miércoles, 29 de abril de 2015

Excursión 230: Reajo Alto

FICHA TÉCNICA
Inicio: Pto de Navafría
Final: Pto de Navafría
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 22,8 km
Desnivel [+]: 441 m
Desnivel [--]: 443 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas y agua: 
Ciclable: En parte
Valoración: 3
Participantes: 22

MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta
























PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
* Mapa 3D (archivo kmz)

RUTA EN WIKILOC
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RESUMEN

Como nos había anunciado Antonio la marcha se prometía larga;  quizá eso y alguna que otra excusa, resultó que el grupo se vio reducido a solo 22 senderistas y sin participación femenina, lo que no ocurría desde hacía años.

El día era primaveral, pero aproximándonos a la sierra, sobre la cuerda de los Carpetanos, veíamos asentada una espesa capa de nubes, que no invitaba mucho a meternos en ella. Cuan pastor, nuestro guía Antonio, fue deteniendo los vehículos en Lozoya, antes de subir al puerto. Se pensó en hacer un recorrido alternativo, pero faltaban nuestros compañeros de Alcalá. Madrugadores ellos, se habían saltado el pastoreo, y ya estaban arriba esperándonos en el puerto de Navafría un poco desesperados y echando medias pestes. A ellos les tenemos que agradecer que la ruta realizada fuera la prevista.

La senda que discurre durante bastantes kilómetros por el linde de las provincias de Segovia  y Madrid, comenzó con una fuerte subida, que nos hizo entrar en calor rápidamente. Sabíamos que era lo más difícil de la ruta así que a pasarlo rápido.

Como por arte de magia, al rato las nubes habían desaparecido y las pequeñas flores amarillas al borde de la senda eran la alegría de la mañana. Enseguida habíamos llegado al Alto de la Pinilla y alcanzado el Pico del Reventón, sin desperdiciar la oportunidad de hacer alguna foto sobre un montón de nieve de la senda que se resistía a desaparecer.

Cuando llegamos al Reajo Capón ya era la hora del aperitivo. Al sol, al abrigo del norte y sobre unas rocas contemplando el valle del Lozoya con sus embalses de la Pinilla y Rio Sequillo y la Cachiporrilla enfrente, el aperitivo sabia a gloria; momento que aprovecho José María para la foto de grupo. En la lejanía, al este, se distinguían los embalses de Puentes Viejas y del Atazar; al oeste, sobre Peñalara,  las nubes se resistían a desaparecer, aunque no tardamos mucho tiempo en poder contemplar y disfrutar de la elegancia de su perfil que tiene desde esta zona cual aprendiz de Cervino.

Las conversaciones discurrían animadas entre el fútbol, con la resaca del último partido de la Champions, derbi madrileño, y el recuerdo de las alegrías previas al encuentro que habíamos celebrado el miércoles anterior. Aunque había también otros temas de interés, en especial sobre el género que precisamente estaba ausente en la excursión. Alguna propuesta fotográfica original no llegó a cuajar, más asociada quizá a otras latitudes o al cuerpo de bomberos.

Camino del Reajo Alto, las vistas a nuestra izquierda, de la provincia de Segovia, eran espectacularmente primaverales: una gran llanura verde con muchas motas marrones que dibujaban sus villas. Pasamos también por las bonitas lagunillas en el alto del Hornillo, con sus preciosas ranitas verdes de San Antonio.

En Reajo Alto, se dieron la vuelta nuestros compañeros de media excursión, con las correspondientes disculpas previas. La senda seguía horizontal, las vistas de la Cabrera eran excepcionales, como una pequeña sucesión de montañitas de chocolate separadas de todo el resto. A la altura de Lomo Gordo, Antonio dio un golpe de timón y nos pusimos a descender cortafuegos abajo, casi 250 metros de desnivel, hasta llegar al Camino Horizontal, pista forestal que da honor a su nombre, y  terminaría llevándonos de nuevo al puerto de Navafría, desde donde habíamos partido.

Mirando hacia el noreste, podíamos distinguir la vieja ruta del tren en desuso Madrid-Burgos y su túnel, que fue objeto de búsqueda en la excursión 188, La Chorrera de San Mamés; incluso vimos dos cervatillos, que alguien comentó que serian los recién nacidos en aquella ocasión.

Las vistas seguían siendo espectaculares desde el camino dulce serpenteando entre pinos y cruzado por distintos arroyos. Precisamente al lado del Arroyo de la Chorrera disfrutamos de nuestros bocatas de senderistas.

Reanudada la ruta, ¡que tres ejemplares de boletus pinicola nos encontramos!. Juntitos y de un kilo cada uno, algo espectacular, un poquito maduros eso sí; luego hubo más setas, unas magnificas bolas blanca de hasta medio kilo (calvatia utriformis). La primavera es que lo hace todo hermoso.

La senda horizontal continuaba, los kilómetros acumulados ya eran muchos, y las ganas de llegar más, y todos intentábamos calcular el total de kilómetros que iban a resultar.

Terminamos en el pueblo de Lozoya, en la terraza del bar Serna, con dos grandes banderas Atléticas en su frente, tomándonos las correspondientes cervecitas frías, que sabían a gloria. Agradeciendo a Antolin y Pepe A, su invitación, felicidades por su cumpleaños.

Excursión aunque larga, casi 23 kms, suave, agradable y entretenida con estupendas vistas, en un buen día de primavera, y en magnifica compañía. Madi concede a esta excursión la calificación de tres sicarias.
Ángel R. Otero

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