miércoles, 21 de febrero de 2024

Excursión 753: Pasarelas del río Cega y Arroyo de Santa Águeda

FICHA TÉCNICA
Inicio: La Velilla. Segovia
Final: La Velilla. Segovia
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 14,7 Km 
Desnivel [+]: 249 m 
Desnivel [--]: 249 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas/Agua: No/Sí
Ciclable: No
Valoración: 4
Participantes: 31

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta



















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta













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RESUMEN
Amanece el día con tractorada en Madrid en protesta por la precariedad de los trabajadores del campo que hace retrasarse a alguna comunera del GMSMA en la cita que hoy tenemos en La Velilla.

¿Comunera Mariola? Sí y ahora lo explico.

La cita es para recorrer un tramo del río Cega a su paso por la Comunidad de Villa y Tierra de Pedraza, antigua comunidad formada desde los tempos de la Reconquista.

La comunidad actual evoca lo que antaño fuera tierra de comuneros con su propia organización y gestión de los bienes comunes, como la pesca en este tramo del río que hoy visitamos, los bosques o los pastos y con una justicia basada en el principio de iguales ante la ley, indistintamente de su clase o posición y que solo responden ante su fuero interno, antes que al rey.

Los comuneros del GMSMA, comunidad deslocalizada y sin tierra, pero con todo el campo del mundo a su alcance para disfrutarlo y recorrerlo, comparten este lujo o bien común que son las salidas entre semana, y encima con buen ambiente entre sus miembros. Son también libres e iguales en derechos entre sí, como los antiguos comuneros, sin distingos entre sí por riqueza o linaje salvo, podríamos decir, por el color de las estrellas conseguidas en acumulación de excursiones.

Hoy acompañan a su rey Antonio, rey en estrellas, que celebra ni más ni menos que su excursión seiscientas en el ámbito de esta comunidad. No solo es rey, líder campero al que todos siguen, sino el más destacado comunero del GMSMA por el aprovechamiento hecho de nuestro bien común, la pasión por el campo.

Hoy recorremos solo tres de los dieciocho municipios que conforman esta comunidad, en concreto La Velilla, punto de origen y final de la ruta, Pajares de Pedraza y Arahuetes.

El primer tramo de la excursión entre La Velilla y Pajares de Pedraza, tras pasar el llamativo Molino de la Cubeta, con su cascada formada por el azud de agua, recorre la bonita senda de los pescadores, utilizada por éstos para su deporte favorito.

Es un tramo especialmente bonito, con pasarelas de madera, algunas protegidas con cadenas a modo de línea de vida y escaleras hechas de troncos que permiten ir junto al río, por el interior del barranco del Cega.

El tramo se hace dificultoso para ir con mascotas grandes, sobre todo porque no se las puede llevar en brazos. 

El pobre Twitter, pastor alemán de cuarenta kilos se niega en rotundo a descender por estas escaleras de troncos obligando a sus amos a improvisar rutas alternativas al recorrido por lo alto del barranco. 

Afortunadamente no es un barranco muy profundo y enseguida se llega a abrir.

Finalmente logran sortear las dificultades y en un puente sobre el Cega como a tres kilómetros del pueblo, se reagrupa de nuevo el grupo y se aprovecha para rendir pleitesía a Antonio, con el primer homenaje de los comuneros a su rey, haciéndole un pasillo con vítores y alzado de bastones con golpeo de estos.

El tramo hasta Pajares mezcla entornos bucólicos de alamedas y replantaciones de chopos en torno al río Cega, que nace en las inmediaciones de Navafría y contribuye con sus aguas a alimentar al río Duero ya muy cerca de Valladolid, recorre unos ciento cincuenta kilómetros por Segovia y Valladolid.

Pensar en que alguna de estas moléculas de agua del río pudiera acabar en algún vino de Ribera u Oporto que tanto me gustan, me motiva aún más durante el recorrido y me lleva a imaginar que cuando tome un trago de alguno de estos vinos me traerá al recuerdo este día y trataré de buscar la esencia que pueda tener de esta Tierra de Pedraza. 

Vamos paseando junto a su orilla, una vez que se abre el barranco, dejando más alejados los cortados de la Peña de Tuero, donde se atisba algún ave solitaria que nos observa, a su vez a nosotros y a las ruinas de la ermita de la Vega.

Una vez llegados a Pajares, iniciamos lo que será el segundo tramo de la excursión recorriendo el valle del río Santa Águeda. Cruzamos por el puente Pajares el río Cega y nos adentramos en este otro valle, que pasando por claros y zonas de chopos replantados, así como por tupidos bosques de sabinas vamos ascendiendo poco a poco aguas arriba.

En algún claro y al otro lado del río vemos el bonito cerro de Los Castillejos con forma en honor a su nombre y provecho a inmortalizarlo en una foto con Begoña y Marcos en primer plano y el cerro al fondo.

Se sigue avanzando por el rio hasta un punto donde nos encontramos con vallas. Girando a la izquierda se llega a un cruce del río con lanchas de piedra, que es el camino que tomaremos después, pero previamente vamos hacia la derecha por una vereda embarrada que en algún momento abandonamos no sin ciertas dudas, para buscar y acabar comiendo en las ruinas de la ermita de Santa Águeda.

En la ermita nos paramos a comer, mientras Ana y Celia se disponen con disimulo a preparar otra sorpresa homenaje a Antonio. Ana desempaqueta un delicioso bizcocho que adorna con velas y banderines con relación a las seiscientas excursiones, las gracias que le damos por permitirnos disfrutar el campo con él cada miércoles, así como el reconocimiento como boss del grupo.

Yo como un comunero más del GMSMA preferiría reconocerle como rey, porque lo de boss me recuerda más a otros tiempos laborales y además como los antiguos comuneros, diría aquella famosa frase de que las órdenes del rey son de acatar, pero no de obedecer, jajaja que bueno. ¡Qué españoles eran ya estos comuneros! 

Se vive un momento emotivo con el regalo de bizcocho y jarra blasonada con el escudo del GMSMA y nos deleitamos con un trocito de bizcocho que va repartiendo Antonio y que bien podía haber hecho pasar Ana como casero y propio.

Retomamos de nuevo la marcha en el último y tercer tramo entre la ermita derruida de Santa Águeda y La Velilla pasando por Arahuete.

Este tercer tramo de la excursión hacia Arahuete, se hace un poco más caótico por la dificultad de avanzar con la maleza en torno al arroyo.

En teoría no deberíamos haber cruzado el puente de lanchas de piedra y hubiéramos tenido que avanzar por el lado izquierdo del río hasta alcanzar otro paso de troncos ya cerca de la pista hasta el pueblo.

Pero por la incertidumbre en cuanto al estado de este paso por la cantidad de agua que lleva el río se decide ir por la margen derecha hasta que se nos hace imposible avanzar por la maleza, que se abandona haciendo un trochado monte arriba hasta alcanzar la pista.

En Arahuetes aprovechamos para hacernos unas fotos en la casa donde se rodó la serie de Cuéntame cómo pasó, bajo el nombre de Sagrillas en la supuesta casa de los Alcántara donde se hace otra foto del grupo.

Abandonamos el pueblo de Arahuetes, hacia la zona elevada de Las Lastras donde nos encontraremos al otro lado nuestro destino. Según cogemos altura vamos viendo los preciosos campos de cultivo con verdes germinados y marrones de tierra roturada, dejando al pueblo en lo alto del llano, más llamativo y pintoresco que lo que sus calles nos habían ofrecido.

El paisaje desolado, el pueblo por el que no vemos un alma, la tierra comunera por donde nos movemos nos hace recordar los versos de Machado con aquello de “Castilla miserable, ayer dominadora, envuelta en sus andrajos desprecia cuanto ignora...”. 

Y llegando de nuevo al punto de partida en La Velilla vamos deleitándonos con la vista del castillo de Pedraza enmarcado por los altos circundantes y los impresionantes Montes Carpetanos de fondo, cuna de nuestro rio Cega de hoy.

Como es costumbre en el fuero de estos comuneros del GMSMA, me toca calificar la ruta de hoy en este caso con la cantidad de cuatro sicarias. Pese a lo bonito del paisaje segoviano no puedo dejar de solidarizarme con Twitter por lo mal que lo pasó en las pasarelas y con el resto de los desvalidos comuneros atrapados por la maleza junto al río de Santa Águeda, motivo por el cual no otorgo la máxima puntuación. 
César R. Bachiller

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