Inicio: La Jarosa
Final: La Jarosa
Tiempo: 4 a 5 horas
Distancia: 12,9 Km
Desnivel [+]: 566 m
Desnivel [--]: 572 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas/Agua: No/Sí
Ciclable: Sí
Valoración: 3
Participantes: 30
MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta
PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta
TRACK
PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
RESUMEN
Se ve que a cierta edad, tira más el buen yantar
que otras cosas. Si no, no se explica que 30 senderomagos hayamos acudido a
esta marcha bajo una lluvia pertinaz que ya anunciaba Antonio en su
convocatoria.
Esta vez, el trato con los cielos debió ser a la contra de lo habitual, ya que ha sido el único día de la semana en diluviar sin compasión.
Esta vez, el trato con los cielos debió ser a la contra de lo habitual, ya que ha sido el único día de la semana en diluviar sin compasión.
Ya costaba salir de los coches para empezar el
camino, pero, aparentemente bien pertrechados, allá que fuimos todo animosos.
Al poco empezó la subida con un ritmo exigente, que a alguno le llevó al borde
de la extenuación, pero hay que comprender que había que apretar desde el
principio para llegar cuanto antes al cocido posteño.
Siempre por el pinar,
encadenábamos pistas al ascender, mientras cruzábamos arroyos, sorteábamos
charcos y chapoteábamos a través de alguna pradera inmersa en la neblina. Por fin, tomando un senda, llegamos al pino
bicentenario de La Pinosilla, presunto objetivo de nuestra marcha, un pino albar de gran
altura, buen tronco y gruesas ramas, que, acompañado de algunos más de porte
similar, formaba un corro chorreante de agua bajo el que tomamos el tentempié a
toda prisa.
Había que huir cuanto antes de allí, así que se volvió
a la pista y enseguida se tomó el camino más directo hacia abajo.
Como no
podíamos tirarnos de cabeza, lo hicimos por la ladera más pendiente a través de
una trocha salpicada de piedras y barro, ideal para probar nuestro equilibrio
con el día que hacía.
Ya de nuevo por pistas, seguimos andando deprisa hasta
llegar a la represa del embalse de La Jarosa y tomar la carretera que nos
devolvería al abrigo de los coches.
Soñando estábamos con el cocidito o, en el caso de Rosa
B., con la ducha calentita en el calor del hogar.
Ni los más veteranos recordaban una marcha tan
lluviosa, de principio a fin y jarreando con ganas. La única nota de color la
pusieron los impermeables amarillos que cubrían algunas de las mochilas y los
paraguas rojos de Carmelo y Rosa P., que, conjuntados con su indumentaria, los
van a hacer merecedores de algún premio a la elegancia cuando hagamos alguna
pasarela mágica.
Hay que decir que ni siquiera hicimos la
acostumbrada foto de grupo. Para compensar a José Mª, propongo incluir un nuevo
parámetro a medir para las estadísticas: A ver si alguno puede hacerse con un
GPS con pluviómetro.
Así, midiendo la cantidad de agua recibida, podemos establecer un ranking de las rutas más lluviosas.
Ya en el restaurante Las Postas, aunque disponíamos de una larga
mesa para el condumio, casi todos nos apelotonábamos al fondo, dando la espalda
a los que iban entrando, y es que había allí una chimenea encendida y era un
verdadero placer secarse al calorcito de la lumbre.
Carlos celebró su ingreso en el
selecto club de “Los Centenarios”, foto incluida, obsequiándonos a todos con unos riquísimos bomboncitos que nos trajo a los postres.
José Mª se lució recitando a José Larralde, Joaquín nos interpretó con pasión sus canciones favoritas y José Luis F. entonó con mucho acierto una habanera (Rosa: siento que prefirieras la ducha en el calor del hogar). Mientras tanto, los atléticos no paraban de presumir de su reciente empate en el Camp Nou y de su liderato en la liga; destacaban como forofos Fernando S., con camiseta y bufanda del equipo incluida, e Isabel, que no cabía en sí de gozo.
Menos mal que la estancia en Las Postas mereció
de verdad la pena. De no ser así, algunos senderomagos ya intuían que Madi iba
a dar sicarias negativas. Gracias a la conclusión de la etapa, finalmente Madi
ha otorgado 3 sicarias.
Melchor
FOTOS
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