miércoles, 24 de junio de 2020

Excursión 514: La Maliciosa desde el Puerto de Navacerrada

FICHA TÉCNICA
Inicio: Puerto de Navacerrada
Final: Puerto de Navacerrada
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia:  12,2 Km
Desnivel [+]: 761 m
Desnivel [--]: 761 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas y agua: No
Ciclable: No
Valoración: 4
Participantes: 21

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta


















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
Mapa 3D (archivo kmz)

RUTA EN WIKILOC
Me preguntaba, quizá,
¿si se anunciaba tormenta,
no me tendría más cuenta
el quedarme en Alcalá?;
mas siendo representante
de aquesta ilustre ciudad,
por honor y dignidad
me registré en un instante.

Estrenábamos verano,
justo después del solsticio
y era un día muy propicio,
para el paseo serrano.
En el puerto nos citamos
todos con las mascarillas,
esta vez no nos tocamos
—que así el virus no lo pillas—,

y empezamos la ascensión
desde la misma explanada
de allí, de Navacerrada,
no por pista de hormigón,
sino por otra empedrada
que por los tubos asciende;
su facilidad sorprende,
y aun sinuosa y quebrada
cuando menos te lo esperas
ya estás en las Guarramillas
junto a antenas y cabrillas
y enseguida recuperas.

«Qué sentimiento profundo
y hay que ver qué bien me siento
cuando en mi rostro da el viento
aquí en la Bola del Mundo.»

Al fondo se recortaba
la sombría y misteriosa
cumbre de la Maliciosa,
que un poco nos asustaba
con ese cielo plomizo;
los truenos que ya se oían
nada bueno nos traían.

¿Será aguacero o granizo?,
algo que en la Maliciosa
—el mismo nombre estremece—
cuando la tormenta crece
debe ser bien peligrosa.
¡Ojito con la tormenta!
ponedle todo el sentido,
que el grupo ya lo ha sufrido:
casi un rayo nos revienta;

San Pedro nos protegió
porque en su cerro ya un día
le rendimos pleitesía,
¿mas, fue él quien nos salvó?,
porque pienso que San Juan…
¡a veinticuatro de junio!
… nos libró del infortunio
evitando el huracán
y la lluvia presagiada;
por eso, posteriormente,
temperatura excelente,
ni poca ni demasiada.

Siguiendo con nuestra ruta
bajamos de forma tal
que al collado del Piornal
—eso no hay quien lo discuta—
llegamos sin sufrimiento
cuesta abajo y por camino.

Algo mucho más cansino,
mas sin apresuramiento,
fue la subida costosa
por grandes rocas de gneis,
que como todos sabéis,
conforman la Maliciosa.

En la cumbre señalada
tomamos el tentempié;
no me preguntéis por qué,
pero una cabra amaestrada
a cambio de unos bocados
se dejaba sin temores
posar junto a los señores
y ser fotografiados.

Nosotros por nuestra parte
como humanos responsables
a dos metros, y no hables,
que esta vez no se comparte
ni la bota ni comida,
que no es una cosa buena
meter mano en bolsa ajena
aunque la cabra te pida.

Desde esta elevación
con inmejorables vistas,
aunque llena de turistas,
y ecuador de la excursión,
el camino retomamos
de vuelta a Navacerrada,
punto de inicio y llegada
de nuestra ruta. Bajamos
otra vez hacia el collado

—la Maliciosa está sola
y es más baja que la Bola—,
y después de haber bajado
otra vez ir hacia arriba
directos a las antenas,
doscientos metros apenas
de pendiente positiva
y al final la gran bajada.

¡Vaya coñazo, copón,
si es la pista de hormigón!
Mas antes una parada,
para lo cual elegimos
la estación del telesilla
—la primera Guarramilla—,
descansamos y comimos,
pues la hora lo dictaba.

El final no fue excitante:
bajada insignificante
y la marcha se acababa
con el modo habitual
de tomar en Venta Arias
las cervezas necesarias
y despedida cordial.

Esta vez me corresponde
como cronista oficial
la valoración final
de la que —mira por dónde—
fue una marcha relajada
con buena temperatura,
y aunque sin mucha aventura,
siempre será recordada;
mas acciones temerarias
le restan la puntuación,
así que en esta ocasión
le daré cuatro sicarias.
Paco Cantos

FOTOS

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