Inicio: Puerto de la Quesera
Final: Riofrío de Riaza
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 14,9 km
Desnivel [+]: 636 m
Desnivel [--]: 1031 m
Tipo: Sólo ida
Dificultad: Media
Dificultad: Media
Pozas y agua: No
Ciclable: No
Ciclable: No
Valoración: 3
Participantes: 36
MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta
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PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta
TRACK
PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
* Mapa 3D (archivo kmz)
RUTA EN WIKILOC
* Ver esta ruta en Wikiloc
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RESUMEN
El
miércoles anterior en manga corta y hoy hace un frío que pela. Ya estaba
avisado en la convocatoria: guantes, gorro y demás... quizás alguien pensó que
era un tanto exagerado, pero como luego veríamos casi se queda corto.
De
camino vamos viendo las cumbres nevadas, lo que presagia fresquita la marcha y,
efectivamente, nada más pasar el puerto de Somosierra, negros nubarrones
confirman el pronóstico.
Nos
congregamos en la muy fotogénica plaza de Riaza y tras los saludos y el
cafetillo de rigor nos dirigimos hacia el puerto de la Quesera, en la Sierra de
Ayllón. Dejamos algunos coches en Riofrio para la vuelta y seguimos hacia
arriba. La carretera tiene una fina película de hielo y al final hasta nieve.
Dejamos los coches como se puede (alguno no demasiado bien) y comenzamos a
andar. Pronto rebasamos un autobús
intentando dar la vuelta en la pista nevada... da un poco de susto
verlo, así es que seguimos hacia nuestro destino.
El
paisaje se supone espectacular, aunque hay que imaginárselo porque la densa
niebla no nos deja ver nada. En todo caso en la carretera había un cartel que decía que por aquí hay un
hayedo... habrá que darle crédito
Tras
una hora de marcha, más o menos, Antonio V. sufre una indisposición que
aconseja su vuelta a Riaza con una pequeña escolta. Para celebrar la pronta
recuperación de Antonio, el grupo desgajado decide darse un homenaje a base de lentejas... y mientras los
demás penando a través de la niebla y el frío.
Seguimos:
todo nevado… y nublado... y todo el rato….debe ser bonito... habrá que volver
otro día a comprobarlo.
Parada
sobre las doce para un tenteenpié, que hay que recuperar fuerzas y enseguida
seguimos adelante.
Nos
engañaron…..esta excursión era mayormente de bajada…….pero no hacemos más que
subir …..algunos dicen que es que la niebla engaña mucho…..¿pero tanto?... y
además ventisca... si lo sé no vengo...
Hay
que reconocer que lo que se ve a corta distancia (lo único que se ve, por ser
exactos) es bonito: los piornos cubiertos de chupones helados que siguen la
dirección del viento dominante.
Caminamos
un buen rato por la cuerda sintiendo (que no viendo) el precipicio a ambos
lados. A lo mejor es casi bueno que no
se vea...
A
las tres la comida. Rápida y bajo cero…..¿pero no iba a levantar al medio
día?.....pues no.
Seguimos
la marcha y por fin la ansiada cuesta abajo se consolida y la nieve y el viento
amainan. Salimos
de la nube y recuperamos el sentido de la vista, el más preciado sin duda y con
él recuperamos el optimismo que nos caracteriza.
Al fin un horizonte que comentar y que admirar: allí Riaza y Riofrio y más allá la ermita de Hontanares cuya visita quedará para otro día.
Al fin un horizonte que comentar y que admirar: allí Riaza y Riofrio y más allá la ermita de Hontanares cuya visita quedará para otro día.
Y
llega la gran bajada, casi habría que decir que nos dejamos caer... las
rodillas acusan el cansancio. Llegamos a Riofrio de Riaza, muy solitario a
estas horas y con una curiosa iglesia que llama nuestra atención. En la plaza
hay unos bancos que parecen estar puestos allí para aliviar nuestras penas. Hay
quien estira los músculos muy diligentemente porque así no salen agujetas...
bueno habrá que verlo...
Se organiza una expedición de conductores para recuperar los coches que habíamos dejado en el puerto de Quesada y, tras una media hora de espera, nos dirigimos nuevamente a Riaza, donde lo celebramos con cerveza o café con leche, según los gustos y necesidades de cada quien.
Se organiza una expedición de conductores para recuperar los coches que habíamos dejado en el puerto de Quesada y, tras una media hora de espera, nos dirigimos nuevamente a Riaza, donde lo celebramos con cerveza o café con leche, según los gustos y necesidades de cada quien.
A
la espera de que otro día más despejado podamos comprobar la belleza del
paisaje y, a ser posible, pasemos un poquillo menos de frío, le vamos a asignar
a esta excursión tres sicarias.
Paloma
FOTO REPORTAJES
* Foto reportaje de Francisco Nieto
* Foto reportaje de José María Pérez
VÍDEOS
* Vídeo de Fernando Sangüesa
* Foto reportaje de Francisco Nieto
* Foto reportaje de José María Pérez
VÍDEOS
* Vídeo de Fernando Sangüesa
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