miércoles, 13 de noviembre de 2019

Excursión 497: El Castañar de El Tiemblo

FICHA TÉCNICA
Inicio: Castañar de El Tiemblo
Final: Castañar de El Tiemblo
Tiempo: 4 a 5 horas
Distancia:  13 Km
Desnivel [+]: 746 m
Desnivel [--]: 746 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas y agua: 
Ciclable: En parte
Valoración: 3
Participantes: 27

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta

















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta













TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

Mapa 3D (archivo kmz)

RUTA EN WIKILOC
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RESUMEN
Precioso día para caminar por un bosque de castaños, robles y pinos con los colores típicos del otoño. Estamos en El Tiemblo. Aunque, nada más llegar al parking del castañar, nos cayó un chaparrón, el resto del día fue soleado sin más incidencias meteorológicas importantes, si exceptuamos un poco de viento racheado en el ascenso al pico de El Mirlo.

Bueno quiero explicar en primer lugar una anécdota que nos ocurrió a la salida del pueblo de El Tiemblo, por la carretera que lleva hacia el Castañar. Nos apareció de repente, un control de carreteras que inicialmente no supimos interpretar.

No sabíamos si eran guardias civiles por alguna infracción cometida, gente desalmada pidiendo dinero por alguna causa ilegal ,o como fue el caso, varias personas (tres o cuatro) cobrando un impuesto revolucionario por pasearse por el Castañar de El Tiemblo. Cobraban 6 euros por vehículo y dos euros por persona.

Quizás se enteraron por algún medio escrito o radiotelevisivo que el grupo de senderismo GMSMA iba a visitar el lugar con una decena de vehículos y una treintena de senderistas. No lo esperábamos porque el año pasado solo cobraban el impuesto en verano y en fines de semana, posiblemente porque el resto de días no les salía rentable.

No sé la justificación que explicaban, pues en el parking no había nadie y no tenía ni papeleras. En resumen gran enfado del personal, y muchos solicitando que los habitantes de El Tiemblo paguen por visitar Segovia y contemplar el Acueducto.

Pasado el enfado, comenzamos a caminar entre castaños con bellos colores de tonos otoñales y llegamos al Refugio de Majalavilla, quedamos admirados por el “Abuelo” (castaño con mas de 500 años) que está rodeado de una descendencia de hijos castañeros y atravesamos el arroyo Garganta de la Yedra para alcanzar los famosos Corrales de El Tiemblo, donde tomamos el tentempié de media mañana.

Después de recuperar fuerzas, comenzamos con la subida hacia el Pico del Mirlo. A la izquierda del camino observamos el Valle de Iruelas, con un bonito bosque de robles, en el que ya se ven los colores amarillo-anaranjados, típicos de la estación otoñal.

Llegamos al Pozo de la Nieve, antigua construcción, donde se almacenaba este apreciado producto, tan difícil de conservar en otros lugares. Dispone de una escalera metálica, renovada,  pues la anterior era de madera, por la que se puede descender hasta el fondo del pozo. Proseguimos el ascenso hacia el Pico del Mirlo, que se nos ofrece en la lejanía en toda su grandiosidad.

Todo el grupo quería ascender hasta la cima, exceptuando dos miembros del GMSMA, José María y el que suscribe, que ya habíamos ascendido en varias ocasiones y preferíamos contemplar tranquilamente las vistas desde media montaña.

Tomamos una pista que bordea el pico y quedamos con el resto del grupo en la intersección de nuestra pista con la senda de descenso del Pico del Mirlo.

Debido a varias indicaciones erróneas, recibidas por teléfono, sucedió que dos expertos senderistas, con muchos años de experiencia, y muchos kilómetros a sus espaldas, con el programa “OruxMaps” activado, continuaron bordeando una valla, luego de haber alcanzado el punto de reunión.

Por esa senda, de cierta dificultad, no lográbamos alcanzar el punto de encuentro, pues ya lo habíamos sobrepasado. Decidimos entonces seguir avanzando, a la búsqueda del camino de descenso del pico.

Este camino erróneo nos obligó a adentrarnos campo a través, por un bosque con grandes piedras, en el que separarse unos metros implicaba no ver persona humana en una corta distancia. Resumen: nos separamos y distanciamos, aunque sin la sensación de estar perdidos, pues sabíamos donde estábamos y podíamos comunicarnos por vía telefónica.

Así que nos dispusimos a recuperar fuerzas, por lo menos en mi caso, tomando el bocadillo castañero que nos había recomendado Antonio en el correo de convocatoria. Estábamos perdidos del grupo, estábamos perdidos del minigrupo de dos, pero no estábamos perdidos en la montaña. 

Utilizando el móvil y el “Orux”, informamos de nuestra posición, y a José María se le indicó que continuara hasta el pueblo de Casillas, el cual se divisaba cercano y para socorrerme a mí llegó un equipo de rescate, que me acompañó al aparcamiento del Castañar. Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

Después de recoger a José María en el pueblo de Casillas, nos reunimos todos “rescatadores“ y “rescatados” en un bar de El Tiemblo donde los segundos invitaron a los primeros a las cervezas de rigor. 

Por todo lo dicho, por los inconvenientes citados y porque no había castañas califico esta marcha con 3 sicarias, sobre un total de 5.
Nicolás Pizarro

FOTO REPORTAJES

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