miércoles, 28 de junio de 2017

Excursión 355: Embalse de Picadas en piragua

FICHA TÉCNICA
Inicio: Embalse de Picadas

Final: Embalse de Picadas
Tiempo: 3 a 4 horas
Distancia: 5,7 Km 
Desnivel [+]: 12 m 
Desnivel [--]: 12 m 
Tipo: Ida y vuelta
Dificultad: Baja
Pozas y agua: Sí
Ciclable: No
Valoración: 3,5
Participantes: 24

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta























PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
* Mapa 3D (archivo kmz)

RUTA EN WIKILOC
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RESUMEN

En el embalse de Picadas nos reunimos esta vez, no para caminar, como es habitual, si no para remar, cambiando las botas por las palas.

En un día soleado, pero con algo de viento, ayudamos a Luis, nuestro monitor, a descargar las piraguas y una vez perfectamente alineadas en el agua, nos pusimos los salvavidas mientras cada cual cogía su correspondiente pala.

Una breve charla teórica sobre el uso de las palas y cómo navegar, nos doctoró como piraguistas. Enseguida todos estábamos en el agua, la mayoría realizando unas eses tremendas hasta dominar lo de avanzar a derecha o izquierda a voluntad, no sin antes darnos la risa de vernos unos a otros. Y es que no es fácil coordinar los movimientos de los dos o tres que íbamos en cada barca. 

Con la supervisión de Luis y sus ayudantes, nos adentramos en el largo brazo que forma el embalse de Picadas en dirección hacia su presa, construida en 1952 sobre el cauce del río Alberche. No lo debíamos estar haciendo muy bien para que Luis nos reuniera a todos en la orilla derecha y nos insistiera en cómo lograr navegar en línea recta.

Vuelta a probar, a ver si ahora nos sale mejor, pero no, no es fácil, aunque algunos pareciera que llevaban haciéndolo toda la vida. Al llevar unos cuantos metros, ¿o se dicen millas marinas?, tras una curva que forma el embalse, nueva reunión, esta vez para darnos consejos de cómo moverse con viento, ya que sopla con cierta fuerza dificultando nuestro avance.


Con toda la teoría aprobada, faltaba examinarse de la parte práctica, y poco a poco fuimos haciéndonos con ella, lo que quedó demostrado al llegar al puente que salva un meandro del embalse, pasando bajo los ojos del mismo, para arrimarnos a continuación a la orilla.


Una vez amarradas las piraguas unas con otras, la mayoría descendimos como pudimos a tierra, mientras otros prefirieron quedarse en las piraguas y no arriesgarse a caer al agua en la maniobra de desembarque. Fue el momento de tomar un tentempié y de reencontrarnos con Antolín, que nos había ido siguiendo desde tierra, me imagino que tronchado de la risa viendo nuestra destreza en este deporte.

Tras el descanso, de nuevo al gua, con el objetivo de  al menos llegar al puente que cruza de lado a lado el embalse, porque alcanzar el muro de la presa hoy sería imposible con el viento, cada vez más presente.


Con cierta alegría al comprobar que eramos nosotros los que dirigíamos la piragua y no al revés, alcanzamos el mencionado puente, e incluso lo rebasamos en un alarde de dominio casi completo de las artes marineras, mientras Antolín inmortalizaba la escena desde lo alto del puente.


Pero había que regresar y fue entonces cuando de nuevo fuimos conscientes de nuestras limitaciones, el fuerte viento nos bajó de nuestro pedestal al ver que de nuevo comenzábamos a hacer eses, y lo que era peor, sin apenas avanzar. Nuevas instrucciones, "cuando el viento arrecie, quedaros quietos, y cuando amaine avanzar con fuerza", nos decían para evitar cansarnos inútilmente.

La técnica dio resultado y aplicándola como podíamos nos fuimos acercando al punto de partida, no sin antes arremolinarnos unos con otros, teniendo que apartarnos a empujones, lo que fue mal interpretado por no sé qué Unión Internacional de Piragüismo como un intento de aprovechamiento de ciertos nobles remeros de indudable deportividad y honestidad (ja, ja).


No sin poco esfuerzo, alcanzamos la meta, felices por haberlo conseguido y sonrientes por lo bien que lo habíamos pasado.

Solo quedaba volver a montar las piraguas, entregar los salvavidas y palas y poner rumbo al restaurante de Navas del Rey, donde no faltó el buen humor y entrega de estrellas, pero esa es otra historia.


En vista de todo ello, esta excursión se merece una nota de 3,5, mermada por no haber podido alcanzar la presa.

Paco Nieto

FOTO REPORTAJES
Foto reportaje de José María Pérez

FOTOS
Fotos de Antonio López
Fotos de Enrique Cid
Fotos de Paco Nieto

miércoles, 21 de junio de 2017

Excursión 354: El Zorro y el Lobo de Cercedilla

FICHA TÉCNICA
Inicio: Cercedilla

Final: Cercedilla 
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 14,5 Km 
Desnivel [+]: 745 m 
Desnivel [--]: 745 m 
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas y agua: No
Ciclable: No
Valoración: 3,5
Participantes: 30

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta

























PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta

















TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
* Mapa 3D (archivo kmz)

RUTA EN WIKILOC
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RESUMEN

Ante los calurosos días que estamos sufriendo este mes de junio, el Boss nos ha preparado una suave excursión circular de 12 km y unos 600 m de desnivel máximo  por la zona de Cercedilla (Camorritos, pradera de Navarrulaque, miradores de los poetas,..) y al final como objetivo, encontrar un lince y un lobo dibujado en unas piedras que hay en la zona.

Esta vez éramos sólo Esteban F, y yo los senderomagos de Campamento, y tuvimos suerte esta mañana de no encontrar mucho tráfico por lo que en 50’ ya entrábamos en el nuevo y gratuito aparcamiento subterráneo que tiene Cercedilla, que era el punto de encuentro de hoy. Como disponíamos de 20’ para tomarnos un café antes de la salida, nos encaminamos junto con el Boss hacia el café Colonial, regentado por las hermanas Sotero (Montse, Pilar y Cristina) que son como familia para mí. Estaba paladeando mi expresso cuando el Boss me informa que “he sido tocado por la varita mágica y se me ha adjudicado la redacción de la crónica de la excursión”. Vaya – pensé - sigue siendo peligroso vivir descuidado estos minutos iniciales de las marchas….pues al tajo, papel en blanco y a ver cómo sale mi tercera crónica del GMSMA.

A las 10 en punto y después de los tradicionales saludos, besos, comentarios,… iniciamos la marcha desde la plaza mayor de Cercedilla los 30 senderomagos que habíamos acudido hoy a la convocatoria del Boss; nos acompañaba por primera vez  José Luis F. Jr., dueño de nuestra mascota Teo y tan majo como su padre.

Pasando por delante de los nuevos aparcamientos torcemos a la izquierda por Paseo de los Rincones subiendo hacia el camino de la Cerca de la Mata, por el cual abandonamos enseguida las casas. A la altura del arroyo de La Teja, tiramos hacia la derecha hasta un depósito de agua, desde donde hacemos un hábil zig-zag diseñado por el Boss por los caminos de Mata Robledal, Levante, Rio Pradillos y Majavilan,  que nos hacen llegar rápidamente hasta el apeadero de Camorritos, donde se encuentra también una pequeña capilla. Este primer tramo de 2.7 km nos ha permitido subir un desnivel de 175 m sin enterarnos.

A partir de aquí, atravesamos un par de veces la pequeña vía del tren que une desde 1923 Cercedilla con el Puerto de Navacerrada y luego el Puerto de Cotos, siguiendo el camino de Siete Picos hasta llegar al arroyo del “Polvillo” (vaya nombre, espero que no se lo pusiera alguien como recuerdo de una mala tarde). Unos 400m más adelante torcemos a la izquierda hacia la vía que atravesamos de nuevo (km 4 de nuestra marcha)  y durante unos 500m seguimos paralelos casi a la vía, tras lo cual giramos a la izquierda en sentido norte. Aquí el Boss nos avisa que iniciamos la única subida un poco exigente de la marcha de hoy. Después de unos 300m de ascenso paramos a refrescarnos en las agradables y frescas aguas del riachuelo Pradilllo, donde, como chiquillos que somos, lo pasamos en grande mojamos nuestras gorras y sombreros. Otros como Marcos, se dedicaron con fortuna a buscar setas.

Ya sin más paradas, subimos prácticamente paralelos al cauce del Pradillo hasta la cota máxima de esta marcha (1710m)  donde enlazamos con el Camino de Pata de Cabra que pertenece a la Senda Herreros que sube a Siete Picos. Llevamos 6 km y 510 de desnivel y hemos podido oler la jara florida que abunda en la zona y contemplar al completo la majestuosa silueta de Siete Picos; bueno en realidad desde este lado Sur sólo se aprecian 6 picos pues no se puede ver Majalasna como me apuntó un versado en el tema.

Aquí torcemos a la izquierda siguiendo este Camino Pata de Cabra en dirección a los miradores de los poetas, que según el Boss se encuentran a 3 km prácticamente llanos, aunque pararíamos antes a comer el bocadillo en la pradera de Navarrulaque, que queda a mitad de camino.

Puestos de nuevo en marcha nos sorprende una fuente con agua fresquita que hace las delicias de todos, pues el día es de bochorno, sin una gota de brisa; no obstante el calor no nos agobia pues la marcha el Boss la ha diseñado aprovechando la sombra de los árboles.

A los pocos metros unas rocas nos sirven de asiento  para descansar y esperar a unos senderomagos rezagados que se habían adentrado (a sabiendas pues son estrellas negras experimentadas) en otro sendero que seguía hacia el norte en lugar de torcer a la izquierda. Dadas las vistas que teníamos desde allí y la cercanía a la generosa fuente,  y una vez consultado vía radio el Boss, se decidió tomar el pequeño refrigerio de las 12. Por cierto que luego me enteré que estas peñas donde nos encontrábamos se llaman las Rocas de Lain porque hay escrito en una de ellas unos párrafos de Pedro Lain Entralgo sobre la Sierra de Guadarrama y además que existe un petroglifo de un dragón dibujado. Lamentablemente el dragón no le vi, pero seguro que habrá otra ocasión.

En este ambiente solaz estábamos, cuando en lugar de nuestros esperados compañeros, aparecieron un grupo numeroso de jóvenes alegres de 3º de la ESO, provenientes al parecer de Collado Mediano, que se encontraban de excursión con sus profesores. Tal como alguno constató conocían bien a Pepa, senderomaga de esa localidad.

Consultado de nuevo el Boss por radio, se decide continuar camino hacia la pradera cercana de Navarrulaque a la que llegamos en un abrir y cerrar de ojos,  esta vez guiados por Paco N.  Casi al llegar encontramos un gran banco de madera homenaje a Enrique Herreros (Malasaña 1903- Picos de Europa1977) que fue humorista, dibujante (La Codorniz), cineasta, fotógrafo, grabador, montañero (senda de los Herreros)…y por si fuera esto poco, fue descubridor Nati Mistral y manager de Sara Montiel ( casi na¡).

Un poco más adelante y junto a un indicador de los cruces de caminos que se dan en ese punto (senda de Herreros, de las Encinillas, de los Alevines, Carretera de la República…), se encuentra la Puerta de la Fuenfría, una de las entradas al Parque Nacional Sierra de Guadarrama.

Una vez recargadas nuestras cantimploras en la fuente del refugio de Aurrulaque que está en la pradera de Navarrulauqe y reagrupados de nuevo los 30 senderomagos de hoy, tomamos asiento a la sombra por las cercanías para dar cuenta del bocadillo.

Finalizado el tiempo de viandas y después de tomar la consabida foto de grupo, esta vez realizada por uno de los escolares que disfrutaban como nosotros de la pradera, reiniciamos la marcha…. bueno, no exactamente, pues dedicamos otros 15’ a sacar fotografías a los varios saltimbanquis que hay en el GMSMA, mientras realizaban peligrosas figuras y equilibrios junto al monumento de traviesas en honor de Siete Picos y los primeros caminantes de esta sierra.

Estos monumentos que se encuentran en la pradera se instalan algunos años con motivo del “Aurrulaque”. El “Aurrulaque” es un evento sociocultural que lleva celebrándose más de 30 años, a fin de difundir y defender los valores de la Sierra de Guadarrama. Se suele celebrar en julio y consiste en una marcha por la sierra, organizada por el ayuntamiento de Cercedilla junto con varios grupos-sociedades de montaña, que finaliza en la pradera de Navarrulaque. Suele contar con bastantes representantes de la vida cultural y literaria madrileña.

Tomamos la carretera de la Republica y en los siguientes 900 metros nos divertimos verificando la hora en el “reloj solar de Cela”, admirando las vistas desde el mirador de Vicente Aleixandre y desde el mirador de Luis Rosales, y dejando plasmadas en cientos de fotografías la belleza simpar del lugar.

A poco más de 1 km y bajando 200 m de desnivel, en la zona llamada Herrén de Cebrián, nos encontramos con las piedras que guardan los petroglifos del lince y el lobo (último objetivo de la marcha de hoy). Más fotos, más poses, charlas tranquilas,…desde luego hoy íbamos sobrados de tiempo…hasta Angel R.O. se echó una cabezadita.

Como anécdota decir que durante la bajada oímos en la lejanía helicópteros y sirenas de bomberos, pero no podíamos ver qué sucedía, pues caminábamos entre los pinos; por ello la bajada fue rápida y silenciosa (yo diría que un poco de acojono sí que se notaba) hasta que desde las piedras de los petroglifos vimos que estaban tirando agua en una zona lejana en la que no se veía fuego, por lo que supusimos que estaban de entrenamiento. Posteriormente vecinos de Cercedilla me informaron que se trataba de apagar un rescoldo que un rayo había provocado la noche anterior.

Sobre los petroglifos y en base a posteriores investigaciones de Paco N. resulta que ni lince ni lobo, se trata en realidad de la cabeza y cuerpo entero de un zorro, o al menos eso parece, que han sido realizados al igual que otros petroglifos de la zona, por un artista local.

La bajada la continuamos por la falda del monte, siempre a cubierto de los rayos solares hasta llegar al arroyo de la Teja, donde entramos en lo que es la urbanización de Camorritos y por la Calle  Ramón y Cajal llegamos raudos de nuevo hasta la vía a la altura del apeadero. Cerca en una esquina y casi abandonado, está el monumento en memoria del ingeniero José de Aguinaga, promotor y fundador de esta colonia de Camorritos.

Luego ya por el camino de las Tajas, atravesamos de nuevo el arroyo de la Teja, y paralelos a la vía pasamos delante del centro hípico los Ciruelos (con bonito expositor de copas-jarras que se ven desde la calle) y tomando a la izquierda el camino de la Cerca de la Mata, entramos en un suspiro de nuevo en Cercedilla, donde nos acoplamos en una terraza al lado del ayuntamiento para tomar las preceptivas cervezas de recompensa. El bar se llama “El Paso” y nos trataron a cuerpo de príncipe: no sólo nos sirvieron rápido las frescas jarras con el dorado líquido, sino que fuimos obsequiados por la dueña, con un refrescante y personalizado rociado de agua pulverizada…gracias Pety.

Y aunque la tarde estaba calurosa, al volver no sufrimos para entrar en los coches ya que les habíamos dejado en el parking subterráneo. Hasta en esto había pensado nuestro Boss¡¡

Finalmente y siempre aceptando la posible corrección posterior de “nuestros mayores” y “estrellas superiores”,  le doy 3’5 sicarias a esta tranquila y bonita excursión.
Alejandro

FOTO REPORTAJES
Foto reportaje de José María Pérez

FOTOS
Fotos de Antonio López
Fotos de Enrique Cid
Fotos de Joaquín Sastre
Fotos de Paco Nieto

miércoles, 14 de junio de 2017

Excursión 353: Cuerda Larga desde La Morcuera

FICHA TÉCNICA
Inicio: Puerto de la Morcuera

Final: Puerto de Navacerrada 
Tiempo: 7 a 8 horas
Distancia: 20,2 Km 
Desnivel [+]: 1338 m 
Desnivel [--]: 1218 m 
Tipo: Sólo ida
Dificultad: Alta
Pozas y agua: No
Ciclable: No
Valoración: 3
Participantes: 33

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta























PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
* Mapa 3D (archivo kmz)

RUTA EN WIKILOC
La primera frase cuando me senté en el coche ¡Me ha encasquetado la crónica de la cuerda larga! O también podríamos decir: encalomado, endilgado, endosado, endiñado, apalancado, largado y otras que no conozco, pero que todo el mundo entiende en cuanto las oye, aunque no tengan un significado claro en nuestro diccionario de rico español y no los siesos de los ingleses que no le ponen gracia a las traducciones.

Lo tienes fácil me contestaron mis compis de viaje, te coges la anterior crónica y la escribes al revés y ya está ¡Oye que idea me acabas de dar!

Me pongo a ello y escribo el título:

AREUCROM AL EDSED AGRAL ADREUC :353 NÓISRUCXE

¡Uy! Me da que no es tan buena idea, luego no me queda otra que escribirla en orden inverso que la anterior.

Miércoles 14 de Julio 2017:
Pongámonos en situación: Llegamos al aparcamiento del puerto de Navacerrada al encuentro de todos los senderistas del Gmsma que se han atrevido al desafío de la Cuerda Larga y bien es verdad que tenía todos los ingredientes para un desafío extremo, como las películas de acción, a saber:
-  Sol implacable y temperaturas altas, muy altas.
-
  Unos 20 kilómetros por delante.
-  Muchas horas por delante.
-  Ni un árbol, ni una sombra, miento había alguna unisombra, tipo lagartija.
-  Caminos serpenteantes como los que van a los castillos de la bruja.
-  Sin agua en todo el trayecto salvo en los 2 últimos kilómetros.
-  Buitres acechando y soltando plumas.
-  Subidas y bajadas interminables como montañas rusas.
-  Vacas despistadas por las alturas.
- Y lo más importante, los protagonistas de la película, los senderomagos, que buena falta nos iba a hacer algo de magia para acabar indemnes al final del día.

Ya en el aparcamiento nos espera un autobús muy nuevo que nos llevará hasta el puerto de la Morcuera, bien por la logística.

Después de las escenas de saludos e imágenes veraniegas, pies descalzos, cremitas solares, panameños, gorras del desierto y otros atuendos acordes al evento, nos metemos en el autobús 27 senderomagos, entre los que se incluyen el hijo de Paco Donaire en su primera excursión, bajando la media de edad.

Arrancamos a las 10 en punto y nos queda una horita de viaje que se aprovecha para charlar y aflojar la guita al
líder recaudador.

Ya en la Morcuera nos esperan 6 más y la perrita Mecha, saludos rápidos y comienza la marcha entrando en la Cuerda Larga por una puerta, en contra de nuestra costumbre que en casa entramos por las ventanas.

Empezamos a subir por la senda de la Najarra y unos cuantos valientes la suben por la parte más empinada, pero están fuertes y hay que reconocer que van sobrados. Hemos arrancado de 1776 metros y llegamos al collado de la Najarra, esta subidita y el calor apretando y la imagen de nuestra mascota Mecha debajo de un arbusto con la lengua fuera lo decía todo, provocando el estiramiento del grupo que avanzaba muy despacio. Arriba ya empezaron las retenciones y esperas preludio de lo que iba a ser el día, esta primera espera estaba justificada esperando a los valientes.

Continuamos no demasiado agrupados hacia la loma de los Bailanderos con 2133 metros, el paisaje a lo lejos no es muy halagüeño, loma descarnada camino serpenteante y calor, paramos en la loma a tomar el refrigerio reagruparnos y despedir a las estrellas fugaces.

En marcha otra vez, a bajar por las bailonas piedras, dándole encanto al camino jugando a saltar de piedra en piedra y al levantar la cabeza vemos una larga bajada hacia el collado de Pedro de los Lobos en el que se vislumbraban unas bucólicas vaquitas, con una subida larga hacia Asómate de Hoyos con 2242 metros y gracias a que el viento soplaba y refrescaba se sobrellevaba la caminata. Así que una vez que pasamos por el medio de las vacas con sus cornamentas y caras lánguidas y llegamos a Asómate de Hoyos nos volvemos a reagrupar y con la vista puesta en lo que queda hasta las Cabezas de Hierro empezamos a andar muy estirados.

Por mucho que intente aderezar José María su foto reportaje con las maravillosas vistas de Peñalara y La Pedriza, la verdad que es un secarral todo el paisaje, exagerando un poco tiene un cierto parecido a mis Monegros, aunque tengo que reconocer que se vieron dos neveros tamaño nevera de piscina y no hay nada más que comentar hasta antes de acometer las Cabezas de Hierro, aburrido camino sin saber qué tan lejos venían los de detrás y decidimos parar a comer, otros decidieron subir antes de comer.

Después de una larga espera nos enteramos que Julián había sufrido un pequeño incidente “pata de palo” del que fue atendido rápidamente y terminó reponiéndose.

Terminamos de comer y acometemos Cabeza de Hierro Mayor llegando a los 2381 metros, aprovechamos el reagrupamiento para hacer la foto de grupo.

Se vislumbra a lo lejos la Bola del Mundo, pero queda bajar de donde estamos y subir a Cabeza de Hierro Menor con 2376 metros, volver a bajar al collado y volver a subir al cerro de Valdemartín con 2282 metros ¡Vamos entretenidísimo! Y de ahí a las cabezas de pista, bajada sin esquís y subir a la Bola del Mundo.

Estas subidas y bajadas hicieron mella en el grupo que se alargó bastante, eran ya muchos kilómetros y nuestro compañero José María iba algo tocado, pero estaba apoyado por Joaquín que no lo abandonó en ningún momento.

Y llegó el último agrupamiento para decidir bajar por la senda de los tubos en busca de una fuente que resultó estar fresquísima.

Ya sólo quedaba un poquito de bajada hasta el aparcamiento y las merecidas cervezas o refrescos para los conductores, las caras se recompusieron y mejoramos el aspecto de cansados.

Atrás unos 20 kilómetros de los que mitad y mitad de subidas y bajadas y cuarto mitad de piedras, camino pesado y sensación de largo camino, gracias al continuo calor y ni una sombra.

Eran ya pasadas las 7 de la tarde, contando el tiempo en el autobús 9 horas. 
Mención especial a la única senderomaga “Pepa” que ha hecho todo el camino y con el extra de la subida a la Najarra.

Quizás sin tanto calor los ánimos hubiesen sido otros, así que valoro esta excursión con tres sicarias y gracias.

Hasta la  próxima Cuerda Larga y, si puede ser, al derecho. 
José Antonio Aguerri

FOTO REPORTAJES