Inicio: Valdemanco
Final: Valdemanco
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 16,4 Km
Desnivel [+]: 274 m
Desnivel [--]: 274 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas y agua: Sí
Dificultad: Media
Pozas y agua: Sí
Ciclable: No
Valoración: 5
Participantes: 37
MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta
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PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta
* Perfil, alturas y distancias de la ruta
TRACK
PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
* Mapa 3D (archivo kmz)
RUTA EN WIKILOC
* Ver esta ruta en Wikiloc
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RESUMEN
En esta ocasión nos cita Antonio en el bonito pueblo de Valdemanco en
las cercanías de La Cabrera donde nos reunimos 37 senderomagos. Vamos un poco
preocupados, pues las predicciones meteorológicas pronostican alta probabilidad
de lluvia con tormentas en la zona. Sin embargo, milagrosamente el día
transcurre con sol y muy agradable temperatura. (No sabemos qué tipo de acuerdo
tiene Antonio con todos los santos para que esto ocurra tan frecuentemente).
Iniciamos la marcha saliendo de Valdemanco, siguiendo la senda de los Huertos,
y cruzando un túnel que salva las vías del ferrocarril Madrid-Burgos, en desuso
desde 1998. La senda que seguimos discurre paralela a las vías del tren, desde
donde se puede observar a nuestras espaldas, la Sierra de La Cabrera con el
Cancho Gordo como risco más significativo. Entre endrinos, jaras en flor y
otros matorrales con preciosas flores silvestres (entre las que destaca el
cantueso), andamos por la zona conocida como El Castillejo.
Seguimos
descendiendo hacia el sur, buscando la garganta que forma la Cascada del Cancho.
A nuestra izquierda vemos la gran cantera de granito de Navalafuente .En la
zona existe un predominio casi absoluto de roca granítica, donde canteros
venidos de Colmenar Viejo, comenzaron en los años 50 del pasado siglo, a
extraer enormes bloques de piedra, con los que se elaboraban adoquines
destinados a distintas calles de Madrid.
Dejamos la cantera y proseguimos la marcha
por el llamado Camino de Guadalix, llegando hasta la carretera M-631, la cual
cruzamos para continuar por la senda que nos lleva a la depuradora de
Bustarviejo y al arroyo de Garguera que
seguimos por su orilla izquierda, que en rápido descenso, y con mucha agua nos
lleva a las cercanas cascadas. Por la zona abundan los fresnos, sauces y
endrinos.
Continuamos descendiendo el cauce del arroyo que está cada vez más
encajonado y cubierto de jaras en flor. En la loma del desfiladero con
preciosas vistas de Navalafuente y de las chorreras del arroyo de Garguera
paramos a comer.
Tras el descanso, descendemos por las rocas del desfiladero para escuchar y ver de cerca la cascada, que se mostraba impetuosa en su avance, ya que salva un desnivel considerable en varios saltos. En ésta época, y tras las abundantes y recientes lluvias el arroyo baja caudaloso. Nos acercamos a la base de la cascada mayor y nos deleitamos con su espectacular salto de agua.
Tras el descanso, descendemos por las rocas del desfiladero para escuchar y ver de cerca la cascada, que se mostraba impetuosa en su avance, ya que salva un desnivel considerable en varios saltos. En ésta época, y tras las abundantes y recientes lluvias el arroyo baja caudaloso. Nos acercamos a la base de la cascada mayor y nos deleitamos con su espectacular salto de agua.
Continuamos el descenso que nos lleva hasta un puente cercano al
Molino del Jaral. En este lugar realizamos la foto de grupo, pues los que hacen
la ruta corta nos dejan para llegar a la cercana Navalafuente y volver a
Madrid.
Continuamos ascendiendo una pequeña cuesta con bonitas vistas de jarales y margaritas en flor. Nos acercamos de nuevo a la carretera M-631 y recorremos el camino tradicional entre Navalafuente y Valdemanco, que discurre paralelo al arroyo Albalá, en algunos momentos muy cercano al mismo, lo cual alegra nuestra vista y oídos.
Continuamos ascendiendo una pequeña cuesta con bonitas vistas de jarales y margaritas en flor. Nos acercamos de nuevo a la carretera M-631 y recorremos el camino tradicional entre Navalafuente y Valdemanco, que discurre paralelo al arroyo Albalá, en algunos momentos muy cercano al mismo, lo cual alegra nuestra vista y oídos.
Llegamos a la Cantera de los Navazales donde los
grandes bloques de granito se apilan como inexpugnables murallas, y continuamos
en dirección norte, hacia la sierra de La Cabrera.
La senda transcurre bajo la sombra de robles y encinas con un tupido manto de flores silvestres. Cruzamos el arroyo Gamonal, que un poco más abajo se une al arroyo Albalá y llegamos a una choza de piedra, antiguo refugio de pastores, que se llama Choza de Jaramala.
Antonio decide alargar la excursión, para visitar la preciosa Laguna del Carrizal. Para ello, cruzamos la carretera M-633, que une Valdemanco con Venturada, y rápidamente tras girar a la derecha, en dirección oeste, nos encontramos con esta bonita laguna endorreica, con un fondo granítico que impide el drenaje de las aguas y que al no tener salida fluvial, forma temporalmente una laguna de 1,28 Hectáreas que permite la reproducción de diversas clases de anfibios como la ranita de San Antón, el tritón jaspeado, el gallipato, el sapo y la rana común entre otras especies.
La senda transcurre bajo la sombra de robles y encinas con un tupido manto de flores silvestres. Cruzamos el arroyo Gamonal, que un poco más abajo se une al arroyo Albalá y llegamos a una choza de piedra, antiguo refugio de pastores, que se llama Choza de Jaramala.
Antonio decide alargar la excursión, para visitar la preciosa Laguna del Carrizal. Para ello, cruzamos la carretera M-633, que une Valdemanco con Venturada, y rápidamente tras girar a la derecha, en dirección oeste, nos encontramos con esta bonita laguna endorreica, con un fondo granítico que impide el drenaje de las aguas y que al no tener salida fluvial, forma temporalmente una laguna de 1,28 Hectáreas que permite la reproducción de diversas clases de anfibios como la ranita de San Antón, el tritón jaspeado, el gallipato, el sapo y la rana común entre otras especies.
Bordeamos la laguna, dando una vuelta completa y
observamos un espectáculo único donde se reflejan las montañas del fondo en las
claras aguas de la laguna. Una vez disfrutado de la quietud y tranquilidad del
lugar continuamos la marcha ascendiendo hasta llegar a un puente de piedra que
cruzamos y que salva las aguas del río Albalá.
Proseguimos a la derecha e
iniciamos otro ligero ascenso que nos lleva de nuevo al arroyo Albalá el cual
tuvimos que vadear, con cierto riesgo a la integridad física de los senderomagos,
debido a la cantidad de agua que llevaba, y por lo mojado de las piedras de su
cauce.
Continuamos el camino entre jaras en flor y rocas graníticas, llegando al túnel que pasa bajo las vías del ferrocarril y que habíamos cruzado por la mañana, llegando final y felizmente a Valdemanco.
Continuamos el camino entre jaras en flor y rocas graníticas, llegando al túnel que pasa bajo las vías del ferrocarril y que habíamos cruzado por la mañana, llegando final y felizmente a Valdemanco.
En resumen preciosa excursión, sin lluvia, excelente temperatura,
abundante agua por los arroyos que hemos visitado y una explosiva vegetación
con abundantes flores primaverales silvestres, que han despertado nuestros
sentidos y la delicia de los asistentes.
Pasando de nuevo por el túnel, bajo las vías del tren, llegamos de nuevo a Valdemanco, donde nos tomamos las refrescantes cervezas de rigor, para las que varios
senderomagos con nuevas estrellas y otras celebraciones nos han invitado en un
bar de la bonita plaza mayor del pueblo.
Por todo lo que he contado, califico esta preciosa marcha con cinco
sicarias.
Nicolas
Nicolas
FOTO REPORTAJES
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