miércoles, 12 de febrero de 2025

Excursión 830: Embalse del Pontón Alto y destilería DYC

FICHA TÉCNICA
Inicio: Palazuelos de Eresma
Final: Palazuelos de Eresma
Tiempo: 4 a 5 horas
Distancia: 15 Km 
Desnivel [+]: 215 m 
Desnivel [--]: 215 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas/Agua: Sí/Sí
Ciclable: Sí
Valoración: 4
Participantes: 49

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta

















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta













TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

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RESUMEN
El miércoles 12 de febrero, los intrépidos senderistas del GMSMA nos calzamos las botas y nos lanzamos a una nueva aventura.

Esta vez, la ruta elegida nos llevó desde Palazuelos del Eresma hasta la presa del Pontón Alto, un recorrido de unos seis kilómetros (ida y vuelta) que nos permitió disfrutar de la belleza natural de la zona.

Eso sí, el cielo nos puso a prueba desde primera hora. El día amaneció bastante nublado y con amenaza de lluvia, así que casi todos llevábamos nuestro paraguas bien a mano, por si acaso.

Al final, más que un grupo de senderistas, parecíamos una expedición de exploradores listos para cualquier temporal. Pero ni el tiempo nos quitó el ánimo.

Al llegar a la Presa del Pontón Alto, por sendas paralelas a la margen derecha del río Eresma, Carolina que bien conoce la obra de dicha presa porque trabajó como topógrafa durante su construcción, nos explicó que las compuertas habitualmente no se abren sino que el agua rebosa sobre ellas y sólo se abrirían si hubiese peligro de rotura de la misma por fuertes avalanchas de agua o cualquier otra circunstancia.

También nos contó datos muy interesantes como que fue construida en 1993 y es de las llamadas de bóveda de doble curvatura que mide 48 metros de altura desde los cimientos y la longitud de coronación es de 248 metros.

Tras la foto de grupo en la presa, Paco y Vicky nos dejaron para continuar el recorrido dando un agradable paseo rodeando por completo el embalse.

El resto iniciamos el camino de vuelta descendiendo por el extremo opuesto del muro, disfrutando de las vista de la enorme cascada que se forma al desaguar el agua sobrante del embalse.

El río Eresma lo cruzamos por un puente romano. que según nos contaron los segovianos del grupo, tuvieron que cambiar de sitio. piedra a piedra. desde el lugar original a este otro al construir el la presa.

La caminata transcurrió entre charlas, fotos y alguna que otra parada estratégica para realizar fotos o simplemente para admirar el paisaje. El río Eresma nos acompañó prácticamente en todos los tramos aportando un toque aún más especial al recorrido.

Tras completar la ruta sin necesidad de abrir los paraguas (¡punto para nosotros!), nos dirigimos a la destilería de whisky DYC, donde nos esperaba una visita guiada de lo más interesante. Aprendimos sobre el proceso de elaboración del whisky y, por supuesto, no faltó una pequeña cata para los más curiosos.

Después de caminar seis kilómetros, bien merecíamos un sorbo de cultura líquida. Para nuestra sorpresa nos informaron de que la empresa en España cuenta con 150 empleados pero hace tiempo que fueron comprados por un grupo japonés.

Con el ánimo alto y el estómago ya pidiendo su turno, nos dirigimos a el restaurante El Mesonero, en Palazuelos de Eresma, para reponer fuerzas.

La comida fue otro momento estelar del día: platos generosos y ricos, buen ambiente y muchas risas (no hay quien nos calle). Hubo brindis, anécdotas de la ruta, y promesas de repetir en la próxima salida.

Y aquí viene la parte especial para mí. Como hacía muchísimo tiempo que no realizaba rutas con el GMSMA, Antonio me encargó escribir la crónica del día a lo que inicialmente me resistí, pero ante la insistencia pensé, venga María, que es ....¡Todo un honor! Para mí, ser la elegida fue como recibir un premio, así que… ¡gracias, Antonio! 

Espero haber estado a la altura de esta gran jornada. ¡Un agradecimiento muy especial a los organizadores!

Pero más allá de la ruta, la visita y la comida, lo que realmente hizo que este día fuera inolvidable fue la compañía. GMSMA es un grupo maravilloso, en el que me recibieron ya hace unos años con los brazos abiertos desde el primer momento. Aquí no solo he encontrado compañeros de senderismo, sino grandes amigos. Y eso, sin duda, es lo que hace que cada salida sea tan especial.

Así concluyó un día perfecto, al que le otorgo un 4, donde ni las nubes ni la amenaza de lluvia pudieron con el grupo. Y ya estamos contando los días para la próxima aventura. ¿Quién se apunta?
María Sánchez

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