miércoles, 31 de marzo de 2021

Excursión 554: La Tornera y Collado de las Portillas desde Puebla de la Sierra

FICHA TÉCNICA
Inicio: Puebla de la Sierra
Final: Puebla de la Sierra
Tiempo: 6 a 7 horas
Distancia: 15,1 km
Desnivel [+]: 936 m
Desnivel [--]: 936 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas y agua: 
Ciclable: No
Valoración: 4
Participantes: 10

MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta


















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta












TRACK
Track de la ruta (archivo gpx) 

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH 
* Mapa 3D (archivo kmz)

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RESUMEN
Parafraseando a Jaime Gil de Biedma en su De Vita Beata, “en un pueblo” de la Sierra Norte de Madrid, en vez de en el mar que dijo el poeta, “poseer una casa y poca hacienda y memoria ninguna. No leer, no sufrir, no escribir, no pagar cuentas y vivir como un noble arruinado entre las ruinas de mi inteligencia”. Así me gustaría vivir en esta zona alejada de Madrid pero cerca del paraíso.

Con esta pretensión de acercarnos al paraíso, unos cuantos senderomagos y el perro Twitter, acudimos a la cita de Antonio en pos de tan noble empresa.

Traíamos como objetivos subir al Pico de La Tornera, Pico de la Centenera y deleitarnos al final con unos magníficos quesos artesanales que producen en una cooperativa local “Los Apisquillos” donde tengo a un familiar que decidió hace años junto con unos amigos retirarse a una vida rural distinta a la que tenemos la mayoría.

Si tengo que destacar las tres características de esta excursión son, primero la espectacularidad del paisaje, abrupto, virgen donde la vista se pierde en un mar infinito de montañas sin atisbar apenas vestigios de civilización. Donde los oídos se complacen en el silencio absoluto, solo interrumpido por el que produce la propia naturaleza con el viento, arroyos y animales. Sin escuchar el runrún de la civilización humana que inevitablemente se escucha por otras zonas de la sierra madrileña. Por todo ello pienso que estamos en una antesala del paraíso.

La segunda característica es que, para alcanzar ese paraíso, no queda más remedio que sufrir con subida y más subida. Al final computamos unos 900 metros en un recorrido de unos 15 km.

Y la tercera característica es la de ver cómo se nos chafa ese intento de lograr la gloria del paraíso al ponernos los pies en la tierra o mejor dicho el culo, por las numerosas caídas que tuvo el grupo de las que creo pocos se libraron. Toda la zona de la cuerda es una continua cresta de bloques de pizarra y piedra suelta, aspecto que endureció la marcha y que no hizo abandonar las pretensiones iniciales de recorrido.

Una vez hecho el resumen, el lector es libre de abandonar la lectura porque pasaré a detallar la ruta, algo que personalmente siempre pienso es inútil. No sé quien podrá hacer caso de estas indicaciones verbales sin acabar perdido y sin olvidarse a los diez segundos de la nomenclatura usada. Pero como es costumbre el hacerlo, estamos en semana de penitencia y además hemos fracasado en llegar al paraíso no me queda más remedio que describirla.

Los primeros cuatro kilómetros y medio acaparan casi todo el desnivel acumulado con unos setecientos metros de subida continua desde Puebla de la Sierra hasta el primer objetivo del día, Pico de la Tornera con 1865m de altura.

Empezamos por la ladera oeste del pueblo a través de un agradable robledal, atravesando tramos de jara pringosa, donde alguna víbora se interpuso en nuestro camino para premonitoriamente avisarnos de nuestra condición pecadora.

Alcanzamos en poco menos de una hora una pista, donde ya el paisaje se despejó de vegetación, curiosamente llamado La Torrecilla que no tiene nada que ver con el Cerro de la Torrecilla (ver excursión 463 del GMSMA por Alpedrete de la Sierra), y que sirve de antesala de subida a este pico. Si otro día nos decantamos por subir a La Centenera como hoy pretendíamos, una opción puede ser subir entonces por el más conocido Cerro de La Torrecilla mencionado.

Continuamos por pista en exigente subida hasta Cabeza Minga, donde paramos a realizar el Ángelus casi a la una como si todavía no nos hubiéramos adaptado al cambio horario. Departimos sobre vivencias pasadas del grupo mientras con la vista vamos distinguiendo en la cuerda la cima a la que todavía nos queda subir otros doscientos metros.

Puestos en marcha alcanzamos la cuerda desde donde las vistas son ya espectaculares hacia la sierra de Guadalajara y las más conocidas para nosotros de Somosierra y Guadarrama.

A partir de este punto de la cresta empiezan a aparecer los mares de pizarra suelta en subida hacia La Tornera. Vamos deleitándonos con las vistas a nuestra izquierda de la Cabeza del Viejo, Colmenar de la Sierra y resto de la sierra de Guadalajara.

Proseguimos por el lado madrileño de la cuerda, dispuestos a no saltarnos el cierre perimetral entre CCAA y a no hacer el cabra por la cima, pero que no nos evita el hacerlo por la ladera, ya que está inundado de pizarra en arista vista y suelta, que provoca las primeras caídas del día afortunadamente sin consecuencias mayores.

Por el camino aparecen los primeros narcisos de los prados, que con sus flores amarillas nos anuncian la llegada de la primavera, que los robles de la zona se resisten todavía a mostrar.

Dada la dificultad de avance y que la hora se nos echaba encima, decidimos abandonar el segundo objetivo del día de subir a La Centenera y en el Collado de las Portillas emprendemos el abrupto descenso por la Garganta del Portillo, hasta alguna de las pistas forestales que conducen al pueblo. Por el camino o mejor dicho por el campo a través, algunos de nuevo toman contacto, nunca mejor dicho, con la realidad terrenal yéndose al suelo por lo empinado y deslizante que está el terreno con arena suelta.

Continuamos unos tres kilómetros por la pista que nos llevaría hacia la zona de La Torrecilla por donde empezamos a subir, pero que por no repetir camino y ahorrarnos algún kilómetro se decide bajar al Arroyo Valluengo y posterior subida a la loma de Cui La Lagunilla, por una trocha que oculta una conducción de agua para el pueblo.

Una vez alcanzada esta loma, se atisba finalmente el pueblo al que llegamos por cómoda pista con refrescante chapuzón en pilón para el perro y aperitivo cultural escultórico, antes de las cervezas, por el Valle de los Sueños justo en la entrada del pueblo para todos los senderomagos.

Finalmente la hija de mi prima no pudo atendernos para despacharnos el ansiado queso de cabra que producen, por estar liada en los corrales y el grupo se queda sin lograr otro de los objetivos del día. 

Dejo en mis fotos el cartel que tienen en la entrada por si en otro futuro intento de acercarse al paraíso algún senderomago quiere redimir sus penas por aquí.

Por todos estos intentos aunque loables pero fallidos en nuestra búsqueda de la gloria y el paraíso no puedo dar la máxima calificación a esta ruta pero como se me ve el plumero en lo que me gusta la zona y siendo generoso daré cuatro sicarias a la excursión de hoy.
César Rodríguez Bachiller

FOTOS
* Fotos de César Rodríguez
* Fotos de Jorge Montero

miércoles, 24 de marzo de 2021

Excursión 553: La Solana y Canto Hastial desde Moralzarzal

FICHA TÉCNICA
Inicio: Moralzarzal
Final: Moralzarzal
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 17,4 km
Desnivel [+]: 655 m
Desnivel [--]: 655 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas y agua: 
Ciclable: No
Valoración: 4
Participantes: 32

MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta

















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta












TRACK
Track de la ruta (archivo gpx) 

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH 
* Mapa 3D (archivo kmz)

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RESUMEN
Tengo que empezar diciendo que amaneció un día espectacular, sin una nube en el cielo, con una temperatura fantástica, ideal para caminar.

Siempre me da mucha alegría reencontrarme con este grupo de senderistas que cada miércoles vamos a por todas, a esforzarnos físicamente y a pasar un buen rato, aunque este puñetero virus nos impide darnos un abrazo.

Confío y espero que poco a poco el bicho se muera y todos podamos vivir con más confianza y alegría de cara al futuro.

El punto de encuentro para la excursión fue en el pueblo de Moralzarzal, su nombre proviene de la unión de dos pueblos vecinos, Fuente del Moral y Zarzal, a mediados del siglo XIV. Moralzarzal es un municipio madrileño que está situado al pie de los cordeles de la sierra de Guadarrama.

Su término municipal, con 42,6 km², tiene un trazado muy irregular. Esto hace que comparta frontera con otros muchos municipios de la zona y, a la vez, que sea uno de los de mayor extensión de los que le rodean.

Está situado a 979 metros de altitud, pero rodeado de alturas importantes. Destaca, al oeste, Peña Albú, con 1302 metros; al noroeste, Cabeza Mediana o Cerro Cañal, con 1331 metros; y al sur, La Solana, con 1284 metros; Canto Hastial, con 1376 metros; Cerro Lechuza, con 1127 metros; y El Estepar, con 1402 metros.

Empezamos la ruta a las 10:30 de la mañana, desde el polideportivo y pasamos por un camping, llegamos a una zona muy boscosa con muchas jaras y pinos y comenzamos el ascenso.

El terreno era bastante abrupto, no había ninguna senda o camino, pero como siempre Antonio con su GPS nos fue guiando y subiendo hacia el cerro de la Solana con 1284 metros de altitud desde donde pudimos ver un paisaje muy parecido a la Pedriza, con piedras y peñascos singulares por todos los lados.

Conforme íbamos llegando al Cancho Hastial, con 1376 metros, empezamos a oír detonaciones y tiros que provenían del campo de tiro de Hoyo de Manzanares. Voy a añadir una información respecto al campo de tiro que yo personalmente lo desconocía y creo que os puede interesar

El Campo de tiro y maniobras de El Palancar está situado en el noreste del municipio de Hoyo de Manzanares, lindando por el sur y por el oeste con la Academia de Ingenieros del Ejército.

Se formó mediante la adquisición de varias fincas, que fueron expropiadas entre 1948 y 1959, añadiéndose posteriormente otras, hasta alcanzar una extensión de 2.183 hectáreas. Además de Hoyo de Manzanares, abarca terrenos en los términos municipales Moralzarzal, El Boalo - Cerceda - Mataelpino y Becerril de la Sierra.

Debido a albergar las mencionadas actividades castrenses está sometido a estrictos controles medioambientales para contrarrestar su efecto. En el libro La Sierra de Hoyo de Manzanares: el campo militar de adiestramiento de El Palancar y sus condiciones ambientales, obra de Jesús Tornero Gómez, se detalla exhaustivamente las condiciones en que se desarrollan las actividades de las Fuerzas Armadas junto con las medidas tomadas dentro de las instalaciones militares para minimizar el impacto medioambiental, sustentados en el principio básico de desarrollo sostenible.

El Consejo de Ministros declaró el 21 de junio de 2019 a El Palancar zona de interés para la Defensa Nacional con el objetivo de la salvaguardia de los intereses de la Defensa Nacional, asegurando la seguridad y eficacia de sus organizaciones e instalaciones Dentro de él se encuentran dos importantes muestras del patrimonio cultural Hóyense: el Yacimiento arqueológico de El Palancar y la Torre de la Torrecilla.

Seguimos ascendiendo por la senda Piqueras y allí paramos a descansar, tomar un refrigerio y contemplar el paisaje que era espectacular.

Nuestra tranquilidad se vio interrumpida porque dos de nuestras mascotas (Twitter y Tilo, dos machos sin castrar) se enfadaron, todavía no sabemos el porqué, pero llegaron a las manos y dientes….., por suerte no paso nada grave, salvo algunos rasguños y dentelladas varias y leves.

Al cabo de unos minutos y un poco más descansados continuamos la ruta hacia el Mirador Casa Peña Liendre, que está a 1210 metros, bajando con más ánimo, porque ya nos iba quedando menos para llegar al Mirador y por tanto descansar un poco más.

En el Mirador Casa Peña Liendre hicimos el parón para almorzar y contemplar las vistas que eran espectaculares se podía ver muchos pueblos de la sierra, Becerril de la Sierra, El Boalo-Cerceda-Mataelpino, Guadarrama, Collado Villalba, Alpedrete y hasta El Escorial se podía divisar.

Con la pancita llena, continuamos la ruta de vuelta a Moralzarzal, ahora ya solo era bajada, pero algunos tramos estaban bastante resbaladizos, Manuel dio un traspié y se cayó, pero supo caer bien, de ahí que solo se hiciera magulladuras en una mano, yo lo vi por detrás y creía que se había roto algún que otro hueso más, Dios que susto.

Continuamos la bajada, ya un poco más concentrada en el terreno, no sea que yo fuera la siguiente en caer…... Llegamos a pasar por un mini riachuelo que Tilo y Mecha aprovecharon para saciar toda la sed que tenían, que era bastante a juzgar por como lo dejaron, Tilo casi se rebozó en él para refrescarse el gaznate y su linda melena.

La bajada fue rápida porque llegamos a la Senda Piqueras, pasamos por Lancha de los Mochos, a partir de ahí ya fue pan comido, pero también es verdad qué algunos, yo me incluyo, ya estábamos un poco tocados.

Pasamos por un depósito de agua y llegamos a la Urbanización Fontenebro donde los compañeros José María, Ana Chini y Joaquín Sastre decidieron quedarse para terminar lo que quedaba de ruta en un taxi hasta el polideportivo. (Joaquín tuvo una rotura fibrilar en el abductor).

El resto continuamos el paseo por un camino llanito donde había arroyos a ambos lados y casas, llegamos al polideportivo sobre las 5:30 PM.

La excursión al final fueron más kms y desnivel, total 17,4 km y 655 desnivel, yo estoy un poco desentrenada, no sabría cuantas sicarias adjudicarle, pero teniendo en cuenta el terreno, por lo menos 4 le otorgo.
Toñi Esquinas

Después de una larga espera
por fin llegó el equinoccio,
y, por tanto, la primera
excursión de primavera.
Esta jornada de ocio
tuvo su punto inicial
en el polideportivo
de allí, de Moralzarzal,
en un ambiente festivo,
como es lo habitual.

La primera encrucijada
fue una espinosa alambrada
que de una forma elegante
saltamos, como si nada,
para seguir adelante
por ladera nada llana,
sino más bien inhumana,
entre jaral y pinar,
mucha piedra irregular
camino de la Solana,
una pedregosa loma
que entre las demás asoma;
ese fue el lugar en el que
tomamos un tentempié;
fue nuestra primera toma.

Proseguimos la excursión
contentos y bien nutridos,
íbamos tan distraídos
cuando así, de sopetón,
oímos los estampidos:
—¿Qué son esas explosiones
que hacen la tierra temblar?
—No son alucinaciones,
son disparos de cañones
en el campo militar.

Mas no hay nada que prohíba
que ellos jueguen a la guerra,
ni a nosotros ir p'arriba,
pues en nuestra perspectiva
de este lado de la sierra
en lo alto se veía
la que sería ese día
nuestra cumbre principal:
la cima de Canto Hastial
en creciente cercanía.

Y en esta mole de roca
que a Pedriza rememora,
tras la fatiga —no poca—,
paramos un cuarto de hora,
y corazón en la boca
contemplamos una cosa
que a todos nos tuvo en vilo:
la pelea no amistosa,
que de manera rabiosa
tuvieron Twiter y Tilo
luchando por la bebida
como si fuera su vida,
pero más nos asustamos
cuando vimos en sus amos
la cara despavorida;
no hubo sangre y, finalmente,
todo quedó en una riña,
y seguimos nuevamente
andando por la campiña
muy desenfadadamente.

Nuestra etapa posterior
llevaría al mirador
de Peña Liendres, balcón
de excepcional situación
para un buen observador,
donde el bocata tomamos
a la vez que contemplamos
vistas muy emocionantes
de las zonas circundantes;
y tras eso, nos marchamos
con las piernas muy ligeras,
bajando ya de regreso,
y tras unas torrenteras
prosiguió nuestro progreso.
por la senda de Piqueras.
Por fin ya se vislumbraba
una zona urbanizada,
poco a poco se acercaba
la meta tan esperada,
la excursión se terminaba.

—Pues te has orientado mal,
eso no es Moralzarzal,
sino Collado Villalba,
aún no has llegado al final,
y de andar nadie te salva,
todavía marcharás
cinco kilómetros más.
Algunos ya no podían
seguir al grupo detrás,
y en taxi recorrerían,
hasta el polideportivo,
el recorrido final.
El resto del colectivo
llegamos sin excesivo
deterioro personal.
Paco Cantos

FOTO REPORTAJES
* Foto reportaje de José María Pérez

FOTOS
* Fotos de Jorge Montero

miércoles, 17 de marzo de 2021

Excursión 552: Cerro de Valdemartín y Cabezas de Hierro

FICHA TÉCNICA

Inicio: Puerto de Cotos
Final: Puerto de Cotos
Tiempo: 6 a 7 horas
Distancia: 14,2 km
Desnivel [+]: 1010 m
Desnivel [--]: 1010 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas y agua: 
Ciclable: No
Valoración: 5
Participantes: 19

MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta

















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta












TRACK
Track de la ruta (archivo gpx) 

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH 
* Mapa 3D (archivo kmz)

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RESUMEN
Hacia tiempo que no caminaba con el grupo y la excursión prometía muchos alicientes, el principal, pisar nieve antes de que desaparezca esta temporada.

Empezamos esta ruta, de bastante desnivel, en el Puerto de Cotos una vez saludados todos en la distancia, como es ya rutinario tras un año de pandemia.

Lo primero fue dirigirnos hacia el el refugio del Pingarrón, no por la carretera de Valdesquí, si no por la senda que remonta el cerro situado a la derecha de ella, cruza luego ésta y se asoma a la explanada desde la que se tienen unas vistas espectaculares de Cabezas de Hierro, nuestro objetivo.

De ahí hacia más abajo, hasta tocar fondo en el arroyo de las Guaramillas, viendo las cristalinas aguas bajo el puente de madera que cruzamos ya para empezar a subir y no parar de subir, dejando la poza de Sócrates a nuestra izquierda y, por el PR-27, llegamos al mirador natural desde el que se tienen unas excelentes vistas del valle.

Allí dejamos el PR y comenzamos a ascender hacia el circo de las Cerradillas en busca del Cerro de Valdemartín, disfrutando de las vistas que nos ofrecía el espléndido día a uno y otro lado de la cresta.

Desde el Cerro de Valdemartín, puntuales a la hora del ángelus, paramos para tomar el tentempié de media mañana, disfrutando de un gran cielo despejado y de un suelo seco, sin nieve y sin apenas viento.

Aproveché para comerme unas ricas y caseras albóndigas con verduritas, una exquisitez con semejantes vistas, desde la Bola del Mundo hasta la sierra de Gredos se dejaba ver allá a lo lejos.

Una vez con las piernas ya recargadas bajamos al collado de Valdemartín para afrontar la subida a Cabeza Hierro Menor, que con sus 2376 metritos, es solo 4 metros metros más bajita que su hermana mayor.

Desde su cumbre contemplamos la arriesgada pinta que tenia la canal, con bastante nieve, para bajar de un tirón por la Norte de Cabezas y decidimos comer y dejarnos esa bajada para otra ocasión con un aspecto menos peligroso para descender.

Así es que de vuelta al collado de Valdemartín, regresamos disfrutando de la nieve cremita en la bajada para intentar esquiar con botas, je, je.

Continuamos bajando todo lo que habíamos subido, solo que esta vez nos fuimos hacia el aparcamiento de Valdesquí, para acompañar al arroyo de las Guarramillas en su descenso después de disfrutar de la esplendida compañía y vistas, deleitándonos con el susurro del arroyo hasta alcanzar de nuevo el puente de madera y de allí, de vuelta al Puerto de Cotos

En resumen, un esplendido pasein por las Cabezas que bien se merece 5 estrellas.
Helen Olague

FOTO REPORTAJES
* Foto reportaje de José María Pérez

FOTOS
* Fotos de Jorge Montero
* Fotos de Jorge Sánchez

miércoles, 10 de marzo de 2021

Excursión 551: Cabeza Piñuécar y Peña del Alemán

FICHA TÉCNICA

Inicio: Gasolinera km 79 A-1
Final: Gasolinera km 79 A-1
Tiempo: 6 a 7 horas
Distancia: 16,7 km
Desnivel [+]: 352 m
Desnivel [--]: 352 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas y agua: 
Ciclable: Sí
Valoración: 4
Participantes: 35

MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta




















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta












TRACK
Track de la ruta (archivo gpx) 

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH 
* Mapa 3D (archivo kmz)

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RESUMEN
Este miércoles el “Boss” nos convocaba en la salida 79 de la N-I para hacer un recorrido de unos 15 km por una zona cercana a Buitrago que guarda numerosos recuerdos de la guerra civil del pasado siglo. El tráfico nos fue favorable, por lo que pudimos parar en Buitrago a tomarnos un café matinal antes de reunirnos con el resto de senderomagos en el punto de encuentro.

La excursión de hoy se ha divido en 2 partes muy parecidas en duración y distancia pero muy diferentes en contenido:

· La primera sería hasta llegar al helipuerto de Gandullas, durante la que pudimos ir viendo los diferentes restos de lo que fue el frente de Somosierra sector Piñuecar-Gandullas.

· La segunda parte de vuelta al coche, transcurrió por los tranquilos senderos, prados y poblaciones ganaderas de la zona.

La temperatura y pronóstico del tiempo eran ideales para andar, así que ilusionados y alegres iniciamos la marcha a la hora acordada detrás del “Boss”, que nos encaminó por el lado izquierdo de la carretera dirección Buitrago, la cual abandonamos a unos 400m para después de atravesar una puerta para ganado, adentrarnos en la zona de lo que fue un frente de guerra.

Los primeros días de la Guerra Civil Española (1936-1939), el objetivo de unos era avanzar hacia Madrid y tomarla cuanto antes, para lo cual era muy importante tener el control de los accesos y de los embalses que suministraban el agua a la capital.

Esta zona que visitamos era clave por ser acceso rápido desde el norte por carretera y por el túnel del ferrocarril, además de tener cercanos los embalses de El Villar y Puentes Viejas. Por ello el objetivo fundamental de los otros, era defender tanto los embalses como cortar el acceso a la capital.

La historia dice que desde el 18 de julio se sucedieron tiroteos, escaramuzas y bombardeos, hasta que se consolidó un frente entre ambos bandos en el mes de noviembre de 1936, que se mantuvo fijo hasta el fin de la guerra: unos quedaron sin poder avanzar en la zona de cerros Cabeza Piñuécar y Retamosa, y otros atrincherados en la zona del cerro Velayos (Peña del Alemán) cortando el paso hacia los embalses y la capital. Esta breve reseña trata de explicar la abundancia de trincheras, fortines, cráteres y demás parapetos bélicos que hay en la zona.

Siguiendo con el recorrido, ascendimos por la ladera ante la mirada curiosa del ganado vacuno que pastaba tranquilamente. Son abundantes los restos de trincheras y “puntos de observación” que vamos dejando camino del cerro Cabeza de Piñuécar (punto más alto de la ruta de hoy con 1222m.), al cual llegamos casi sin darnos cuenta pues fuimos entreteniéndonos en pasar bajo alguna que otra valla y en efectuar paradas breves para quitar la sobrante ropa de abrigo.

Cabeza Piñuécar tiene punto geodésico debajo del cual permanece lo que fue bunker-observatorio y puesto de mando de los que querían tomar Madrid. Desde este cerro se pueden controlar perfectamente las poblaciones, embalses y accesos de la zona. El espléndido día permitió a los senderomagos disfrutar de las bellas vistas y hacerse numerosas fotografías.

Descendimos en dirección a Buitrago, dejando en nuestro camino trincheras, un abrevadero, unas colmenas, alguna cerca, un depósito de agua del Canal de Isabel II, hasta llegar a Cabeza Retamosa, donde quedan los restos de un fortín rectangular del que salen dos líneas de trincheras; la de la izquierda conecta con un bunker circular llamado observatorio Casado. Seguimos dirección sur hasta llegar a otro fortín cercano llamado La Llorona que es el último parapeto bélico en el frente de los que pretendían tomar Madrid. Aquí hicimos la preceptiva “parada del ángelus” para tomar un refrigerio.

De nuevo en marcha y en dirección sur, nos desviamos a la derecha llegando al cerro Velayos, renombrado Peña del Alemán en memoria de Max Salomón, herido gravemente en esta posición durante los primeros combates.

Este cerro es el punto más al norte en el frente que defendían los que se oponían a la toma de la capital y desde el cual también se puede controlar toda la zona. Aquí quedan restos de una casamata, de varias trincheras y de lo que fue puesto de mando; un poco más abajo encontramos un túnel que fue usado como polvorín.

La distancia en línea recta desde el cerro Velayos al cerro La Llorona es de 400m. escasos, por lo que me imagino que podían hablarse perfectamente los defensores de ambos bandos. Al parecer, en lugar de hablarse preferían pegarse tiros,….nunca entenderé estas cosas…

Atravesando unos prados tomamos hacia la izquierda un sendero (el Cordel del Bosque) que nos lleva directamente al fortín de Peñas Zorreras, que era defendido por los mismos que el cerro Velayos. A escasos metros se encuentra el helipuerto de Gandullas donde efectuamos la preceptiva foto del grupo, y donde finaliza la primera parte de esta marcha.

Retrocediendo un poco para evitar ir por la carretera, tomamos un camino (Camino de la Nava) que nos llevó al cercano pueblo de Gandullas. Como el resto de poblaciones de la zona, Gandullas posee un buen número de casas restauradas al igual que ocurre con su iglesia patronal Ntra. Sra. de la Paz, reconstruida en los años 40 del pasado siglo sobre los restos de la original del siglo XVII.

Como curiosidad, se exhibe una muestra de “la piedra de las veces de la reguera”, que es una especie de reloj de sol (piedra redonda con muescas) de origen medieval que se utilizaba para dar el turno de riego de los prados y huertos; aquí el agua llegaba desde la cercana sierra de La Acebeda.

Salimos de Gandullas por el camino de los Zarzos en dirección al cercano Piñuécar que dista unos 3,5 km. No obstante y como ya eran las 2 de la tarde pasadas, paramos en un prado a la izquierda de la marcha para tomar el bocadillo.

Reanudamos la marcha con el apetito saciado y entre alegres charlas, por lo que casi sin darnos cuenta llegamos a Piñuécar, donde pudimos admirar la Iglesia de San Simón Apóstol del siglo XV con su campanario coronado por cigüeñas, así como el nombre de alguna calle como “travesía cantarranas”; pero lamentablemente el bar-social del pueblo estaba cerrado y no pudimos tomarnos una refrescante cerveza.

Resignados dejamos Piñuécar y tomamos el cordel de las vaquerizas hacia Aoslos; antes de llegar a entrar a esta población torcimos a la izquierda en dirección a Casa de Bellidas (sólo queda en pie una casa). Una vez leído los carteles informativos sobre el lugar, tomamos un camino que nos llevó al Altillo de Bellidas y hasta los coches en apenas 30’.

Destacar en este último trayecto las ruinas de la iglesia de Santo Domingo, que fue la iglesia parroquial de la zona en el siglo XVI y lugar de reunión del “tribunal de las aguas”.

Anotaciones y anécdotas sobre la excursión:

- Hoy contamos de nuevo con la compañía de Manuel y Toñi que hacía mucho tiempo que no compartían camino con nosotros.
- Participaron en la marcha dos nuevas mascotas, Senda y Tilo, que acompañaron a Twitter, siempre fiel a las marchas del Gmsma.
- La mayoría de los carteles informativos de los restos bélicos están desgraciadamente totalmente deteriorados e ilegibles.
- A lo largo de la primera parte de la marcha era destacable el olor a tomillo, tomillo rastrero, lavanda, romero, cantueso….siempre dependiendo de la nariz consultada. 
- En la segunda parte del recorrido, abundaron los caminos encajonados por lindes de piedra, algunos con abundante barro, ganado pastando y el olor a leña quemada en los hogares de las casas.
- Durante la comida del bocadillo, algunos senderomagos, yo no tuve esa suerte, afirmaron ver en el prado las bellas mariposas limón (insectos de unos 5 cm cuyos machos tienen alas de color amarillo limón con un punto rojo y sus hembras tienen alas de color blanco.
- Paco C. olvidó sus prendas de abrigo en la parada del ángelus, y una vez retornado al lugar sólo pudo recuperar el polar pues el cortavientos se lo habría llevado …..el viento.
- Para Angel R.O. esta excursión era la número 300, lo que le hace acreedor de la envidiada “estrella roja” que sólo poseen 4 senderomagos actualmente.

Doy a esta entretenida excursión de hoy la calificación de 4 sicarias.
Alejandro M.

FOTO REPORTAJES
* Foto reportaje de José María Pérez

FOTOS
* Fotos de Jorge Montero
* Fotos de Julián Suela
* Fotos de Paco Nieto
* Fotos de Yana Bokalo