miércoles, 17 de noviembre de 2010

Excursión 048: Colmenar Viejo - Puente de la Marmota

FICHA TÉCNICA
Inicio: Colmenar Viejo
Final: Colmenar Viejo
Tiempo: 4 a 5 horas
Distancia: 15,1 km
Desnivel [+]: 417 m
Desnivel [--]: 417 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas/Agua: No/Sí
Ciclable: Sí
Valoración: 3,5
Participantes: 7

MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta

























PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta
















TRACK 

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
 
RESUMEN
Excursión que nos llevó hasta el puente de la Marmota partiendo del puente del Grajal, ambos sobre el río Manzanares.

Iniciamos la ruta por la senda que acompaña al río por su ribera izquierda, hasta encontrar el arroyo de Navarrosillos, por el que seguimos un tramo hasta encontrar una pista que nos llevó al cordel de la Marmota, y éste hasta el puente del mismo nombre.

El regreso lo realizamos volviendo sobre nuestros pasos, pero acercándonos a la zona sur de Colmenar Viejo, hasta desviarnos por una senda que nos llevó de nuevo al puente del Grajal.
Paco Nieto

El Puente de la Marmota fue levantado a mediados del siglo XVIII sobre las aguas del río Manzanares, junto a la tapia del Monte de El Pardo. Lo primero que sorprende de esta construcción es su nombre. ¿Cómo es posible que se llame así, cuando no hay marmotas en España? La respuesta es sencilla: realmente se trata de una degeneración del término 'mamotar', con el que era conocido un cerro cercano al puente, con forma de 'mama' femenina.

La citada montaña aparece con el nombre de Cabeza de Mamotar en diferentes documentos y textos medievales, caso del célebre Libro de la Montería, escrito por el rey Alfonso XI de Castilla (1311-50). Dada la similitud fonética que poseen las voces 'mamotar' y 'marmota', es fácil entender el proceso de corrupción lingüística sufrido por el topónimo.

El Puente de la Marmota fue construido entre 1756 y 1758, en el contexto de un proyecto de acotamiento y mejora de los accesos de El Pardo, llevado a cabo por mandato de Fernando VI (1713-59). No olvidemos que este Real Sitio siempre fue el cazadero preferido de la monarquía española y que estas obras fueron consideradas como una prioridad, incluso por monarcas anteriores.

El puente se construyó para dar continuidad a la valla de El Pardo. Se eleva sobre un cañón natural, justo donde el Manzanares abandona la rampa de la sierra y se adentra en las llanuras arenosas de la meseta. Hoy día este desfiladero se encuentra anegado por la cola del Embalse de El Pardo, inaugurado en 1970.

La complicada ortografía del paraje explica su considerable altura. Su único ojo, formado por un arco de medio punto, con 46 dovelas, salva un desnivel de 11,5 metros, que, para hacernos una idea, equivale casi a un edificio de cinco plantas.

En cambio, la anchura del arco no es muy grande. Tiene 12 metros de luz, un poco menos que el arco central del Puente de Segovia, con 12,8 metros.

Pero tal vez lo que más llama la atención es el tablero. No tanto por sus dimensiones (45 metros de largo y 4,7 de ancho), como por su disposición, ya que se inclina de un extremo a otro, posibilitando un pronunciado cambio de rasante. Junto a las embocaduras del puente, se conservan restos de un camino enlosado.
De Pasión por Madrid

FOTO REPORTAJES
Foto reportajes de José María Pérez

FOTOS

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