miércoles, 12 de junio de 2019

Excursión 468: La playa de Virgen de la Nueva

FICHA TÉCNICA
Inicio: Playa de Virgen de la Nueva
Final: Playa de Virgen de la Nueva
Tiempo: 4 a 5 horas
Distancia: 11,1 Km
Desnivel [+]: 527 m
Desnivel [--]: 527 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas y agua: Sí
Ciclable: En parte
Valoración: 4
Participantes: 21

MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta

















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta















TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
 
RESUMEN
Como sabéis estas rutas veraniegas las organiza Paco Nieto así es que nos convocó en al aparcamiento de la playa de Virgen la Nueva, en el pantano de San Juan, en el pueblo de San Martín de Valdeiglesias, situado a 68 km de Madrid.

La localidad tuvo gran esplendor en la Edad Media que se refleja en su casco urbano. Se levanta en la ladera de un cerro, resultando un entramado de calles en cuesta; en la cima del cerro destaca la silueta del viejo castillo, del siglo XV.

En 1430 se produjo una revuelta campesina contra el monasterio al que pertenecía, lo que fue aprovechado por Álvaro de Luna, primado de Juan II y Condestable de Castilla, para finalmente poner a San Martín de Valdeiglesias bajo su señorío (1434), con lo que se ampliaron las propiedades que ya poseía en la comarca (Escalona o Cadalso).

La proliferación de ermitas dio nombre al municipio, conocido con valle de las iglesias. Para muestra: la Ermita del Ecce Homo, Ermita de la Virgen de la Nueva, Ermita de la Sangre, Ermita del Rosario, Ermita de la Salud y la Ermita del Cristo.

Iniciamos la ruta ascendiendo primero al cerro Almodón, siguiendo una senda que entre grandes bloque de granito en algunos casos costaba remontar, incluso coincidimos con un par de chicos haciendo escalada.

Alcanzamos los 708 metros que tiene este privilegiado mirador de los meandros embalsados del río Alberche, con unas vistas preciosas donde nos hicimos infinidad de fotos.

En el descenso, pasamos junto a la Ermita Virgen de la Nueva, construida en 1956 con el fin de sustituir a otra ermita del siglo XIII que quedó sumergida bajo el agua, después de que se construyera el embalse. La nueva está levantada con sillares de piedra en mitad de un fantástico pinar.

Cada lunes de Pascua, los vecinos trasladan en romería a la patrona, la Virgen de la Nueva, hasta la ermita, donde permanece todo el día mientras la población lo festeja con bailes y gastronomía tradicional hasta que, al anochecer, se vuelve a trasladar la imagen a la Iglesia de San Martín. Una celebración que ya tiene más de 500 años desde que se celebrara por primera vez en el año 1499.

Tras refrescarnos en la fuente que hay junto a la ermita, paramos a tomar el tentempié de media mañana, donde Carolina nos obsequió con una estupendas galletitas por su cumpleaños y le cantamos el cumpleaños feliz!!

Aun faltaban subir dos de los tres cerros previstos. Tras el descanso, continuamos en dirección suroeste y luego sur por una fatigosa senda hasta coronar el empinado cerro Valdelaosa, que en compensación nos devolvió las lejanas, pero refrescantes vistas al embalse desde sus 819 metros de altura, según nos contaron, porque yo estaba tan cansada que preferí quedarme en el inicio de la gran cuesta que llega hasta él.

Cruzamos la carretera y por un camino con una pendiente moderada ascendimos entre jaras, pinos y alguna encina, desviándonos al poco, por la loma del Cerrillo del Tío Gitano hasta alcanzar el punto más alto de la ruta, el Cerro Trasierra, un doble pico en el que uno tiene un vértice geodésico situado a 882 metros de altura y el otro una especie de garita medio en ruinas de imposible ascenso.

Por fin habíamos llegado a lo más alto de la ruta, así es que desde el cerro solo quedaba descender por una estrecha senda hasta dar con la carretera que va a Canto Redondo y el embalse de San Juan.

La cruzamos y continuamos, algunos cantando, por otra estrecha senda, entre esbeltos pinos, que deja a nuestra izquierda el cerro de Pinos Reales y el de San Millán, con alguna que otra vista refrescante del embalse, ya con muchas ganas de darnos un buen baño, al que llegamos tras bordear una finca fuertemente vallada rematada con un molinillo de viento.

Recorrimos en dirección este la senda que a media altura bordea la ribera del embalse, hasta alcanzar la playa de la Virgen de la Nueva que luce este verano la bandera azul, lo que la hace una de las pocas playas de interior que tiene esa distinción y en la primera y única de la Comunidad de Madrid.

Así es que aprovechando la bandera azul nos dimos unos cuantos un refrescante chapuzón mientras nos preparaban unas suculentas paellas en el kiosco de Virgen de la Nueva. Por todo ello califico esta excursión con 4 sicarias.
Ana Chini

No hay comentarios:

Publicar un comentario