Inicio: Moralzarzal
Final: Moralzarzal
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 17,4 km
Desnivel [+]: 655 m
Desnivel [--]: 655 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Dificultad: Media
Pozas y agua: Sí
Ciclable: No
Ciclable: No
Valoración: 4
Participantes: 32
MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta
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PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta
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TRACK
* Track de la ruta (archivo gpx)
PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
* Mapa 3D (archivo kmz)
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RESUMEN
Tengo que empezar diciendo que amaneció un día espectacular, sin una nube en el cielo, con una temperatura fantástica, ideal para caminar.
Siempre me da mucha alegría reencontrarme con este grupo de senderistas que cada miércoles vamos a por todas, a esforzarnos físicamente y a pasar un buen rato, aunque este puñetero virus nos impide darnos un abrazo.
Confío y espero que poco a poco el bicho se muera y todos podamos vivir con más confianza y alegría de cara al futuro.
El punto de encuentro para la excursión fue en el pueblo de Moralzarzal, su nombre proviene de la unión de dos pueblos vecinos, Fuente del Moral y Zarzal, a mediados del siglo XIV. Moralzarzal es un municipio madrileño que está situado al pie de los cordeles de la sierra de Guadarrama.
Su término municipal, con 42,6 km², tiene un trazado muy irregular. Esto hace que comparta frontera con otros muchos municipios de la zona y, a la vez, que sea uno de los de mayor extensión de los que le rodean.
Está situado a 979 metros de altitud, pero rodeado de alturas importantes. Destaca, al oeste, Peña Albú, con 1302 metros; al noroeste, Cabeza Mediana o Cerro Cañal, con 1331 metros; y al sur, La Solana, con 1284 metros; Canto Hastial, con 1376 metros; Cerro Lechuza, con 1127 metros; y El Estepar, con 1402 metros.
Empezamos la ruta a las 10:30 de la mañana, desde el polideportivo y pasamos por un camping, llegamos a una zona muy boscosa con muchas jaras y pinos y comenzamos el ascenso.
El terreno era bastante abrupto, no había ninguna senda o camino, pero como siempre Antonio con su GPS nos fue guiando y subiendo hacia el cerro de la Solana con 1284 metros de altitud desde donde pudimos ver un paisaje muy parecido a la Pedriza, con piedras y peñascos singulares por todos los lados.
Conforme íbamos llegando al Cancho Hastial, con 1376 metros, empezamos a oír detonaciones y tiros que provenían del campo de tiro de Hoyo de Manzanares. Voy a añadir una información respecto al campo de tiro que yo personalmente lo desconocía y creo que os puede interesar
El Campo de tiro y maniobras de El Palancar está situado en el noreste del municipio de Hoyo de Manzanares, lindando por el sur y por el oeste con la Academia de Ingenieros del Ejército.
Se formó mediante la adquisición de varias fincas, que fueron expropiadas entre 1948 y 1959, añadiéndose posteriormente otras, hasta alcanzar una extensión de 2.183 hectáreas. Además de Hoyo de Manzanares, abarca terrenos en los términos municipales Moralzarzal, El Boalo - Cerceda - Mataelpino y Becerril de la Sierra.
Debido a albergar las mencionadas actividades castrenses está sometido a estrictos controles medioambientales para contrarrestar su efecto. En el libro La Sierra de Hoyo de Manzanares: el campo militar de adiestramiento de El Palancar y sus condiciones ambientales, obra de Jesús Tornero Gómez, se detalla exhaustivamente las condiciones en que se desarrollan las actividades de las Fuerzas Armadas junto con las medidas tomadas dentro de las instalaciones militares para minimizar el impacto medioambiental, sustentados en el principio básico de desarrollo sostenible.
El Consejo de Ministros declaró el 21 de junio de 2019 a El Palancar zona de interés para la Defensa Nacional con el objetivo de la salvaguardia de los intereses de la Defensa Nacional, asegurando la seguridad y eficacia de sus organizaciones e instalaciones Dentro de él se encuentran dos importantes muestras del patrimonio cultural Hóyense: el Yacimiento arqueológico de El Palancar y la Torre de la Torrecilla.
Seguimos ascendiendo por la senda Piqueras y allí paramos a descansar, tomar un refrigerio y contemplar el paisaje que era espectacular.
Nuestra tranquilidad se vio interrumpida porque dos de nuestras mascotas (Twitter y Tilo, dos machos sin castrar) se enfadaron, todavía no sabemos el porqué, pero llegaron a las manos y dientes….., por suerte no paso nada grave, salvo algunos rasguños y dentelladas varias y leves.
Al cabo de unos minutos y un poco más descansados continuamos la ruta hacia el Mirador Casa Peña Liendre, que está a 1210 metros, bajando con más ánimo, porque ya nos iba quedando menos para llegar al Mirador y por tanto descansar un poco más.
En el Mirador Casa Peña Liendre hicimos el parón para almorzar y contemplar las vistas que eran espectaculares se podía ver muchos pueblos de la sierra, Becerril de la Sierra, El Boalo-Cerceda-Mataelpino, Guadarrama, Collado Villalba, Alpedrete y hasta El Escorial se podía divisar.
Con la pancita llena, continuamos la ruta de vuelta a Moralzarzal, ahora ya solo era bajada, pero algunos tramos estaban bastante resbaladizos, Manuel dio un traspié y se cayó, pero supo caer bien, de ahí que solo se hiciera magulladuras en una mano, yo lo vi por detrás y creía que se había roto algún que otro hueso más, Dios que susto.
Continuamos la bajada, ya un poco más concentrada en el terreno, no sea que yo fuera la siguiente en caer…... Llegamos a pasar por un mini riachuelo que Tilo y Mecha aprovecharon para saciar toda la sed que tenían, que era bastante a juzgar por como lo dejaron, Tilo casi se rebozó en él para refrescarse el gaznate y su linda melena.
La bajada fue rápida porque llegamos a la Senda Piqueras, pasamos por Lancha de los Mochos, a partir de ahí ya fue pan comido, pero también es verdad qué algunos, yo me incluyo, ya estábamos un poco tocados.
Pasamos por un depósito de agua y llegamos a la Urbanización Fontenebro donde los compañeros José María, Ana Chini y Joaquín Sastre decidieron quedarse para terminar lo que quedaba de ruta en un taxi hasta el polideportivo. (Joaquín tuvo una rotura fibrilar en el abductor).
El resto continuamos el paseo por un camino llanito donde había arroyos a ambos lados y casas, llegamos al polideportivo sobre las 5:30 PM.
La excursión al final fueron más kms y desnivel, total 17,4 km y 655 desnivel, yo estoy un poco desentrenada, no sabría cuantas sicarias adjudicarle, pero teniendo en cuenta el terreno, por lo menos 4 le otorgo.
Toñi Esquinas
por fin llegó el equinoccio,
y, por tanto, la primera
excursión de primavera.
Esta jornada de ocio
tuvo su punto inicial
en el polideportivo
de allí, de Moralzarzal,
en un ambiente festivo,
como es lo habitual.
La primera encrucijada
fue una espinosa alambrada
que de una forma elegante
saltamos, como si nada,
para seguir adelante
por ladera nada llana,
sino más bien inhumana,
entre jaral y pinar,
mucha piedra irregular
camino de la Solana,
una pedregosa loma
que entre las demás asoma;
ese fue el lugar en el que
tomamos un tentempié;
fue nuestra primera toma.
Proseguimos la excursión
contentos y bien nutridos,
íbamos tan distraídos
cuando así, de sopetón,
oímos los estampidos:
—¿Qué son esas explosiones
que hacen la tierra temblar?
—No son alucinaciones,
son disparos de cañones
en el campo militar.
fue una espinosa alambrada
que de una forma elegante
saltamos, como si nada,
para seguir adelante
por ladera nada llana,
sino más bien inhumana,
entre jaral y pinar,
mucha piedra irregular
camino de la Solana,
una pedregosa loma
que entre las demás asoma;
ese fue el lugar en el que
tomamos un tentempié;
fue nuestra primera toma.
Proseguimos la excursión
contentos y bien nutridos,
íbamos tan distraídos
cuando así, de sopetón,
oímos los estampidos:
—¿Qué son esas explosiones
que hacen la tierra temblar?
—No son alucinaciones,
son disparos de cañones
en el campo militar.
Mas no hay nada que prohíba
que ellos jueguen a la guerra,
ni a nosotros ir p'arriba,
pues en nuestra perspectiva
de este lado de la sierra
en lo alto se veía
la que sería ese día
nuestra cumbre principal:
la cima de Canto Hastial
en creciente cercanía.
que ellos jueguen a la guerra,
ni a nosotros ir p'arriba,
pues en nuestra perspectiva
de este lado de la sierra
en lo alto se veía
la que sería ese día
nuestra cumbre principal:
la cima de Canto Hastial
en creciente cercanía.
Y en esta mole de roca
que a Pedriza rememora,
tras la fatiga —no poca—,
paramos un cuarto de hora,
y corazón en la boca
contemplamos una cosa
que a todos nos tuvo en vilo:
la pelea no amistosa,
que de manera rabiosa
tuvieron Twiter y Tilo
luchando por la bebida
como si fuera su vida,
pero más nos asustamos
cuando vimos en sus amos
la cara despavorida;
no hubo sangre y, finalmente,
todo quedó en una riña,
y seguimos nuevamente
andando por la campiña
muy desenfadadamente.
Nuestra etapa posterior
llevaría al mirador
de Peña Liendres, balcón
de excepcional situación
para un buen observador,
donde el bocata tomamos
a la vez que contemplamos
vistas muy emocionantes
de las zonas circundantes;
y tras eso, nos marchamos
con las piernas muy ligeras,
bajando ya de regreso,
y tras unas torrenteras
prosiguió nuestro progreso.
por la senda de Piqueras.
Por fin ya se vislumbraba
una zona urbanizada,
poco a poco se acercaba
la meta tan esperada,
la excursión se terminaba.
—Pues te has orientado mal,
eso no es Moralzarzal,
sino Collado Villalba,
aún no has llegado al final,
y de andar nadie te salva,
todavía marcharás
cinco kilómetros más.
Algunos ya no podían
seguir al grupo detrás,
y en taxi recorrerían,
hasta el polideportivo,
el recorrido final.
El resto del colectivo
llegamos sin excesivo
deterioro personal.
prosiguió nuestro progreso.
por la senda de Piqueras.
Por fin ya se vislumbraba
una zona urbanizada,
poco a poco se acercaba
la meta tan esperada,
la excursión se terminaba.
—Pues te has orientado mal,
eso no es Moralzarzal,
sino Collado Villalba,
aún no has llegado al final,
y de andar nadie te salva,
todavía marcharás
cinco kilómetros más.
Algunos ya no podían
seguir al grupo detrás,
y en taxi recorrerían,
hasta el polideportivo,
el recorrido final.
El resto del colectivo
llegamos sin excesivo
deterioro personal.
Paco Cantos
FOTO REPORTAJES
* Foto reportaje de José María Pérez
FOTOS
* Fotos de Jorge Montero
Quizás falta comentar que parte de la ruta transcurre por propiedad privada. ¿Hay que solicitar permiso?
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