Inicio: Carbonero el Mayor
Final: Carbonero el Mayor
Tiempo: 3 a 4 horas
Distancia: 12 Km
Desnivel [+]: 279 m
Desnivel [--]: 279 m
Desnivel [--]: 279 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas y agua: Sí
Ciclable: Sí
Ciclable: Sí
Valoración: 5
Participantes: 33
MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta
* Mapas de localización y 3D de la ruta
PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta
TRACK
PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
RUTA EN WIKILOC
RESUMEN
Vaya lio!!! Los amigos de mis amigos son mis amigos…aunque espero que entre ellos no esté el COVID-19 preferimos mil veces el CABU-20.
Pues si, la verdad que esta semana es atípica. Recibimos la convocatoria de nuestro boss del GMSMA para EL JUEVES día 12 en lugar de ser como viene siendo habitual el Miércoles. El motivo está claro, haremos una sencilla ruta circular por el río Eresma para conocer sus cañones y molinos, las canteras de pizarra de bernardos y el pueblo abandonado de Fuentes, pero el cambio de día está marcado por ese pobre CABU que vamos a degustar en Carbonero el Mayor.
Parece que se han compinchado Ricardo Tardon y Marcos Herrero con el buey para que lo degustemos en el Mesón el Riscal. Para no hacerlo coincidir con el día del ‘Menú del día’ valga la redundancia, se pasa la ruta del Miércoles al Jueves y sin que sirva de precedente, ya que al parecer es la primera vez que se hace un cambio de este tipo.
Cada vez que una ruta finaliza en una copiosa comida, la afluencia de público es máxima y si se suma la sencillez de la misma con 12 km y solo 300 metros de desnivel, también favorece que se vayan sumando participantes a diestro y siniestro. Y así fue en un primer momento, el número de participantes iba creciendo atraídos por el CABU-20. Pero de repente, el COVID-19 va ganando posiciones y justo el día anterior a la ruta:
Colegios, guarderías, universidades, museos y centros de día, cerrados durante quince días por el coronavirus
Esto cambia de forma radical el sentir de todos, parece que empieza a cundir el pánico y también el sentido de la responsabilidad. Cada uno por un motivo, ya sea por precaución, por la necesidad de cuidar de los nietos, por la peligrosidad del bicho, comienzan a producirse un sinfín de bajas que puede hacer peligrar la comida y obliga a realizar in situ un nuevo recuento de comensales.
Vamos llegando con cuentagotas, al lugar de encuentro, donde posteriormente nos reuniremos a degustar el rico CABU. Como ya he comentado en el inicio, todo es atípico. No hay besos, ni abrazos, ni roces, los saludos son diferentes, choques con el codo, con el pie, besos al aire hay que frenar la expansión del coronavirus a la fuerza y esperando siempre que no haya sido invitado a la ruta.
Puntualmente, aunque sea Jueves, salimos caminando a las 10:30 rumbo a los molinos de carbonero dejando atrás el Mesón El Riscal que sabemos que nos esperará con ricas viandas, al menos esa pinta tiene por lo que hemos podido ver mientras tomábamos un rico café. Una ruta bien definida llana, ancha y bien perfumada con ‘EAU de goch’, será por las diversas granjas de cerdos y pollos a lo largo del camino. Algún senderomago entendido en la materia comenta que, sin duda, el peor olor de granja es el parto de una vaca.
Puntualmente, aunque sea Jueves, salimos caminando a las 10:30 rumbo a los molinos de carbonero dejando atrás el Mesón El Riscal que sabemos que nos esperará con ricas viandas, al menos esa pinta tiene por lo que hemos podido ver mientras tomábamos un rico café. Una ruta bien definida llana, ancha y bien perfumada con ‘EAU de goch’, será por las diversas granjas de cerdos y pollos a lo largo del camino. Algún senderomago entendido en la materia comenta que, sin duda, el peor olor de granja es el parto de una vaca.
A Carbonero se le bautizó así porque en este lugar se fabricaba carbón vegetal (leña quemada por combustión incompleta). La abundancia de encinas con las que se elaboraba hizo que adquiriese gran fama. ´Mayor’ se añadió posteriormente, para diferenciar a este pueblo de otros cercanos, como Carbonero de Ahusín.
El origen de Carbonero el Mayor parece ser medieval. Aunque los primeros documentos que lo citan son del siglo XIII, es razonable pensar que sus orígenes están en la conquista de Toledo por Alfonso VI en 1085. Con una economía agroganadera, la población se vio afectada por la peste sobre el año 1800, y posteriormente el pueblo también se vio afectado por el cólera. Esperemos que se libre de la pandemia que tenemos en este momento, el coronavirus que nos tendrá a todos enclaustrados y alejados de las sendas y rutas gmesmanianas durante una temporada.
El origen de Carbonero el Mayor parece ser medieval. Aunque los primeros documentos que lo citan son del siglo XIII, es razonable pensar que sus orígenes están en la conquista de Toledo por Alfonso VI en 1085. Con una economía agroganadera, la población se vio afectada por la peste sobre el año 1800, y posteriormente el pueblo también se vio afectado por el cólera. Esperemos que se libre de la pandemia que tenemos en este momento, el coronavirus que nos tendrá a todos enclaustrados y alejados de las sendas y rutas gmesmanianas durante una temporada.
En la ruta encontramos restos de construcciones que pudieran estar relacionadas con dos antiguos oficios, tejeros y caleros que aprovechaban las materias primas que les ofrecía el entorno.
El camino continua siendo una senda fácil y llana, hasta que nos encontramos una pequeña bajada para cruzar un arroyo, con un pequeño accidente.
La vegetación incluye algún campo de cultivo de cereal, con eriales improductivos, vegetación de ribera. A lo largo del recorrido encontramos desde la cuenca sedimentaria cubierta por arenas eólicas, un relieve residual calcáreo en cuesta, otros materiales como las pizarras, arcillas, rocas calcáreas y materiales más recientes como las arenas silíceas.
Una pronunciada subida a un cerrillo de buenas vistas, que serian los 300 metros anunciados de desnivel, y aunque queda un rato para la hora oficial del ángelus, se adelanta, esperando a los senderomagos que han acompañado a Maria Jose y Jose Luis después del percance sufrido al cruzar el arroyo.
Este adelanto no nos viene mal, ya que todos pensamos que nos espera una estupenda comida y así tenemos tiempo de hacer nuevamente hueco en el estomago.
Continuamos la ruta, y nos encontramos con los restos de un molino harinero en la ribera del río Eresma (que pudiera ser Peña Covilla) en el que podemos curiosear por no tener impedimentos en el acceso; el edificio conserva los cuatro paredones que se asientan sobre un zócalo de sillares de caliza, tipo de piedra que al poder labrarse con una forma regular, le da mayor solidez al edificio que si se hubiera construido con la pizarra, que aquí abunda y es mucho más fácil de conseguir.
En este molino, como en otros de la zona, también se ha labrado la pizarra para poder desviar el agua del río hasta el lugar donde se asentó el molino, en el que destaca el lado de las arquerías de ladrillo, lugar por donde se devolvían al río las aguas que habían tomado prestadas para la molienda.
Curioseamos un rato, por arriba, por abajo, foto va, foto viene, dentro, fuera, incluso algún senderomago se quedaba con ganas de un baño por el calor del momento y la estupenda piscina que formaba el río en su meandro y que invitaba a ello. El lugar era el apropiado para hacer la foto de grupo.
Después de la parada en el molino, hubo un pequeño susto de nueva subida pronunciada pero la bordeamos y llegamos al punto alto, de excelentes vistas, con el menor esfuerzo posible. A partir de aquí la ruta se volvió de nuevo fácil hasta el final de la misma.
Nos encontramos con un campo de placas solares y a continuación con el pueblo, o mejor dicho el ‘no pueblo’ de Fuentes.
Fuentes o Fuentes de Carbonero es un despoblado a poca distancia de Carbonero el Mayor (desde el enclave se divisan las torres del pueblo); hasta su total despoblación ocurrida a finales del siglo XX estaba definido como barrio de Carbonero. Su deterioro y abandono ha dejado paso a un lugar solitario, con su urbanismo ruinoso y la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción casi destruida.
Por su cercanía (2km), por su industria y por los oficios de sus habitantes, Fuentes estuvo siempre muy ligado a Carbonero el Mayor cediendo poco a poco su independencia y evolucionando a barrio de este municipio. El poblado data del siglo XII y se transformo en barrio en el siglo XIV.
Por su cercanía (2km), por su industria y por los oficios de sus habitantes, Fuentes estuvo siempre muy ligado a Carbonero el Mayor cediendo poco a poco su independencia y evolucionando a barrio de este municipio. El poblado data del siglo XII y se transformo en barrio en el siglo XIV.
Su economía estuvo basada en el trabajo en los hornos de cal y fabricación de ladrillo, en los cultivos de secano y viñas, y en la crianza de ovejas y cerdos. La emigración y consiguiente despoblación comenzó a finales del siglo XIX y termino a mediados del siglo XX cuando en 1963 quedaban solo dos familias.
Sobre la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, comentar que fue destruida por un rayo en 1732 y tuvo que ser rehecha en 1741. El maestro albañil que se ocupó de este trabajo fue Jose Gomez. Tras su abandono y deterioro se guardaron algunos enseres valiosos en el museo Episcopal de Segovia para su custodia. Otras piezas, entre las que se cuentan buenas esculturas, se llevaron a la Iglesia de San Juan de Carbonero y al monasterio de San Vicente el Real.
Sobre la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, comentar que fue destruida por un rayo en 1732 y tuvo que ser rehecha en 1741. El maestro albañil que se ocupó de este trabajo fue Jose Gomez. Tras su abandono y deterioro se guardaron algunos enseres valiosos en el museo Episcopal de Segovia para su custodia. Otras piezas, entre las que se cuentan buenas esculturas, se llevaron a la Iglesia de San Juan de Carbonero y al monasterio de San Vicente el Real.
En las ruinas que quedan en pie puede apreciarse que es un edificio de una sola nave con crucero y cabecera plana. Está construido en mampostería y buena sillería en los lugares especiales como son las uniones de los muros y los vanos. Tiene una torre de campanas a los pies que presenta tres cuerpos. El acceso principal está en el muro norte. Algunos senderomagos se adentraron en la iglesia pudiendo comprobar el estado de deterioro y abandono de la misma.
Continuando la ruta, en breve tuvimos una nueva parada junto a una fuente, que fue muy bien recibida para refrescarnos, cambiar y renovar el agua de nuestras botellas. Algún paladar fino indicaba que se notaba la diferencia con el agua madrileña.
Ya de vuelta hacia Carbonero el Mayor, nos adentramos hacia el centro del pueblo para conocer la Iglesia de San Juan Bautista y el ayuntamiento. La iglesia está situada en el centro del municipio, ha sufrido varias transformaciones, adecuándose su configuración a las diferentes épocas y gustos de sus parroquianos.
Los restos más antiguos de esta construcción se fechan en torno al siglo XIII, dentro del estilo dominante en la comarca, el románico de ladrillo. Edificio de planta basilical, posiblemente de tres naves y con la torre situada sobre la bóveda del presbiterio.
Del primitivo templo solo se conserva en la actualidad la base de la torre hasta el tercer cuerpo, realizada en mampostería e hiladas de doble ladrillo. A finales del siglo XV, se produjo la transformación del edificio al gusto gótico, respetándose del templo anterior solamente la cabecera y la torre.
La nueva construcción, modelo precursor del gótico tardío, se realizo en cantería caliza, de las cercanas canteras de la Muela. El interior se estructura en tres naces de diferente altura y anchura divididas en cuatro tramos de dimensiones diferentes.
El Ayuntamiento de Carbonero el Mayor es un edificio bastante curioso, por su composición. Se aprecia en las tres alturas que muestra. La inferior está elaborada con una sillería de piedras alberas, rectangulares y lisas de gran tamaño. La intermedia cuenta con el recurso de grabar la superficie del revoco que la recubre con singulares formas geométricas y florales; una técnica muy elaborada llamada esgrafiado. En este segundo piso también destaca el balcón en forja donde se muestran las banderas constitucionales. Por último, se encuentra la planta superior, donde se rompe completamente esta estética regional y autóctona con una fachada con el típico ladrillo visto, muy poco ornamentada y por ello más funcional.
Las industrias que componen la economía de Carbonero el Mayor son principalmente la transformación de productos agroalimentarios (industrias cárnicas), la cerámica, y la agricultura y la ganadería tradicionales.
Tras el paseo urbano, allá que nos dirigimos, al Mesón el Riscal, para dar buena cuenta de esa ganadería tradicional. Nuestra sospesa fue inmensa, cuando nos encaminamos hasta el comedor que nos habían reservado para el GMSMA y nos encontramos al coronavirus coronando, en forma de lámparas, todo el techo del comedor..HORROR nos persigue, esto es como una pesadilla. Pero en seguida, comenzamos a fijarnos en las viandas que fueron llegando a nuestra mesa.
- Carpaccio de buey con salsa de foie…uhhmmmm riquísimo
- Copa de ensalada o ensalada en copa con pavo escabechado y ricas croquetas
- Buey, fileteado en crudo junto con piedras de barro calentadas a altas temperaturas para hacerlo vuelta y vuelta. Algún adelantado se lo puso directamente en su plato para comérselo poco hecho, y tan poco hecho
- Copa de ensalada o ensalada en copa con pavo escabechado y ricas croquetas
- Buey, fileteado en crudo junto con piedras de barro calentadas a altas temperaturas para hacerlo vuelta y vuelta. Algún adelantado se lo puso directamente en su plato para comérselo poco hecho, y tan poco hecho
Comimos buey hasta que nos cansamos de decir, que por favor, nos trajesen un poquito más al igual que las patatas chips fritas. Finalizando con un postre helado muy amoroso, café, licor….
Tras el atracón, rápidamente nos movilizamos para ir a ver a los ‘CABU’ en su ambiente. Naturbuey, es el paraíso para mansos y cabestros. Nos adentramos en la finca con nuestros coches, y pasamos entre los animales. Jesús, el gerente de la empresa nos cuenta como cuidan de los bueyes para conseguir un engrasamiento óptimo que luego se traduce en una extraordinaria calidad de la carne.
Los bueyes son sacrificados en el momento que se consigue el peso ideal, entre los 800 y 1.100 kg y algo más de ocho años de vida. Nos cuenta que el menú que hemos degustado, sale de las peores parte del buey. Tendremos que atrevernos a probar otro fileteado más grueso y selecto.
A continuación entramos en los establos para ver los bueyes que están ya casi listos para ser degustados, y algún senderomago se atrevió a mezclarse con los animales, tocar los cuernos y dejar inmortalizado el momento. Jesús, nos dejo muy claro que la carne es solo para consumo en el Meson el Riscal y no comercializan con ella fuera de él.
En los establos también tuvimos la oportunidad de ver los cerdos-ovejas . El grupo cárnico ´Monte Nevado’, gestionado actualmente por Jesús, salvó de la extinción la raza de cerdo húngara mangalica conocido de forma coloquial como cerdo-oveja, pariente lejana de la ibérica, y de la cual se han empezado a comercializar productos con calidad muy elevada.
No se trata de una mutación genética creada en laboratorio, sino de una raza autóctona que reinó en el imperio austrohúngaro. Los mangalica son cerdos domésticos, aunque cubiertos de una gruesa capa de pelo que, en apariencia, se asemeja a la lana.
A comienzos del siglo XX la ya mermada raza de los cerdos-oveja quedó desterrada, debido a que la tendencia de consumo giró a favor de carnes más magras. Hasta que sucedió un encuentro fortuito en 1991, la familia de Monte Nevado se topó con esta variedad de cerdo-oveja buscando animales grasos para productos de larga curación, reconoció en ella muchas de las virtudes del cerdo ibérico, y apostó por la conservación de la raza. Tras 10 años de arduo trabajo, en 2010 el número de animales reproductores de Mangalica superaba los 7.000, consolidándolo como uno de los productos gourmet a tener en cuenta. Monte Nevado se ha convertido en la embajadora de esta nueva especialidad gastronómica.
Posteriormente, unos tomaron ruta a casa y otros continuaron hasta la tienda donde más de uno picaría y compraría un poco de jamón o lomo mangalico.
La ruta pudiera ser evaluada con 2 sicarias por la sencillez de la misma, pero si tenemos en cuenta el pedazo día, la compañía, las ricas viandas, la visita a los bueyes, los cerdos-oveja y haber traspasado la barrera de lo prohibido no tenemos más remedio que subirla hasta 5, por el buen sabor de boca que nos ha dejado y no saber hasta cuándo podremos saborear otra ruta con o sin el GMSMA.
Olga Rodilla
P.D: Y colorín colorado este cuento se ha acabado. A cuidarse y ser responsables sin salir de casa.
P.D: Y colorín colorado este cuento se ha acabado. A cuidarse y ser responsables sin salir de casa.
FOTO REPORTAJES