Inicio: Puerto de Cotos
Final: Puerto de Cotos
Tiempo: 6 a 7 horas
Distancia: 12,8 Km
Desnivel [+]: 701 m
Desnivel [--]: 701 m
Tipo: Circular
Dificultad: Alta
Pozas y agua: Sí
Dificultad: Alta
Pozas y agua: Sí
Ciclable: No
Valoración: 4,5
Participantes: 36
MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta
* Mapas de localización y 3D de la ruta
PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta
TRACK
PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
* Mapa 3D (archivo kmz)
RUTA EN WIKILOC
* Ver esta ruta en Wikiloc
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RESUMEN
FOTO REPORTAJES
Foto reportaje de José María Pérez
Entre el
gran abanico de rutas que al cabo del año hace el GMSMA, sobre todo en invierno, algunas les toca
discurrir por zonas nevadas. Ésta ha sido una de ellas. Empezamos la ruta en el
aparcamiento del Puerto de Cotos, donde
nos habíamos citado a las 10:00 horas de una preciosa y soleada mañana, aunque
el termómetro marcaba unos gélidos -2 ºC.
Éramos esta vez 36 senderomagos. Antes de empezar a andar había que pertrecharse con los necesarios
bastones y guetres para poder caminar sobre la nieve. Como siempre pasa, alguno
necesitaba ayuda a la hora de
colocárselos. No pasa nada, para éso estamos. ¿Verdad Fernando?
Iniciamos
la ruta. Cruzamos la carretera que va a Valdesquí y enfilamos el sendero PR31
que es el que discurre por la Loma del Noruego. A continuación introduzco una
reseña que he encontrado en Internet, de por qué se llama así:
¨Como
ocurre muchas veces con los lugares por donde paseamos, conocemos los nombres y
la forma de acceder, pero nunca nos preguntamos el por qué de dichas
denominaciones. Así que, por si alguien se ha planteado alguna vez quién es ese
noruego de la loma, ahí va la historia de un personaje que todavía hoy perdura en el recuerdo, dando con su
nacionalidad apellido a una de las muchas crestas de la Sierra de Guadarrama.
Birger
Sörensen nació en 1877, en la ciudad noruega de Fredrikstad. LLegó a Madrid
para encargarse de la sucursal de la empresa familiar Compañía de Maderas
Sörensen Jakhelin y CIA, situada en la Calle Argumosa de Madrid. Esta empresa
tenía su centro de actividades en la localidad de Barum, en la región noruega
de Christiania. Curiosamente, en esta región noruega se inauguró la primera
escuela europea de esquí moderno y se celebró el primer campeonato
internacional.
Con este
historial, Birger Sörensen no podía
dejar de pensar en la nieve y en sus viajes hasta Rascafría, donde acudía al
aserradero de la Sociedad Belga de los Pinares del Paular para hacer encargos de madera, encontró en la
Sierra de Guadarrama un reducto donde dar rienda suelta a su afición por el
esquí.
También descubrió que en la España de la época existían algunos
personajes extraños a los que les gustaba el deporte y la naturaleza, y que
sentían pasión por nuestra sierra. A la cabeza de esos excursionistas se
encontraba Manuel Bartolomé Cossío y otros ilustres guadarramistas como Manuel
González de Amezúa, fundador del Club Alpino Español.
Junto a Sigurd
Christiansen, su apoderado en la empresa familiar, comenzó Sörensen a iniciar a
estos entusiastas españoles en la práctica del esquí, e incluso les fabricó los
esquíes en su fábrica de madera. Así que podemos decir que en la fábrica
madrileña de la Calle Argumosa, en el actual barrio de Lavapiés, se fabricaron
los primeros esquís de España.
Por desgracia, Birger Sörensen falleció muy
joven, en 1910, a los 33 años de edad, víctima de unas fiebres tifoideas. El
hombre avanzado, llegado de Noruega, que introdujo el esquí moderno en España,
no pudo sortear una enfermedad que no supo cómo combatirse hasta años más
tarde. Queda su
recuerdo en la toponimia de la Sierra de Guadarrama, en un enclave frecuentado
por esquiadores, que rinden homenaje, muchos de ellos sin saberlo, a Birger
Sörensen, el noruego.”
Una vez
hecha esta reseña continuamos con la ruta:
Seguíamos
subiendo por una senda bien visible por lo pisada que estaba la nieve, pudiendo
admirar las vistas tan preciosas que se divisaban: La Cuerda Larga, Siete
Picos, Montón de Trigo, La Pinareja y muy al fondo se asomaban las cumbres
nevadas de Gredos. Con estas vistas, fruto de un día tan claro y soleado,
pasamos Peña del Águila (2004 m) y nos paramos a tomar un tentenpie. Allí
mientras reponíamos fuerzas, nuestro amigo Fernando Lappano nos relató un
accidente que hacía pocos días le había sucedido a un familiar suyo y que
milagrosamente había terminado sin consecuencias trágicas. Nos alegramos de
ello.
Reanudando
la marcha llegamos después de una fuerte subida a la llamada Bola del Mundo o
Alto de las Guarramillas (2248 m). Ésta
es la montaña más occidental de todas las que forman la Cuerda Larga. Tiene en
su cima un repetidor con unas grandes antenas que se construyó para dar
cobertura de señal de radio y TV a las dos Castillas. ¿Cuál es la razón que se
conozca a este pico por Bola del Mundo? Pues parece ser que cuando se construyó
la estación, en España solo había un canal de televisión (TV1) y que éste
aparecía al principio de su emisión con unas antenas emitiendo ondas sobre un
globo terráqueo. Se asoció unas antenas con las otras y… ya está: Bola del
Mundo.
Nos
hicimos la foto de grupo y las estrellas fugaces, o sea las que tienen que
volver antes a casa, nos abandonaron, volviendo por el mismo camino que
habíamos subido. Nosotros continuamos hacia el Nordeste por la senda PR11y
pasando el Collado de las Guarramillas ascendimos una dura pendiente hasta el
Cerro de Valdemartín (2282 m). Allí algunos se encontraron con un antiguo
colega de Telefónica que iba con otro grupo. El mundo es un pañuelo. La vista
era portentosa. Teníamos al Sur toda la Cuenca Alta del Manzanares, al Este las
Cabezas de Hierro y al Noroeste todas las pistas de Valdesquí, que hacían que a
alguno de nuestros esquiadores se les pusiese los dientes largos.
A partir
de aquí tocaba bajar por la ladera,
dejando las pistas a nuestra izquierda. Llegamos a unos promontorios rocosos,
donde nos dispusimos a comer el deseado bocata. Sentados sobre las rocas,
rodeados de nieve, con el sol dándonos en la cara, comiendo y bebiendo el vino
que nos traen tan generosamente Jose Luis, Jesús, Santi …, el caldito de los
hermanos Sangüesa y las risas de los chascarrillos que iban saliendo, se estaba
de vicio allí. Pero había que seguir bajando. Recogimos todos los posibles
desperdicios, como es nuestra costumbre. Ante todo evitar que cualquier resto
nuestro pudiera contaminar el idílico lugar.
Bajamos por una ladera muy empinada en dirección al
Arroyo de las Guarramillas. Hay que señalar que la nieve estaba blanda, si no,
no habríamos podido bajar sin crampones. Hubiera sido una temeridad. Antes de llegar al arroyo había una zona de
hielo cubierta de una fina capa de nieve y algunos nos caímos, pero sin más
trascendencia. Llegamos al arroyo y caminamos paralelos a él hasta enlazar con
la senda PR-27.
Varios de nosotros
fuimos a ver la Poza de Sócrates que estaba semicongelada y como no podía ser
de otra manera, nos hartamos de hacerla fotos. Continuamos por la PR-27 hasta
alcanzar el refugio Pingarrón. Fue construido a principios del siglo XX y
reformado después. Dispone de un aforo de 25 plazas. Sin entretenernos
demasiado dejamos el refugio y caminamos el pequeño trecho que nos quedaba
hasta el aparcamiento de Cotos.
Nos
subimos a los coches y nos fuimos a tomar las merecidas cañas al bar “Las Dos
Castillas” en el Puerto de Navacerrada.
No se
puede terminar la crónica de la excursión sin felicitar a nuestro querido
compañero Antonio Villaverde que hoy cumplía 100 excursiones con el grupo.
¡Enhorabuena tío!
Esta
excursión no ha sido larga, pero debido
a la belleza y a lo emblemático del lugar, nuestra agencia de calificación Madi
le otorga 4,5 sicarias.
Joaquín Pérez.
Joaquín Pérez.
FOTO REPORTAJES
Foto reportaje de José María Pérez
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