jueves, 7 de noviembre de 2024

Excursión 816: Alto de la Guarda desde Bárcena Mayor. Parque Natural de Saja-Besaya. Cantabria

FICHA TÉCNICA
Inicio: Bárcena Mayor  
Final: Bárcena Mayor
Tiempo: 3 a 4 horas
Distancia: 9,4 Km 
Desnivel [+]: 654 m 
Desnivel [--]: 654 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas/Agua: No/Sí
Ciclable: No
Valoración: 5
Participantes: 36

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta



















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

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RESUMEN
El día amaneció fresco en el parking de Bárcena Mayor, nuestro punto de encuentro, un lugar que nunca decepciona con su encanto rural y el aire puro de los montes cántabros. Nuestro grupo se reunió como estaba previsto a las 10:00 para iniciar la ruta hacia el Alto de la Guarda. Sin embargo, no todos comenzaron puntuales: la furgoneta de Melchor y Rosa, que también transportaba a Ángeles, sufrió una avería en el camino, causando un retraso inesperado. A pesar de este contratiempo, el grupo comenzó la ruta según lo previsto.

Originalmente, se habían planteado dos opciones para la jornada: una ruta sencilla y otra más exigente. Sin embargo, tras evaluar el tiempo disponible y las ganas del grupo y aunque ya se habían hecho los dos grupos, finalmente se decidió apostar por el recorrido más largo y desafiante.

El recorrido transcurre en su totalidad dentro del espacio natural protegido del Parque Natural Saja-Besaya y de las Zonas de Especial Conservación Valles Altos del Nansa y Saja y Alto Campoo y Río Saja dentro de la red ecológica de protección europea Natura 2000.

El sendero comenzó con una subida progresiva, por un sendero con una calzada muy deteriorada y se recorre un camino viejo, ya en desuso, adentrándonos en el paisaje típico del Parque Natural Saja-Besaya: bosques de robles con sotobosque de arándanos y praderas salpicadas de helechos y musgo que cubre rocas y troncos. A medida que ascendíamos, el fresco inicial daba paso a una agradable temperatura que exigía despojarnos de las capas de abrigo.

La ruta en su primera parte es totalmente en ascenso, con mucha piedra, barro y árboles caídos en algunos tramos. Durante la subida pudimos observar varios postes informativos en los que se indicaba que esta ruta pertenece al GR-76 y es parte del recorrido de los 10.000 del soplao. La ruta de los 10.000 tiene su origen en una de las pruebas deportivas más duras y emblemáticas de Cantabria, que tiene lugar cada año a finales del mes de mayo.

Esta ruta se compone principalmente de tres recorridos en las modalidades de BTT, Ultramaratón y ruta a Pie a través de la Mancomunidad Saja Nansa, pasando por singulares parajes naturales, bosques y emblemáticos pueblos. El nombre de 10.000 hace referencia al número de participantes.

Esta ruta que ha sido señalizada por la Mancomunidad Saja Nansa en sus tres modalidades, es considerada una de las más duras, no sólo por la longitud de sus recorridos, ni por la dificultad de los mismos sino también por la variabilidad de las condiciones climáticas en la época del año en la que se realiza.

La unión entre el deporte, la naturaleza y el patrimonio cultural, hace que sea una ruta imprescindible para disfrutar de los grandes valores que nos ofrece este territorio.

Abandonamos el camino por el bosque y llegamos al Collado Domesmes, una zona de pastizales y praderas donde predominan gramíneas y plantas de alta montaña como el brezo y la genciana.

Las estacas que aparecían en el horizonte nos jugaban una mala pasada, creando la ilusión de que ya habíamos alcanzado la cima. 

Después de tres falsas alarmas, finalmente llegamos al auténtico Alto de la Guarda (1086m), donde la recompensa fue inmediata: unas vistas espectaculares que abarcaban los valles y montañas de Cantabria alcanzando a ver Picos de Europa.

En el Alto, nos reunimos para celebrar el "Ángelus", una parada para almorzar, descansar y compartir anécdotas. Santiago nos sorprendió al ofrecer un chorizo casero de su tierra leonesa que degustamos encantados.

También aprovechamos este momento para inmortalizar la jornada con la foto de grupo, aunque lamentamos la ausencia de quienes habían optado por no subir hasta la cumbre.

Con el ánimo renovado tras las vistas y el descanso en la cima, nos preparamos para iniciar la segunda parte de la ruta, que consistió en un descenso rápido y continuo con espectaculares vistas al valle del río Lodar y al valle del río Queriendo.

Avanzamos rápidamente desde la zona de pastos a un robledal. En esta zona, aunque no tuvimos la fortuna de verlos, es posible avistar corzos, jabalíes y ciervos.

A las 14:45, ya en Bárcena Mayor, nos dirigimos al Restaurante Río Argoza, donde nos esperaba el colofón perfecto para la jornada: un sabroso cocido montañés. Este plato típico, acompañado de vino y postres, fue el broche de oro a un día lleno de esfuerzo, risas y buena compañía.

Después de la comida hubo ocasión de pasear por el precioso pueblo de Bárcena Mayor, único núcleo de población incluido en el Parque Natural Saja-Besaya, declarado Conjunto Histórico Artístico en 1979.

Se trata de un encantador pueblo ubicado en el municipio de los Tojos en el valle de Cabuérniga, es un conjunto de casas de piedra con balcones de madera repletos de macetas de coloridas flores, teja roja y calles empedradas, siendo el más antiguo de Cantabria. En la Edad Media fue un punto estratégico entre la meseta y el norte de España a través de sus cañadas reales desarrollándose como un punto de comercio agrícola y ganadero. Además de las edificaciones merece la pena destacar el puente sobre el rio Argoza de aguas cristalinas.

En definitiva, Miguel Ángel y Esther nos prepararon un magnifico y completísimo día, con una estupenda ruta, una suculenta comida y una bonita visita a Bárcena Mayor que sin duda, calificaría con la máxima puntuación del GMSMA: UN CINCO.
Juan Antonio Llorente

1 comentario:

  1. El Parque Natural de Saja-Besaya, en Cantabria, es un verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza. Con sus extensos bosques de robles y hayas, sus verdes praderas y sus paisajes montañosos, este parque ofrece una experiencia única de conexión con el entorno natural. Además de su riqueza paisajística, alberga una gran diversidad de fauna, como ciervos, jabalíes y águilas reales, que hacen de cada visita una oportunidad para descubrir la vida silvestre en su estado más puro. Su red de senderos bien señalizados permite explorar el parque a pie y disfrutar de la tranquilidad y belleza de sus rincones. Sin duda, es un destino ideal para quienes buscan desconectar y adentrarse en la magia de la naturaleza cántabra.

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