Beneficios

Beneficios del senderismo

El senderismo es un deporte que aporta tanto beneficios físicos como psicológicos ya que ejercitamos nuestro cuerpo al aire libre y cerca de parajes naturales que calman nuestra mente.

Beneficios físicos
  • Mejora de la salud cardiovascular: corazón, pulmones y reduce la tensión; y por tanto minimiza los riesgos asociados a enfermedades vasculares y a la diabetes.
  • Reduce el colesterol malo.
  • Incrementa la fuerza general y tonificación muscular del tren inferior y si usas bastones, también del tren superior.
  • Aumento de la densidad ósea.
  • Control del peso: el senderismo quema unas 400 calorías por hora en una persona de peso medio.
Beneficios psicológicos 
  • Incrementa el optimismo y reduce la posibilidad de depresiones.
  • Mejora la calidad del sueño.
  • Mejora tu autoestima.
  • Te hace más sociable al caminar con otros.
  • Te hace más creativo.
  • Potencia tu concentración.
  • Recarga tu energía mental y mejora nuestra memoria.
  • Ayuda a curar enfermedades graves: hacer senderismo durante un largo periodo de tiempo puede mejorar la capacidad antioxidativa, lo cual ayuda a combatir enfermedades como el cáncer.
15 motivos por los que hacer senderismo
 

1) Disfrutar del contacto con la naturaleza, de sus paisajes espectaculares, cambiantes o vírgenes figura casi siempre entre las razones más importantes. En España, con una población mayoritariamente fijada en núcleos urbanos, el interés por acercarnos al campo y a la montaña ha crecido de forma espectacular y lógica, sobre todo desde la pandemia que revalorizó la necesidad de estar al aire libre.

2) Desconexión de problemas. Caminar, trepar, montar en bicicleta, correr por la montaña, escalar o hacer alpinismo son actividades que obligan a centrar nuestra atención en el momento y que por tanto descansan la mente, a menudo excesivamente ocupada en nuestra problemática cotidiana.

3) Anti rutina. La variedad de entornos, situaciones y singularidades de los enclaves que visitamos impide aburrirse en la montaña. Comprobarás por ti mismo que la frase “Si crees que la aventura puede matarte, espera a ver lo que puede hacer contigo la rutina” es más que un simple comentario de libro de autoayuda.

4) Cambiar nuestra vida. Si algo de nuestra existencia no nos gusta o nos hace sentir vacíos, salir a la montaña puede modificar enormemente cómo utilizamos el tiempo libre y evitar desperdiciarlo en actividades poco gratificantes.

5) Motivaciones personales. Una de las mayores sorpresas que experimenta quien se inicia en la montaña es descubrir lo extremadamente diferente que puede resultar su vida a partir de entonces, tanto por compartir las actividades con personas de inquietudes similares como por el interés por aprender que suele despertarse (y mantenerse) en sus practicantes.

6) Conocer otras personas. ¿Existe una forma más natural y menos intimidante de trabar nuevas amistades y relacionarnos que la montaña? Apuntarse a un club de senderismo, inscribirse en unas clases de escalada en un rocódromo o registrarse en un grupo de redes sociales aficionado a la naturaleza pone en contacto a personas con inquietudes (o involuntariamente solitarias) con otros individuos

7) Ejercicio físico saludable. En contra de lo que parece, caminar por la montaña o escalar son actividades con mucho menor porcentaje de lesionados o accidentados que deportes aparentemente “inofensivos”, como el fútbol o el tenis. Y de hecho en el senderismo y la escalada existen practicantes con muchas décadas de experiencia, que no han sufrido contratiempos graves, y que aún continúan activos con más de 80 años de edad.

8) Bienestar emocional. Mejora inmediata del estado de ánimo. Basta con salir el suficiente número de veces a la naturaleza y con las personas adecuadas para sentir alegría o vivir jornadas memorables.

9) Sentido de pertenencia a una comunidad real, más allá de la virtual. Compartir experiencias agradables (y a veces también duras) con los demás e intercambiar pareceres y conocimientos fortalece la conexión entre individuos, mejora la autoestima y enriquece nuestro bagaje cultural.

10) Mejorar habilidades personales y físicas, como puedan ser aumentar tu resistencia física, tu destreza moviéndote, el autoconocimiento y la autocrítica , incrementar la empatía y el agradecimiento hacia los demás, buscar un refugio en naturaleza o un punto de agua potable, fortalecer la autonomía personal y la capacidad de resolver situaciones inesperadas…

11) Por salud mental. Hace al menos una década que las actividades de senderismo son recomendadas por prestigiosos terapeutas de un gran número de países. Actualmente las sesiones de escalada en rocódromos o las quedadas a través de redes sociales para hacer rutas cercanas a nuestro domicilio o incluso planes más ambiciosos –como subir cimas de una cierta envergadura durante nuestras vacaciones- conllevan una socialización casi tan balsámica como la actividad en sí.

12) “Refugio” de tranquilidad. Transitar por terrenos casi vírgenes, sin ruidos y la mayoría de ellos exentos de masificaciones e incluso pernoctar dentro constituye un remedio muy eficaz contra el estrés y las prisas excesivas del estilo de vida actual. El silencio a menudo será uno de tus más apreciados compañeros cuando pises una cumbre solitaria o te acuestes en tu saco de dormir.

13) Ralentizar el tiempo. Algunos experimentados excursionistas y alpinistas de varios continentes han comentado en diferentes ocasiones que el tiempo parece transcurrir mucho más despacio cuando están en la montaña. Para muchos casi desaparece por completo la urgencia de la vida diaria, paladean los momentos de descanso durante una larga caminata o dedican el tiempo que les apetece para contemplar un paisaje idílico, sin prisa alguna ni relojes o teléfonos móviles sonando constantemente. Para casi todos los individuos, a partir de los 40 o 50 años el tiempo parece pasar mucho más deprisa que antes y una manera positiva de disminuir tan inquietante percepción es salir más a la montaña.

14) Excusa perfecta para viajar. Dentro del proceso natural de la práctica continuada de la montaña, aparece a menudo la necesidad o la inquietud de “descubrir” lugares nuevos o comprobar personalmente si tal sitio merece tanto la pena cómo nos han contado. Si viajar es una de las actividades más recomendables que puede hacer un ser humano (siempre que se haga de forma sostenible y respetando a los demás) , la montaña es la excusa perfecta para animarnos a hacerlo durante muchos años.

15) Redescubrir placeres sencillos. ¿Existe un sitio en el que un poco de agua fresca o un simple bocadillo pueda sentarnos mejor que en la naturaleza? Escuchar la lluvia golpeando el doble techo de una tienda de campaña mientras permanecemos secos en su interior o dejarse embriagar por el olor de un bosque frondoso es una delicada delicia disponible fácilmente a nuestro alcance. 





1 comentario:

  1. Buenas noches.
    Me llamo Ricardo y estoy interesado en contactar con vosotros para salidas los miércoles. Sería posible?
    Buen díaa

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