Inicio: Pelegrina. Guadalajara
Final: Pelegrina. Guadalajara
Tiempo: 2 a 3 horas
Distancia: 7,6 Km
Desnivel [+]: 243m
Desnivel [--]: 243 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas y agua: Sí
Dificultad: Baja
Pozas y agua: Sí
Ciclable: Sí
Valoración: 5
Participantes: 14
PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta
TRACK
* Track de la ruta (archivo gpx)
PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
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* Mapa 3D (archivo kmz)
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* Ver esta ruta en Wikiloc
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RESUMEN
Nos acercamos a Pelegrina, pueblo de Guadalajara desconocido para mí hasta la convocatoria de la excursión. En Madrid la lluvia provocó grandes atascos lo que hizo que algunos llegaran un poco tarde y otros .......ni aparecieran.
Iniciamos la excursión ascendiendo en dirección este por una cuesta, vigilados por las ruinas del castillo, desafiantes al paso del tiempo, con los colores del otoño mostrándose al fondo del cañón.
Aproximadamente a un kilómetro del pueblo se reunieron con el grupo principal los que llegaron tarde. Ya todos juntos, aunque distanciados, subimos al punto más alto del recorrido para contemplar a vista de pájaro las impresionantes hoces que realiza el río Dulce en las proximidades de Pelegrina.
Hacía mucho que las prendas de agua no eran necesarias, pero sabíamos que Antonio había pedido a San Pedro que lloviera y, como siempre, éste le hizo caso.
Tomamos brevemente la carretera para llegar al mirador de Félix Rodríguez de la Fuente, que se encuentra junto a ella. Fue erigido por suscripción popular en recuerdo de él y sus colaboradores que rodaron aquí muchas de sus películas.
Pese a lo gris del día, las vistas eran espectaculares, desde el mirador continuamos por la carretera, descendiendo al Barranco del río Dulce. Allí, abandonamos la carretera para seguir, a mano derecha, la senda que en dirección sur, enseguida alcanza el río Dulce, al que acompañamos por su devenir entre los impresionantes cortados.
Junto al río y cobijados en las improvisadas cuevas de los acantilados paramos para tomar el tentempié de media mañana, tras lo cual, la lluvia arreció. Ahora sí que el chaparrón era considerable y nos estábamos empapando de lo lindo, pero Antonio buscó una cueva donde protegernos del agua, que caía a cántaros.
La enorme cavidad nos protegía de la lluvia y el viento, la que la hacía muy confortable, y aún lo fue más cuando Antonio consiguió hacer una hoguera con unas ramas.
Cuando arreció un poco, apagamos el fuego y continuamos el recorrido del río, pasando junto a la caseta donde Felix Rodríguez de la Fuente y su equipo guardaban sus materiales de rodaje.
Bajo impresionantes formaciones rocosas en las paredes del cañón, con poca lluvia, pudimos disfrutar de los colores y contrastes que el otoño había pintado en los árboles.
Llegando de nuevo a Pelegrina, Paco D. se metió en dificultades al salirse del sendero y Antolín acudió al rescate. ¡¡ Final feliz !!
Bajo una alfombra de hojas secas rodeamos el pueblo, viendo el castillo desde el lado opuesto, llegando enseguida a la pista de cemento, que con fuerte pendiente, nos devolvió al pueblo.
En la fuente con pilón que hay a la entrada nos quitarnos de las botas el barro antes de irnos a comer al restaurante El Paraíso, donde desde su acristalado comedor contemplamos las espectaculares hoces, prometiendo regresar con mejor tiempo para hacer el recorrido completo.
José María
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