hasta la central hidroeléctrica del Salto de los Órganos, donde terminaba una tubería que venía desde lo alto y gracias a la cual nos ayudó a apreciar lo que teníamos que ascender aún. Aquí aprovechamos para tomar el aperitivo.

Durante el camino Miguel Ángel y Nines iban recordando y comentando el camino que ellos ya la habían hecho pero en bicicleta, sólo pensarlo se nos ponían los pelos de punta.

Reiniciamos el camino y ya se notaba el ascenso y como la garganta se iba cerrando, carteles en español ingles y alemán anunciando el peligro de desprendimiento de piedras, ya en esta parte del camino deberíamos ver y oír las cascadas del Salto de los Órganos, pero estaban completamente secas, una pena, el paisaje ya era muy bonito y si las cascadas hubieran tenido agua seria aún más precioso.

Nos consolamos contemplando la bella poza producida por la caída del agua y su entorno, que sería aún más hermoso con agua, pero hoy estaba sin una sola gota, al desviarla en la presa hacia la central hidroeléctrica.

Seguimos subiendo otra cascada más, pero tampoco tenía agua. Continuamos el lento ascenso y a lado del camino encontramos una serie de cuevas y grutas.

Por fin llegamos a al túnel por donde corría un canal con agua que iba hacia la hidroeléctrica donde habíamos tomado el aperitivo. Momento de ponerse el frontal.

Algunos no lo llevábamos, así es que fuimos muy próximos unos con otros para así aprovechar la luz del de delante. El túnel era estrecho, muy estrecho por algunos tramos, y la pregunta general era ¿cómo habían podido Miguel Ángel y Nines pasar por aquí con la bicicleta!?

Fin del túnel, primero foto de grupo, seguimos la senda siempre con el canal al lado y mirando hacia abajo podíamos intuir por donde debía de caer alguna de las cascadas ahora sin agua.

Al poco llegamos al embalse de los Órganos, donde le robaban el agua a las cascadas. Dejamos el embalse a nuestra derecha y seguimos un poco más adelante hasta llegar al nacimiento del Río Boros,  ahí nos volvimos a hacer foto de grupo, a de verdad, con el nacimiento del Borosa a nuestros pies.

Junto al nacimiento, llamado de Aguas Negras, comimos el bocadillo, reposamos un poco y seguimos camino hacia la Laguna de Valdeazores, cruzando la presa de los Órganos.

Seguimos por una pista forestal con una ligera subida. Durante el trayecto Paco se consagró como el mejor caza procesionarias, que cruzaban a montones la pista, matándolas a base de zapatazos.

Llegamos a la laguna de Valdeazores, con un resplandeciente sol, que hacía sentir una cálida temperatura, y como íbamos bien de tiempo pudimos tomar y disfrutar de la luz decadente de la tarde reflejándose en sus aguas, dándole un halo mágico que embelesaba nuestras miradas.

Tocaba volver por el mismo camino y no distraernos para que no nos pillase la noche, esta vez disfrutamos del camino a la inversa, bajo otro punto de vista y distinta luz, de la misma senda, presa, canal, túnel (como pasaron por aquí con la bici?), bajada, cuevas, grutas, cascadas sin agua, peligro de desprendimiento, hidroeléctrica, pasarela, ésta sin prisas, había que disfrutarla con la luz que aún tenia, senda puente y senda y el día se iba oscureciendo y la senda se hacía camino más cómodo, piscifactoría y llegada a los coches casi a tientas, aunque no hubo necesidad de encender las linternas.

Fin de una larga ruta de más de 26 Km y excelente excursión, con o sin agua, por lo que, por unanimidad, se decide darle 5+ sicarias, lo más de lo más.

Ana Chini

FOTO REPORTAJES

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