PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
RESUMEN
Cuando, dentro de unos años, Paco Nieto haya creado una
nueva pestaña de efemérides en nuestro blog, estoy seguro de que el 9 de
octubre de 2013 será una fecha especialmente destacada: Será recordada y
posiblemente celebrada como el “día de Los Cochinillos”.
Seguro que también nos
acordaremos de que el evento se desarrolló en casa de Marcos e Isabel, cuyo
corazón es mayor que toda Armuña, lo cual no es poco, ya que en este día no
hubo otro lugar tan grande.
Eran cuatro los ejemplares que llegaron despanzurrados en sendas cazuelas de
barro de gran tamaño, con su piel expuesta, pincelada con tonalidades doradas arrebatadas
al horno del panadero, con su abundante jugo aún crepitando, con su olorcillo tentador.
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Teníamos hambre, sí, pero no podíamos dejar de contemplar la estampa de los
cuatro tostones en sus cazuelas ocupando toda una mesa en el patio. En estas
que va Marcos y se nos arranca con una “bendición de la mesa” digna del Cándido
de los mejores tiempos, seguida por el troceado de los cochinillos a lo largo
del espinazo con el canto de un plato, que luego estampó en el suelo.
¡Memorable! ¡Y eso que estaba malito y desganado!
Luego ya fue la fruición, el trasiego de platos con sus raciones
correspondientes hacia las posiciones de los más de 30 comensales que nos
agrupábamos en dos largas mesas bajo el porche, el yantar más o menos
desaforado según el comedimiento de cada cual, las loas a los cochinillos entre
dentellada y trago de vino... Salvo Marcos, que ingería quedamente un puré de
zanahorias acompañado de un Acuarius de limón. ¡Qué injusto es a veces el
destino!
Las fuentes de ensalada dispuestas previamente en las mesas sirvieron para
aligerar los estómagos ya saciados y dar paso a las pastas, chocolates y
bollería, que se fueron consumiendo al ritmo en que se iba haciendo el café.
Hubo tertulia, mientras pasaban de mano en mano algunas botellas de licor.
Incluso se brindó con “champán”.
Luego se siguió animando el ambiente: Los más
bailongos se lanzaron al ruedo y con gran habilidad se marcaron unos pases muy
bien medidos. Como las mujeres eran escasas y además bailaban bien, fue muy
disputada su compañía.
Después ya fue el acabose: Me acuerdo de oír a mi alrededor peticiones cada
vez más insistentes para “el niño de las monjas”.
Estaba yo preguntándome quién de nosotros
tendría tal apelativo, cuando Joaquín sale a escena y dice que va a cantar.
Pensé yo: Ya está, Joaquín es “el niño de las monjas”, pero ¿por qué? Pronto
salí de dudas: ¡Vaya interpretación! y ¡Vaya coro!
Todos los asistentes acompañaban
a Joaquín siguiendo sus gestos y entonando el estribillo con devoción; incluso
yo me sumé arrobado a los cantos grupales, casi diría tribales. Era de admirar
como Joaquín expresaba todos los matices de la copla con verdadera maestría. Ya
estaba clara la conclusión: Joaquín, cantador de coplas; “El niño de las
monjas”, el himno del GMSMA.
Ante tal muestra de arte, nuestro showman Fernando no se pudo resistir y
pidió cantar su “Vivir sin tí”; primero lo hizo en playback, pero enseguida se
animó a cantarlo de verdad. Le quedó bien, pero claro, echaba de menos su
saxofón, así que salió raudo a por él y volvió para ofrecernos varias piezas a
cual más sentida. ¡Ojo con Fernando, qué las embelesa!. Habrá que convencer a
su mujer de que le acompañe, ya que, según dice él, le sujeta algo.
¿Qué decir de lo que sucedió después? Nuestro polifacético José María se nos
reveló como un declamador sublime. Nos recitó una composición de José Larralde:
“Cosas que pasan”. Más que recitarlo, lo sentía, lo vivía, era él el poeta y
era él el protagonista del poema. Yo me lo creí tanto que cuando acabó me
extrañó encontrarme en Armuña en lugar de en La Pampa. Tras unos instantes de
pasmo y silencio, la ovación que recibió fue atronadora y no hubiera acabado
aún si correspondiera a sus merecimientos.
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Aún quedaba por escuchar a Antonio Villaverde, precedido por una
introducción de Paco Cantos, en una interpretación épica de nuestra convivencia
digna del mejor orador griego. ¡Qué gran cronista se está perdiendo el GMSMA!
A mí me comprometió Fernando y no tuve más remedió que salir del paso
contando el único chiste de que me acordaba en ese momento, que para descrédito
mío acababa de contar a algunos por el camino (menos mal que habían sido
pocos).
Ya totalmente saciados de arte, de conversación y de compañía, fuimos
retirándonos poco a poco, impregnados de las esencias de la amistad.
¡Coño! ¡Casi se me olvida! Qué habíamos estado andando por la campiña
segoviana, por los caminos que surcan los campos de cereal, ya sólo mostrando
los rastrojos y oliendo a granja (para decirlo suavemente), por entre los
pinos, que vuelven a sangrar su resina como antaño, por la antigua vía de tren
entre Segovia y Medina del Campo, convertida en vía verde.
Que estuvimos en
Segovia, en la confluencia entre el Eresma y el Clamores, que contemplamos la
ciudad desde lo alto de Zamarramala, camino de Valseca, qué pasamos por Los
Huertos donde hicimos un alto, qué descubrimos una ermita románica construida
sobre una antigua villa romana. ¡Qué hicimos parte del camino de Santiago! Hay
que decir principalmente que todo esto lo hicieron José María y Carlos, 24 Km.
entre Segovia y Añe; los demás sólo hicimos a pie el tramo entre Valseca y Añe,
mucho más llevadero.
Se nota que me voy haciendo mayor porque no puedo evitar mi deriva
gastronómica. Si sumamos a esto que en esta ocasión era inevitable la
admiración artística, esto no va a parecer propio de un grupo de senderismo.
Para evitarlo, ya sabéis lo que hay que hacer: Las próximas veces, bocadillo
montañero.
Sicarias, sicarias... Va a haber que inventar una unidad mayor, como en el
mus, que se puede contar por amarracos. Bueno... 5 sicarias y ¡Olé!
Melchor
Un día mágico que quedará escrito en letras de oro en los anales del GMSMA.
Todo gracias a la generosa invitación de Marcos e Isabel a comer cochinillo
asado al estilo segoviano en su casa de Armuña.
Hoy, hablaremos poco de la excursión. Ha sido una marcha con la exigencia
justa para hacer honor a nuestro prestigio. Lo realmente importante era
sentarnos todos alrededor de una buena mesa y pasarlo muy bien y se consiguió
con matrícula de honor.
Marcos, el “Cándido de Armuña”, partió los cochinillos con un plato después
de realizar todo el ritual a la vieja usanza y como mandan los cánones, luego lo
tiró al suelo con mucho arte. Todos nos chupamos los dedos.
A continuación, una sobremesa entrañable con cante y baile donde no faltó el
himno del GMSMA “El Niño de las Monjas” cantado por Joaquín, ¡a capela! (Muy a
la altura de esta otra gran artista, La Niña de la Puebla).
Fernando nos regaló otro recital con su saxófono y entre risas y anécdotas de
viejo “rockero” (en este caso de jazz), nos recordó que había mucha gente en
estos momentos en España que lo está pasando muy mal.
José María salió al ruedo y nos dejó a todos con la boca abierta con una
historia en versos magistralmente recitada (Yo no sabía que tenía como vecino a
un gran actor!!!).
Antonio Villaverde y Melchor también amenizaron el evento con historias
mitológicas y humorísticas. También hubo un reconocimiento a la grandiosa labor de Paco Nieto y su Blog
que nos ha lanzado a la fama nacional e internacional (A fecha de hoy, 19.714 visitas, ¡una pasada!).
También fue homenajeado Melchor, nuestro nuevo cronista
recién fichado, que plasma como nadie la esencia de cada excursión. Varios senderomagos expresaron en los brindis sus sentimientos por esta gran
familia que formamos el GMSMA.
Y por supuesto, todos manifestamos nuestra gratitud a nuestro gran leader
Antonio con una gran ovación pues sin él, el GMSMA no existiría. Él es el alma
del grupo.
Para cerrar el acto, Marcos e Isabel nos dieron las gracias por acudir a su
invitación cuando éramos todos nosotros los que estábamos emocionados por la
generosidad y cariño que nos regalaron.
A mi primo Marcelo, cuyo bautizo de senderista ha sido hoy, le diré que se lo
piense bien eso de jubilarse pues ya ha visto lo duro que es la vida de un
senderomago… pero haga lo que haga, que sepa que tendrá que seguir proveyéndonos
del buen vino de Rioja.
Gracias de nuevo a Marcos e Isabel por su hospitalidad y a todos por lo buena
gente que sois.
Día inolvidable. Felicitaciones y agradecimientos a estos anfitriones de
lujo, por sus desvelos y atenciones, gran excursión, magnífica casa y porche,
marco propicio para una singular y excelente comida, y sobre todo cariño, mucho
cariño con los miembros del grupo.
También gracias a las colaboradoras en la preparación y a todos los
protagonistas activos en el sorprendente ambiente creado en la sobremesa,
momento especial, emotivo, mágico. Creo que va a quedar grabado con fuerza en el
recuerdo de este grupo de senderistas.
Gracias a todos por
éste gran día. A Marcos y familia por su hospitalidad y generosidad. A José
María por su extraordinaria representación, digna de un gran actor. A
Melchor por las risas que nos ha brindado con la morenaza y los leones, regadas
con el gran vino que hemos degustado.
A Antonio Villaverde por sus relatos
mitológicos. A Fernando por sus aportaciones "saxoales" y sus historias
amorosas. A Joaquín por el niño de los curas. Y a los demás por vuestra
compañía.
MI ENHORABUENA Y MIL GRACIAS A LOS ANFITRIONES ISABEL Y MARCOS, A ANTOLIN AND
FAMILY POR LA LOGÍSTICA Y LA AYUDAS EN COCINA.
Menciones especiales
para los senderomagos Mágicos, cantantes, poetas, narradores Mitológicos,
organizadores varios, Blogueros, montañeros puros, ballet de coros y danzas de
Segovia, parejas de baile de estilos múltiples, conductores, maestro cortador de
cochinos, espectadores varios y sobre todo a los comensales por los bien mandaos
y educados al dejar la vajilla tan
limpia.
Caminante acompañante del poeta, que
esta mañana han hecho camino al andar, exactamente el tramo "estación de
ferrocarril Segovia a .... casa rural de Isabel y Marcos.
En
primer lugar agradecer a Marcos la invitación a los cochinillos, que estaban
deliciosos, a su mujer y a las de Antolin y Marcelo la preparación de la
comida.
Ya decían en la calurosa velada que habría que seguir haciendo excursiones por esa
zona segoviana tan bien surtida.
Antonio
También me sumo al
agradecimiento general a Isabel y Marcos por haber permitido que está tropa
formada por tropecientosmil sendero magos invadiera su magnifica casa y nos
tratara de esa forma tan amable y cariñosa. Salió todo perfecto: el aperitivo,
la comida (los cochinillos estaban sensacionales), el vino, la sobremesa (con el
recital de música, poesía, chistes y cuentos), el baile... todo,
todo.
Esta mañana viendo las fotos
en las que sale Marcos partiendo los cochinillos (que en paz estén) con el
plato, se me caía la baba. ¿Es esto normal o es fruto de la edad?
pregunto.
Gracias, gracias,
gracias.
Un abrazo.
Para que no os hagáis ilusiones, indicaros que por deferencia a José María y Carlos he puesto la ruta que ellos dos realizaron, Segovia - Añe, de 24,1 Km, pero a efectos estadísticos el resto tendremos sólo los indicados en el perfil que envió Juan, de Valseca - Añe, de 12,9 km, que son los que contabilizará José María.
Me uno a los agradecimientos hacia Marcos e Isabel por abrirnos de par en
par su casa, por su generosidad y hospitalidad, así como a todos los que
ayudaron a que este encuentro fuese muy, muy especial, fiel reflejo del grado de
crisol que el grupo ha conseguido, en el que, como comenté, cada hormiga o
abejita ayuda desinteresadamente al bien común de todos, en función de sus
capacidades o habilidades, descubriendo gratamente en cada excursión facetas ocultas de cada uno de nosotros.