miércoles, 30 de agosto de 2023

Excursión 726: La Camorca desde Valsaín

FICHA TÉCNICA
Inicio: Valsaín
Final: Valsaín
Tiempo: 6 a 7 horas
Distancia: 20,6 Km 
Desnivel [+]: 611 m 
Desnivel [--]: 611 m
Tipo: Circular
Dificultad: Alta
Pozas/Agua: Sí/Sí
Ciclable: Sí
Valoración: 4
Participantes: 24

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta

















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta













TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RUTA EN WIKILOC

RUTA EN RELIVE
Ver esta ruta en Relive

RESUMEN
Tras los saludos de rigor y extrañar la ausencia de Rosana, esta marcha era en su honor, justificada su ausencia por la enfermedad de un familiar. Comenzamos la andadura sobre las 10:30.

Seguimos al 'boss' por una carretera empinada que marcaba el paso firme y continuado, no había quien siguiera a su lado.

Carretera transitada por numerosos ciclistas. Llegamos a la Cruz de la Gallega donde nos reagrupamos y tomamos un descanso. Seguimos por la parte izquierda siendo zona asfaltada y pendiente continuada.

Al poco, giramos a la izquierda para contemplar los restos de unas fortificaciones y búnker de la Guerra Civil, éstos del bando sublevado.

Nueva parada y llega la hora del 'ángelus', justo donde nos encontramos con la pista por la que discurre el Camino de Santiago madrileño, desde este punto "solo" quedan 591 Km, José María y Joaquín lo recuerdan bien cuando realizaron esa etapa

Repuestas las energías, continuamos por el Cordel de Santillana y después, pasada la fuente de Cerro Pelado, tomamos un sendero a la izquierda para llegar al destino esperado de la Camorca. Otra vez a la izquierda por otro camino de fuerte pendiente.

Desde aquí afrontamos la dura subida a la Camorca con paso tranquilo, las voces se fueron apagando, antes de esta subida se nos perdieron tres estrellas fugaces: Antonio, Sol y Andrew, el australiano. Toma el control de la ruta Paco Nieto, por el camino las fuentes estaban secas, precisamos cuatro semanas seguida de lluvia.

Llegamos a la cima de la Camorca, donde vemos un pequeño refugio, antenas y un mirador de magníficas vistas de toda la Sierra.

En el refugio había dos latas de cerveza, la generosidad de otros montañeros que las dejaron con una nota para quien las quisiera, y bien fresquitas que estaban, ellos ya no podían con más.

Bajo el mirador del puesto de vigilancia, una señorita trabaja vigilante de un posible incendio, lugar idílico para estudiar una oposición o carrera universitaria.

En la cima el espectáculo se dejaba ver en los 360⁰: San Ildefonso al fondo y más cercana la Pradera de Navalhorno, Valsain, Peñalara, Cabezas de Hierro, Vademartin, Guarramillas, Siete Picos, Montón de Trigo…, una maravilla contemplada desde uno de los miradores más panorámicos de la Sierra.

Decidimos tomar el bocadillo camorcano y a continuación comenzamos el regreso, toda la subida anterior había que bajarla, con una cuesta empinada y continuada hasta llegar al valle, por el arroyo del Telégrafo, un afluente del río Eresma en el que se encuentran los Baños de Venus, una bonita poza, que en esta ocasión estaba casi sin agua, y después el propio Eresma arrastrando también poca agua.

De regreso a los coches, dimos un paseo agradable, llano, por las llamadas Pesquerías Reales, pasando por la Boca del Asno.

Algo más adelante nos esperaba nuestra querida Rosana, con los saludos y parabienes pertinentes, continuamos hacia Valsain donde con buen criterio fuimos al quiosco de la Pradera de Navalhorno a tomar las cervezas en una inmejorable compañía.

Mi calificación para esta ruta son 4 sicarias, la considero larga y dura.
Enrique Téllez


miércoles, 23 de agosto de 2023

Excursión 725: Fuente de la Salud y Duratón

FICHA TÉCNICA
Inicio: Sepúlveda 
Final: Sepúlveda
Tiempo: 6 a 7 horas
Distancia: 9,5 Km 
Desnivel [+]: 72 m 
Desnivel [--]: 72 m
Tipo: Ida y vuelta
Dificultad: Baja
Pozas/Agua: Sí/Sí
Ciclable: Sí
Valoración: 4,5
Participantes: 24

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta



















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta













TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RUTA EN WIKILOC

RUTA EN RELIVE
Ver esta ruta en Relive

RESUMEN
La convocatoria de esta excursión tenía varios puntos en contra: estamos a mediados de agosto, y muchos compañeros están de vacaciones… el lugar de la cita está un poco lejos, sobre todo para los madrileños… y para colmo ¡ola de calor! Pero los puntos a favor ganaban claramente: Una ruta por un paraje privilegiado, con baño en una de las pozas más bonitas de la provincia de Segovia, y de remate, comida con cordero asado en casa de Marcos C.

Así que 24 senderomagos no pudimos resistirnos a la llamada y acudimos a la hora señala a la cita en el aparcamiento de la piscina de Sepúlveda. Rápidamente, viendo el calor que ya hacía a esas horas, Marcos C. trasladó el inicio de la ruta a la Fuente de la Salud. Este paraje, enclavado en el Parque Natural de las Hoces del Duratón, se encuentra a unos 2 Km de Sepúlveda y sus aguas fueron declaradas minero naturales medicinales en 1989.

La pileta de agua de manantial mantiene su temperatura, cercana a los 20 grados, durante todo el año.

Su agua cristalina, invita al baño, de eso no hay duda, y mientras esperábamos a que llegaran todos al nuevo emplazamiento, algunos aprovecharon para darse el primer baño del día.

El senderomago más acuático de todos, en esta ocasión se trajo de refuerzo a su nieto Ángel, y claro, hay que enseñar a las nuevas generaciones las buenas costumbres, aunque éste ya apunta maneras.

Empezamos la ruta por un camino al lado del río Duratón, y enseguida alcanzamos la tan deseada sombra que nos facilitaba la arboleda de ribera.

Al poco, el trazado discurre por una hoz y en lo alto podemos avistar los primeros buitres que veríamos a largo de la ruta y del día; éstos en particular estaban ¿demasiado expectantes?

Poco después, el camino atraviesa la finca El Molino Giriego, que cuenta con una gran extensión de terreno muy bien acondicionada, varias edificaciones, también muy arregladas y un gran molino hidráulico, que según nos contó Enrique C., también se utilizó como fábrica de luz. Guardando la finca, dos pastores alemanes se hicieron notar con sus ladridos, menos mal que estaban a buen recaudo.

La última parte del trayecto la hicimos por la carretera, hasta llegar a la Iglesia de Nuestra Señora de La Asunción del pueblo de Duratón. 

Este pueblo, por los restos arqueológicos encontrados, fue una importante ciudad romana y visigoda, y precisamente, sobre la necrópolis visigoda se levantó la iglesia. Cuando llegamos, una vecina del pueblo nos estaba esperando para explicarnos esta joya del románico.

Como no voy a ser capaz de reproducir tan estupenda exposición, he encontrado un reportaje que lo resume bastante bien, en este enlace.

Desde luego, todo es muy interesante, pero lo que más me llamó la atención fue que en sus inicios fuera Escuela Taller, y que las personas que se formaron en tallar la piedra, fueran reproduciendo los adornos de los capiteles allí aprendidos por toda la provincia.

De hecho, Marcos H. reconoció en la puerta trasera el mismo capitel que decora la puerta de la Ermita de la Virgen del Tormejón, en Armuña.

Aprovechamos tan maravilloso enclave para hacer la foto de grupo, y emprendemos el regreso por el mismo sitio, ya que con este calor se hacía inviable volver por caminos sin apenas sombra.

La buena noticia es que al final de la ruta ya sabíamos que nos esperaba un refrescante baño, ocasión que aprovecharon la mayoría de los senderomagos.

¡Y todavía quedaba lo mejor del día! Marcos y su familia ya nos tenían preparados unos ricos entrantes y el tan preciado cordero, asado en la panadería de su hermana, en Navares de Enmedio.

De postre, tarta, también de la panadería, en esta ocasión fue Pepa la que nos invitó por su reciente cumpleaños ¡que nos invites muchas veces! Y para el café… uno ricos florones hechos por la madre de Begoña ¡extraordinarios!

Como colofón a tan magnífico día, Natalia, la hija de Marcos C. nos dedicó y entregó su primer libro “El misterio del colgante”, cuya portada, como no podía ser de otra manera, está ilustrada con un dibujo de su padre, las manos de Natalia sujetando el misterioso colgante… lo leeremos para descubrir el secreto.

Sin duda un día fantástico, por lo que califico a la marcha con 4,5 sicarias ya que, citando a Paco C, la excursión perfecta no existe.
Celia Marazuela Sanz

FOTO REPORTAJES

miércoles, 16 de agosto de 2023

Excursión 724: La Maliciosa

FICHA TÉCNICA
Inicio: Puerto de Navacerrada
Final: Puerto de Navacerrada
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 11,9 Km 
Desnivel [+]: 735 m 
Desnivel [--]: 735 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas/Agua: No/No
Ciclable: No
Valoración: 3,5
Participantes: 12

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta

















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta













TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RUTA EN WIKILOC

RUTA EN RELIVE
Ver esta ruta en Relive

RESUMEN
1.- Que por malicia atribuye mala intención a los hechos y palabras ajenos.

2.- Que contiene malicia

De esta manera, con estas dos acepciones, define en su diccionario la Real Academia de la lengua el adjetivo ‘MALICIOSA’, del latín ‘malitious’.

A ver, que yo no digo que no, pero tampoco me atrevo a decir que si, a lo mejor es a veces si y a veces no, y que si hay que ir se va, pero ir ‘pa na’ es tontería. Pero digo yo que a santo de qué se le llama Maliciosa a LA MALICIOSA, con lo maja que es esa super montaña, que casi parece más bien una cabeza de monja con habito y todo.

Yo había llegado a pensar, al ver la definición del diccionario, que si un día una mujer con malicia le dio de comer a las cabras para que estuvieran permanente en la cumbre mendigando comida a cambio de alguna fotografía, o tal vez si la malicia era de las cabras que se acercan en exceso y a la mínima te quedas sin bocata.

Se diría que su acceso, en especial el sur, es ‘un camino de cabras’, y se verifica viendo la cantidad de cabras que hay. Y si no os lo creéis mirad las fotos de la excursión.

El caso es que, hurgando por ahí, he leído que a esta escarpada montaña se le llama así por lo difícil que resulta llegar a su cima por la cara sur (eso ya lo hemos probado los gemesmanianos), que no así por la cara norte, que es la por la que se suele coronar.

Claro que, ya puestos a hurgar, también he visto que antiguamente la llamaban La Montaña Maldita, o La Maldecida, por el mismo motivo que ahora Maliciosa. Así la definen en El Libro de Montería de Alfonso XI: ‘áspera y negra se trasforma en ocasiones en perversa’ y ‘su roca siempre desolada y desnuda recibe todos los ataques enfurecidos del viento, hielos aguas y sol’ ¡toma ya!.

Y puestos a hurgar más todavía, hay quien la emparenta con Los Montes Malditos del Pirineo, en especial con La Madaleta (3.308 metros), al que yo no he subido, pero seguramente Juan sí, que para eso se sabe Los Piris de memoria.

Anda, mira tú por donde, también hay quien la llama ‘La Monja’, por ‘el parecido al tocado de una religiosa cuando esta cubierta de nieve’ (la montaña, no la monja). Lo que yo decía antes, adivino que soy.

Incluso tiene sus leyendas: ‘Antiguamente en lo alto de la montaña había un vergel, un auténtico jardín con huerta y todo. Un oasis con agua en abundancia. Las gentes de los alrededores lo veían, pero por más que lo intentaban no podían acceder a él. Únicamente una bruja de un pueblo cercano sabía como hacerlo y gozaba de los frutos del fantástico jardín. La mujer era conocida como “La Maligna“. Un grupo de vecinos decidieron seguirla para ver como llegaba hasta la cima. La bruja, al darse cuenta, montó en cólera, invocó a los poderes más oscuros y se declaró un pavoroso incendio que acabó con el vergel y dejó la montaña completamente vacía de vegetación. Desde entonces La Maligna es simplemente una roca pelada de granito’. De este texto de la leyenda he hecho un corta y pega y me he quedado tan ancho.

Bueno, el caso es que algo tendrá esta gigantesca mole rocosa que hasta aparece en un cuadro de Velázquez ¿lo sabíais? Yo no. Lo mismo Paz o Antonio Villaverde sí lo sabían, pero yo ¡no!. En concreto en ‘El Príncipe Baltasar Carlos a caballo’. En el que sale un niño, para nada vestido de monte ni campo, subido a un enorme caballo como si nada y encima mirando a cámara, me apuesto a que es un montaje. Y al fondo sale La Maliciosa.

En fin, el caso es que los nombres de los sitios, montañas incluidas, tienen un motivo para tener el nombre que tienen.

Bueno, pues ahora vamos a por otro nombre referente a esta excursión. A ver, el caso es que había un pastorcillo que un día dijo ‘me voy a acercar con mi rebaño hasta aquella nava que veo a lo lejos’. El pobre se pegó la caminata desde su pueblo y resulta que cuando llego la nava esa estaba cerrada, tal vez por descanso del personal, como la Venta Arias.

Se dio media vuelta de regreso, y cuando llego a su pueblo (pongamos que fuese Matalpino, pero no pienso aventurar sobre el porqué de este nombre), pues los vecinos le preguntaron al pastorcillo: ‘pastorcillo: ¿cómo estaba la nava?’ y el pastorcillo contestó cabizbajo: ’pues la nava estaba cerrada, creo que por descanso del personal’. Y desde ese día, la nava que estaba cerrada, ya tenía nombre, adivináis cual ….. ¡NAVACERRADA!

Que conste que todo esto el pastorcillo y de cerrado por descanso me lo acabo de inventar. No vaya a ser que el día menos pensado aparezca publicado en Wikipedia.

Vale, pero, investigando resulta que mi invención no está tan descaminada. He leído que ‘su nombre se debe a que está situado sobre una nava, que es como se denomina a la tierra llana que hay entre las montañas, y lo de cerrada viene de los primeros pobladores de la zona, que cerraron todo el territorio para evitar que se saliera el ganado’.

Ya, pero en otro sitio pone: ‘’el nombre viene de ‘nava’, lugar abierto y con escasa vegetación y ‘cerrada’, por no ser transitada a causa de las nieves acumuladas’’.

A saber cual de las dos explicaciones es la correcta, si que alguna lo es, claro.

Y bien, aún queda un punto clave en esta excursión: LA BOLA DEL MUNDO.

Cuando yo era pequeño, el telediario empezaba con una Bola del Mundo que daba vueltas y tenia antenas. Así que yo pensé, pues se llamara así por eso, como han plantado allí las antenas de televisión, pues eso será. Anda, que curioso, en Wikipedia dan esta misma explicación.

¡Pues no! Hay una antigua leyenda segoviana que dice ‘’Había una pastora muy bella y el diablo pretendía sus favores. Al ser estos negados por ella, el diablo enfurecido subió a lo alto de la montaña y con un palo hizo palanca sobre una gran roca, haciendo girar el mundo cual Bola del Mundo sobre su eje. Desde entonces a este alto se le llama Bola del Mundo’’. ¡este es el auténtico origen del nombre!

Pero a esto también se le llama Alto de Guarramillas, por ser la cumbre más alta de las 4 que componen las Guarramas, o Guarramillas, concretamente la tercera, con 2.265 metros de altitud. Nombre que a su vez viene de Guadarrama (y este lo mismo es porque tenían por ahí un almacén de ramas, o de ranas, vete a saber, no pienso investigarlo).

LA JORNADA

Bueno, después de esta larga letanía, debería centrarme un poco en la excursión en si. Pero: ¿qué poder decir de una excursión tan desconocida que casi ningún montañero conoce?, normal, ¿a quien se le va a ocurrir dejar el coche en el Puerto de Navacerrada para subir a la Bola y de ahí a La Maliciosa? ¿Qué nuevos mundos (con o sin bola) descubriríamos en esta jornada?

Seré muy breve, que ya va anocheciendo:

Éramos tan solo doce sederomagos (muchos si tenemos en cuenta que estamos en agosto, que no hay ni un árbol y que la jornada no finalizaba en comilona).

Subimos a la Bola del Mundo por la ladera norte, la que mira a Segovia, dejando a nuestra derecha la pista de ski, alcanzamos la subida de las zetas, hicimos una mini parada en la fuente que está en el camino.

Seguimos ascendiendo por las zetas hasta llegar a la explanada de Guarramilllas y ya estamos en las antenas de La Bola del Mundo. Aquí buscamos una sombra e hicimos el Ángelus. Hicimos también un poco el cabra, imitando a ciertos individuos, sin vértigo, encaramados a un andamio como si nada, a tropecientos metros de altura, en la construcción de un rascacielos neoyorquino.

Para que la aventura de alcanzar la Maliciosa fuera aún más emocionante y peligrosa nos desviamos para ver el cercano nacimiento del rio Manzanares, en la parte alta de El Ventisquero de la Condesa, y resulta que el río ese nace dentro de una caseta que hay allí (lo mismo es una fuga de un manguito que nunca se arregla y termina convertido en rio).

Por cierto, que no me apetece investigar el nombre del Ventisquero de la Condesa, lo mismo había por allí una condesa de paseo y hacia algo de aire, qué se yo.

Pronto retomamos el sendero que va a La Maliciosa, pasamos por el pluviómetro, en el Collado del Piornal, al lado de unas vacas. Y, ala, todo cuesta arriba hasta llegar al vértice geodésico de La Maliciosa (2.227 metros), donde verificamos que efectivamente no hay vergel que valga, solo piedras y cabras, ansiosas por comerse nuestro bocadillo.

Aquí gravamos un breve video cantando el cumpleaños feliz a nuestro compañero Angelito (que no estaba en la excursión, por eso el video). Hacemos muchas fotos: a nosotros, a las cabras y al paisaje.

Comemos (en la medida que las cabras nos lo permitían) y bajamos por el mismo sitio por el que habíamos subido, volvemos a ver el pluviómetro y las vacas, y subimos a La Bola (sin el desvío del ventisquero).

De La Bola al Puerto de Navacerrada bajamos por lo mas fácil: Por la pista asfaltada por la que algún año han subido los ciclistas en la Vuelta a España, eso si tiene merito ¡menudo subidón! ¡Perico, Perico!.

Y se acabó la excusión, en total 12 kilómetros. Sencilla a pesar del desnivel acumulado, 760 metros, resultado de las tres fuertes subidas: del puerto a La Bola, del pluviómetro a La Maliciosa y del pluviómetro otra vez a La Bola. Rutinaria, de esas de ‘estoy aburrido ¿qué hago esta tarde? pues me subo a La Maliciosa’.

Bueno, finalizó la excursión, pero nos quedaba la cervecita final (algunos cervezona, yo, por ejemplo), a la que nos invitó Begoña, celebrando así su reciente cumpleaños. Gracias Begoña. En la Venta Arias, que no estaba cerrado por descanso del personal.

Y ya está: Sicarias, pues pocas, excursión mas que repetida y monótona. Bueno, me estiraré: 3,5.
Jorge Montero

FOTOS