miércoles, 4 de junio de 2014

Excursión 191: Vuelta a Segovia

FICHA TÉCNICA
Inicio: Segovia

Final: Segovia
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 14,1 Km 
Desnivel [+]: 279 m 
Desnivel [--]: 239 m 

Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas y agua:
Ciclable: En parte
Valoración: 4,5
Participantes: 28


MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta




















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta













TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RESUMEN
Hoy el GMSMA ha tenido la gran idea de acercarse  a Segovia,  la ciudad que todo el mundo conoce por el Acueducto romano, el Alcázar de cuento de hadas y el cochinillo asado. Me ha tocado a mí, segoviano de nacimiento, demostrar que Segovia es muuuucho más.

La ciudad tiene una gran riqueza monumental,  como la catedral gótica, las iglesias románicas,  el color de sus piedras, las callejuelas, los palacios, los jardines, pero  además tiene un cinturón verde inigualable alrededor de los dos ríos que delimitan Segovia: El Eresma y el Clamores.

Segovia nos recibió con una temperatura ideal y con los campos floridos, llenos de amapolas. Había tantas, que Antonio D. ha bautizado esta excursión como la de las amapolas.

Son muchas cosas las que hemos visto, pero hay tres que son las que más han gustado al grupo, y de las que apenas nadie había oído hablar.


La primera fue el Mirador del Monasterio del Parral, desde donde se divisa, a lo lejos, el Alcázar, la Catedral, la iglesia de San Esteban, y toda la ciudad amurallada;  de cerca, el cinturón verde que rodea la muralla y el rio Eresma; y abajo la casa de la Moneda y el Monasterio del Parral. José Luis H dice que ese mirador es el Albaicín segoviano.

Yo creo que tiene mucha razón, pero claro, es más bonito éste, aunque el de Granada no está mal.

El segundo enclave, que más admiraciones ha conseguido, es el Mirador de El Alcázar, situado en el Pinarillo.

Parecía que teníamos el Alcázar al alcance de la mano, tan solo separado por la fosa natural del rio Clamores.

Algunos nos hubiésemos quedado allí un buen rato, pero nos esperaba el cochinillo en el Ventorro, así que habrá que volver otro día.

El tercer enclave, que más ha sorprendido, es la Plaza de San Lorenzo, ya que íbamos andando por un barrio humilde, y de pronto nos encontramos con “Hervas”, como muy bien dijo Vicente A. La plaza con su Iglesia románica y la arquitectura popular castellana que la rodea, incluida la forma de poner las tejas, nos gustó mucho a todos.

A petición de varias personas del grupo, paso a describir el paseo. Espero que os sirva, para esa segunda excursión que todos habéis prometido hacer con vuestra familia y amigos.

Comenzamos la excursión en el Ventorro de San Pedro Abanto, en el Antiguo Camino de Castilla (hoy carretera de Arévalo), siguiendo la senda que trascurre paralela al río Eresma, entrando en Segovia por el Arco de la Fuencisla, también conocido como el de María del Salto, por el milagro que ocurrió a principios del siglo XV.

Tras dejar a la izquierda el Santuario de la Fuencisla, patrona de Segovia, y el convento de los Carmelitas, donde está enterrado San Juan de la Cruz, enseguida alcanzamos  la pradera de San Marcos,  donde confluyen El Eresma y el Clamores, y donde se nos presenta imponente, como un barco a punto de partir, el Alcázar.

Entramos a la ciudad amurallada, por la Puerta de Santiago, a través  del Paseo de San Juan de la Cruz, para llegar a la torre más bonita de Segovia, la de la iglesia de San Esteban y a continuación muy rápidamente pasamos por los sitios más emblemáticos de Segovia: casa de Antonio Machado, Catedral, Plaza Mayor, Iglesia de San Miguel (donde fue coronada Isabel la Católica), plaza de Juan Bravo y el Acueducto.

Desde aquí nos dirigimos al Barrio de San Lorenzo, donde todos quedamos impresionados por la plaza, tanto por la iglesia, como la arquitectura de las viviendas que la circundan.

Por la Senda de los Molinos nos dirigimos de nuevo a buscar al Eresma, y tras encontrarle, hicimos un descanso para tomar el aperitivo y reponer fuerzas, a continuación recorrimos la Alameda que Antonio Machado hacia todas las tardes, durante los años que estuvo en Segovia.

Al final de la alameda descubrimos la Casa de la Moneda y el monasterio del Parral, desde el que iniciamos una pequeña subida donde divisamos las mejores vistas de Segovia. Lo que vimos desde allí se puede resumir en dos palabras ¡¡im-presionante!!

Continuamos hasta la Iglesia de la Vera Cruz, fundada por los Caballeros del Santo Sepulcro hace más de 800 años, para después volver a la pradera de La Fuencisla.


Esta vez cogimos la senda del Clamores, y  durante el paseo fuimos disfrutando del frescor del agua y de la sombra de los sauces y chopos. Antes de llegar al final del paseo, frente al puente de la Estrella, salimos para ir al cementerio medieval judío, que está en el paraje conocido como El Pinarillo.

En el Pinarillo disfrutamos de dos miradores, desde los que se divisa la Catedral y el Alcázar, tan solo separados  de nosotros por la fosa natural que el Clamores ha ido labrando.

Después de disfrutar de los campos de amapolas, que le daban un encanto especial a la catedral, desembocamos, de nuevo en la puerta de la Fuencisla, donde nos encaminados e nuevo al Ventorro de San Pedro de Abanto, donde nos esperaban los cochinillos, las migas, los judiones,…..Todos salimos satisfechos.  ¡Volveremos!

Por todo ello, la agencia Madi ha considerado otorgar 4,5 sicarias a esta bonita excursión.
Marcos


FOTOS

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