Inicio: Puerto de Navafría
Final: Puerto de Navafría
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 12,6 Km
Desnivel [+]: 609 m
Desnivel [--]: 609 m
Desnivel [--]: 609 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas y agua: Sí
Ciclable: No
Ciclable: No
Valoración: 4
Participantes: 15
MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta
PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta
PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
* Mapas de localización y 3D de la ruta
PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta
PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
* Mapa 3D (archivo kmz)
RUTA EN WIKILOC
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RESUMEN
RESUMEN
Para la primera de las rutas del grupo tras el largo confinamiento por el Covid-19, fuimos
llegando al punto de encuentro, en esta ocasión al parking del puerto de
Navafria a 1773 m.
La mañana estaba fantástica, auténticamente primaveral,
soplaba un vientecillo fresco, descendíamos de los coches, la mayoría con la
mascarilla puesta; una prenda bien
extraña para nosotros, hasta hace muy poco, - la tenía como símbolo de ciudad
especialmente contaminada o de hipersensibilidad social-, que de repente se ha convertido
aquí en habitual.
Una alegría
contenida al reencontrarnos de nuevo, los saludos -manteniendo las distancias-. El
grupo no era muy numeroso; enseguida Antonio marcó el camino y comenzamos la marcha, quizás un poco bajos de forma, pero ya estábamos disfrutando de un
nuevo miércoles con el GMSMA. Se van formando los típicos grupitos, hay muchas
cosas que contar, después del confinamiento, ya estamos casi en la normalidad.
Ya durante la
subida en coche al puerto, pudimos apreciar la grandeza del paisaje del entorno
en que nos encontrábamos. Tras una primavera excepcional, los bosques de robles
lucían un verdor fulgurante, y los pinos silvestres con su corteza naranja y un sotobosque frondoso de helechos, un
contraste singular.
Después de
pasar por el panorámico mirador de Navalcollado, con placa dedicada a la comunidad y villa de Pedraza, el camino se hace cuesta
arriba, discurre entre bosques de pino silvestre. Pasamos por el monolito
dedicado a la Virgen de las Nieves hasta
el que se acercan los romeros desde Navafría el tercer domingo de junio.
Después de acercarnos al bonito refugio de Navalcollado, seguimos
subiendo, nos vamos encontrando con algunas pinceladas amarillas de piornos que
comienzan a estar en flor –xestas, en
gallego-, una variedad distinta que en Galicia, que se desarrolla más y es muy espectacular durante mayo, tanto en montaña como en llano.
El tentempié nos lo tomamos al pie de unos riscos. Sobre las 12 nos
estamos acercando al pico del nevero 2.209
m., una planicie en subida un poco como desolada, es cara norte; se nota que aquí
los inviernos deben ser muy crudos, no hay nieve a estas alturas del año, pero sopla un
viento fresquillo que invita a abrigarse un poco.
Las vistas al
valle del Lozoya son espectaculares, con sus pantanos, en frente el de la
Pinilla y más a lo lejos, el de Buitrago. Los bosques y montañas de toda la Cuerda Larga, frente a nosotros. Al oeste el
perfil estilizado de Peñalara, al norte la planicie segoviana.
Después de
las correspondientes fotos, reemprendemos la vuelta, en este caso por la cara
sur. La vegetación está frondosa, los piornos en flor con su espectacular
colorido son más abundantes en esta zona.
Llegamos a
las Lagunillas, restos claros de un antiguo glaciar que hoy tenía poca agua, y aunque un poco temprano
nos dispusimos a comer. Carolina nos agasajo con vino de Tórtoles, de la bodega
que habíamos visto en otoño, preparándose para recibir la primera remesa de
uvas de la temporada.
Esta
primavera ha sido tan favorable además de para del paisaje, que Lucio nos habla
de posible cosecha récord de cereal en su pueblo.
Durante el
camino de vuelta, y después de pasar por el mirador Peña del Cuervo, el bosque de pinos todavía nos iba a ofrecer una especial
alegría, unos hermosos boletos Pynphilus y Erythropus, típicos de la sierra en
una primavera propicia.
Como remate
de excursión, ya en el pueblo de Lozoya, encontramos una terraza muy agradable, El
Leoncito, en la que
observando las medidas de seguridad, pudimos disfrutar de esa cerveza
fin de etapa que tan bien sienta. Ha sido una estupenda excursión de vuelta a la normalidad, de unos
13 kms y 600 m. de desnivel, que la calificamos con cuatro sicarias.
Ángel R. Otero
Ángel R. Otero
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