FICHA TÉCNICA
Inicio: Cta de La Granja a Torrecaballeros
Final: Cta de La Granja-Torrecaballeros
Tiempo: 4 a 5 horas
Distancia: 13,1 Km
Desnivel [+]: 536 m
Desnivel [--]: 536 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas y agua: No
Ciclable: Sí
Valoración: 4,5
Participantes: 32
MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta
PERFIL
TRACK
* Track de la ruta (archivo gpx)
Inicio: Cta de La Granja a Torrecaballeros
Final: Cta de La Granja-Torrecaballeros
Tiempo: 4 a 5 horas
Distancia: 13,1 Km
Desnivel [+]: 536 m
Desnivel [--]: 536 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas y agua: No
Ciclable: Sí
Valoración: 4,5
Participantes: 32
MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta
PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta
TRACK
* Track de la ruta (archivo gpx)
RESUMEN
Esta vez se trataba de encontrar una excusa para
acabar a una buena hora en “El rancho de la Aldegüela”, en Torrecaballeros,
y así poder repetir la reciente experiencia de disfrutar de sus figones y
además, esta vez, de su spa. Fernando S. se había quedado con ganas de una
sobremesa relajada así que embarcó por segunda vez a Casilda en el recibimiento
al GMSMA. ¡Gracias, Casilda, por tu paciencia!
La subida a La Atalaya reunía los requisitos
exigidos: No demasiado larga, no demasiado costosa, pero suficiente para
despertar el apetito.
Además, la primavera parece la época más propicia para realizarla, con todos los campos reverdecidos desde las cumbres hasta el horizonte mesetario, con la temperatura agradable para un recorrido sin ninguna sombra.
Además, la primavera parece la época más propicia para realizarla, con todos los campos reverdecidos desde las cumbres hasta el horizonte mesetario, con la temperatura agradable para un recorrido sin ninguna sombra.
Al poco de empezar nos topamos con una hembra de
mastín que criaba varios cachorros con pelaje de hiena y que nos dejó pasar
mansamente. Atravesamos el praderío donde pastaban las vacas y descansaban las
yeguas, y enseguida remontamos suavemente la cuesta. Llamaban la atención a lo
lejos los Chorros de La Granja despeñándose por la ladera mientras la población
iba quedando a vista de pájaro.
Pronto llegamos por la pista a la ladera derecha
del río Cambrones, que tan gratos recuerdos del verano rememora. Un poquito
más, media vuelta, y ascenso, ya algo más empinado, a la cima de La Atalaya.
Desde allí hubo tiempo de localizar numerosos hitos del entorno, en particular el campo de tiro desde donde José Mª hizo sus prácticas en la mili disparando cañonazos a la montaña que habíamos culminado; incluso nos mostró el lugar exacto donde estuvo situado su campamento.
También pudimos seguir con la vista el recorrido de varias de nuestras excursiones por estos contornos; a nuestros pies, como en un mapa con Segovia destacada al fondo, la última de ellas: de Palazuelos al embalse del Pontón Alto por el Eresma, luego la Cañada Real Soriana y vuelta por Trescasas.
Desde allí hubo tiempo de localizar numerosos hitos del entorno, en particular el campo de tiro desde donde José Mª hizo sus prácticas en la mili disparando cañonazos a la montaña que habíamos culminado; incluso nos mostró el lugar exacto donde estuvo situado su campamento.
También pudimos seguir con la vista el recorrido de varias de nuestras excursiones por estos contornos; a nuestros pies, como en un mapa con Segovia destacada al fondo, la última de ellas: de Palazuelos al embalse del Pontón Alto por el Eresma, luego la Cañada Real Soriana y vuelta por Trescasas.
Se tomó la foto de grupo, hicimos unas risas y
con la vista ya puesta en Torrecaballeros, que se destacaba al norte, acometimos
el descenso con rapidez por los prados mientras José Mª desgranaba las últimas batallitas de la
jornada.
Llegados al “Rancho de la Aldegüela” nos
repusimos del esfuerzo más que de sobra con un menú preparado expresamente para
la ocasión, del que tengo que destacar, en lo que a mí concierne, el excelente
bacalao con salsa de puerro.
Se brindó con champán a la salud de Antolín y José Luis R., a sus expensas, para celebrar que acarrean un año más a sus espaldas. Tras ello, llegó el emotivo y esperado acto de entrega de estrellas senderomagas con varios agraciados, a saber: Negra para Carlos M, verde para Fernando D.H., Fernando S. y para mí; blanca para Enrique C. y Julián. Los condecorados recibimos un beso de Casilda, entre los que destacó con mucho el que recibió Fernando S., como siempre...Al menos a Fernando D.H. le quedó el consuelo de ostentar el nombre más bonito.
Se brindó con champán a la salud de Antolín y José Luis R., a sus expensas, para celebrar que acarrean un año más a sus espaldas. Tras ello, llegó el emotivo y esperado acto de entrega de estrellas senderomagas con varios agraciados, a saber: Negra para Carlos M, verde para Fernando D.H., Fernando S. y para mí; blanca para Enrique C. y Julián. Los condecorados recibimos un beso de Casilda, entre los que destacó con mucho el que recibió Fernando S., como siempre...Al menos a Fernando D.H. le quedó el consuelo de ostentar el nombre más bonito.
Casi se me pasa: Los olvidados Pacos de Alcalá,
que llevaban una temporada muy afectados, hasta el punto de ser tildados como
“los tristes de Alcalá”, por fin expresaron el motivo de su oprobio, que no era
otro sino el de no haber recibido nunca sus insignias estrelladas, a pesar de
que contaban con merecimientos sobrados para ello, así que allí mismo se
improvisó la entrega de sendas estrellas azul y verde, para Paco C. y Paco D.,
respectivamente, que fueron también bendecidas con un beso de Casilda; eso sí, estas
estrellas son pequeñitas...
A continuación hicimos una visita a las
instalaciones del “Rancho”, en la que Casilda nos relató la historia del lugar,
su evolución y muchos detalles interesantes acerca de su ornamentación, arte y
arquitectura. Como aún no estaba en uso la piscina con vistas al verde mar de
Castilla, muchos se lanzaron al spa como locos y disfrutaron de lo lindo. Algunos
nos quedamos un ratito de charla en el bar del hotel para finalmente volver a
nuestra rutina verdaderamente saciados.
Madi ha dictaminado que el día fue insuperable,
pero que la marcha parecía de las que cuentan los fundadores del GMSMA que se
hacían al inicio, o sea el preludio de una buena comida, así que una vez más
nos tenemos que conformar con 4’5 sicarias.
Melchor
Esta ruta trancurre por fincas privadas donde esta restringido el paso y dado que no son caminos de uso publico la propiedad denuncia.
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