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jueves, 31 de diciembre de 2015
miércoles, 16 de diciembre de 2015
Excursión 271: Puerto de Navacerrada - Caminos olvidados
FICHA TÉCNICA
Inicio: Pto. de Navacerrada
Final: Pto. de Navacerrada
Tiempo: 4 a 5 horas
Distancia: 11,9 Km
Desnivel [+]: 657 m
Desnivel [--]: 657 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas y agua: No
Ciclable: No
Dificultad: Media
Pozas y agua: No
Ciclable: No
Valoración: 5
Participantes: 44
MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta
* Mapas de localización y 3D de la ruta
PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta
TRACK
* Track de la ruta (archivo gpx)
PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
* Mapa 3D (archivo kmz)
RUTA EN WIKILOC
* Ver esta ruta en Wikiloc
RUTA EN WIKILOC
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RESUMEN
No me digáis que no es una suerte; una
espectacular mañana, un inmejorable grupo de amigos, última excursión del año,
entre Madrid y Castilla, con final en las Postas y resulta que Melchor se
acuerda de mí para concederme el favor de reflejar en estas líneas nuestros
trajines.
Diez de la mañana del miércoles 16 de
diciembre de 2015, Puerto de Navacerrada (Madrid), con estos datos, gorros de
lana, guantes, botas, polainas, forro polar y abrigos de plumas, forman parte
del equipamiento básico de cualquier montañero que se precie, desgraciadamente este
año sobra la mayor parte de esta equipación, al poco de comenzar a caminar varios brazos lucieron su desnudez.
Cuarenta y cuatro senderomagos, a un
solo gesto del Jefe nos lanzamos a invadir Castilla en su vertiente Segoviana,
por la vía rápida, una senda (camino de la Sotela ) que sale justo a la derecha de la
carretera dirección Segovia al principio del puerto, con una pendiente pronunciada, se descienden 420 m en apenas 3,7 Km.
Comenzamos la bajada y a pesar de la brutal sequía, pasamos y CON AGUA los arroyos de las Pintadas, Peñarrodada y el de los Puentes, justo al pasar este ultimo la senda se convierte en una pista asfaltada muy cómoda para andar, caminábamos como si del final de la jornada se tratara, risas, chascarrillos, que si, que no se que de un debate.., hasta que un comentario de valla paseo, esto es para los ciclistas domingueros, pues si que es facilita esta excursión, que ni hambre haremos para el cocido.., el Boss miró su GPS y realizó un brusco giro de 90º a la derecha, estos si que son caminos olvidados y tanto que de olvidados ni rastro de camino queda.
Comenzamos la bajada y a pesar de la brutal sequía, pasamos y CON AGUA los arroyos de las Pintadas, Peñarrodada y el de los Puentes, justo al pasar este ultimo la senda se convierte en una pista asfaltada muy cómoda para andar, caminábamos como si del final de la jornada se tratara, risas, chascarrillos, que si, que no se que de un debate.., hasta que un comentario de valla paseo, esto es para los ciclistas domingueros, pues si que es facilita esta excursión, que ni hambre haremos para el cocido.., el Boss miró su GPS y realizó un brusco giro de 90º a la derecha, estos si que son caminos olvidados y tanto que de olvidados ni rastro de camino queda.
Hacia arriba entre pinares por el
monte de Valsaín pasamos el arroyo Venerillo y cruzamos la CL-601 donde nos encontramos
una pradera para tomar el avituallamiento de rigor, sentados en la pradera en
manga corta como si estuviésemos en primavera, degustamos nuestros manjares
junto con las botas de vino, que al igual que el grupo cada vez son más
numerosas.
De nuevo, en marcha, nos dirigimos hacia la pista del Maderao, aunque algunos querían buscar “los caminos olvidados” y se dedicaron a acortar metros, como el batallón de los “senderomagos atrochadores” capitaneado por Marcelo.
De nuevo, en marcha, nos dirigimos hacia la pista del Maderao, aunque algunos querían buscar “los caminos olvidados” y se dedicaron a acortar metros, como el batallón de los “senderomagos atrochadores” capitaneado por Marcelo.
De pronto se abre el valle a nuestra
derecha y al fondo el cerro Minguete, el Montón de Trigo, la Camorca …, que nos
recuerdan unas cuantas excursiones, por esos cerros, ¿recordáis la excursión 220?, qué diferencia de paisaje. Con esas vistas de fondo se interpone la cámara
fotográfica de José María e inmortaliza a los 44 en su estupenda foto del grupo
y Enrique Cid nos agasaja desplegando un estandarte del grupo.
Antes de recuperar la cota inicial,
Mecha, una de las mascotas que nos acompañaban,
siguiendo el rastro de algún que otro unicornio, se despistó y hubo que
recuperarla y dirigirla de nuevo a la buena senda.
La residencia de los Cogorros nos
marca que ya estamos nuevamente en el puerto, pero si solamente llevamos 8 km , esto no puede acabar
así, ¿y si nos damos una vuelta por la estación de ski?.
Algunos senderomagos, decidieron ser “fugaces”, y se dirigieron hacia las Postas y otros tomamos lógicamente sin el preceptivo forfait la pista de fondo para seguidamente cruzar la pista del Bosque y… PISAMOS NIEVE, artificial, pero nieve, se ve que algún día pasado los cañones se pusieron a producir y quedaban un par de montoncillos.
Algunos senderomagos, decidieron ser “fugaces”, y se dirigieron hacia las Postas y otros tomamos lógicamente sin el preceptivo forfait la pista de fondo para seguidamente cruzar la pista del Bosque y… PISAMOS NIEVE, artificial, pero nieve, se ve que algún día pasado los cañones se pusieron a producir y quedaban un par de montoncillos.
Paralelos al camino Schmid, continuamos
algo más de 1Km, para desviarnos a la izquierda y subir a la Pradera de Siete Picos,
por cierto a un ritmo presuroso, como si a alguien le apretase que se yo o quisiera
dejarnos atrás, no sé, cosas de la naturaleza…, inmejorables vistas, la Bola
del Mundo, la Maliciosa, el valle de Navacerrada y como no, nuestros amigos los
buitres, sobrevolando nuestras cabezas.
Ya lo teníamos fácil, justo arriba al
final de la silla de la pista del Telégrafo, solo nos queda descender al puerto,
en chus, en cuña, en paralelo, utilizando los pinos como banderolas… en fin ya
me hubiese gustado verla con su manto blanco pero es lo que tenemos, la bajamos
y finalizamos la jornada senderista.
Nuevamente en la provincia de Madrid,
tomamos los coches hacia las Postas y
como no, cocido, risas, lluvia de estrellas, en esta ocasión la paridad
imposible de mantener, ganan ellas por goleada, más risas, torero, que quiso,
fue y lo dejó, regalos y reconocimiento al que hace que este grupo disfrute
todos los miércoles, con sus propias palabras como “niños a la hora del
recreo”, la rondalla del GMSMA cerró la jornada 271.
Tengo que calificar la excursión y
permitirme que lo haga de la jornada completa, por lo que se merece las 5
sicarias.
Y sirvan estas líneas para desearos
unas felices fiestas y que el próximo año, al menos sea una pizca mejor.
Paco Donaire
FOTO REPORTAJES
* Foto reportaje de Francisco Nieto
* Foto reportaje de José María Pérez
Etiquetas:
Alto del Telégrafo,
Arroyo de las Pintadas,
Arroyo de los Puentes,
Camino de la Sotela,
Excursión 271,
Los Cogorros,
Pista de El Bosque,
Pradera de Siete Picos,
Puerto de Navacerrada,
Senda Herreros,
z1602
Ubicación:
28491 Navacerrada, Madrid, España
miércoles, 9 de diciembre de 2015
Excursión 270: Alto de las Rozas
FICHA TÉCNICA
Inicio: Berzosa del Lozoya
Final: Berzosa del Lozoya
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 19 Km
Desnivel [+]: 866 m
Desnivel [--]: 866 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas y agua: No
Ciclable: No
Dificultad: Media
Pozas y agua: No
Ciclable: No
Valoración: 5
Participantes: 37
MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta
* Mapas de localización y 3D de la ruta
TRACK
* Track de la ruta (archivo gpx)
PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
* Mapa 3D (archivo kmz)
RUTA EN WIKILOC
* Ver esta ruta en Wikiloc
RUTA EN WIKILOC
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RESUMEN
Ingrata debe de ser la tarea de nuestro querido Melchor
cuando, siendo ya casi las dos de la tarde de un día de excursión, aún no ha
conseguido despojar a la jornada del triste destino de no tener quien la
describa. Tan es así, o al menos, tan así me lo parecía, que no pude dejar que
trascurrieran ni un par de segundos, que se antojaban angustiosos, antes de
responder con sí muy monosílabo a la pregunta que todo, o casi todo ser, no sé
por qué, rehúye como si de una maldición se tratara: ¿Te importaría encargarte
de la crónica?
Vaya por él, por nuestro Nombrador Oficial de Cronista de
Turno y Maestro de Cronistas, lo que viene a continuación.
Nos juntamos treinta senderomagos, alguno más, alguno menos,
en Berzosa del Lozoya, un pueblo contradictorio, puesto que igual lo ves
sobrevolar el valle medio de este río como agazaparse bajo la Peña del Portillo,
la cual sostiene por el extremo sur el cordal que nos va a guiar, caminando
hacia el norte, al Alto de Las Rozas. Antonio nos ha negociado un tiempo
primaveral impropio de finales de otoño.
Tras el consabido preámbulo, del cual acabamos saludados un
exitoso 90%, nos ponemos en marcha camino, primeramente, del Collado de
Matalinares. Sólo el celo y la pericia de Antonio son capaces de encarrilarnos
sin vacilar en un sendero de fuerte pendiente y metido entre jaras, únicamente
visible si no pones la bota en el suelo.
Alegremente y casi sin darnos cuenta, superamos los primeros trescientos metros de desnivel. Y ahora es cuando reparamos en las vistas. Al este, nos sorprenden los pardos roquedos que forman el cresterío de la Peña de La Cabra, con aquellas canales como cicatrices de gigante, que un día nos impresionaron cuando recorrimos destrepando de la Peña uno de los cordales más sorprendentes que recordamos. Lo terminó de hacer bello el cronista de entonces. ¿Quién pudo ser quien mejor nos recordara la excursión 213?
Alegremente y casi sin darnos cuenta, superamos los primeros trescientos metros de desnivel. Y ahora es cuando reparamos en las vistas. Al este, nos sorprenden los pardos roquedos que forman el cresterío de la Peña de La Cabra, con aquellas canales como cicatrices de gigante, que un día nos impresionaron cuando recorrimos destrepando de la Peña uno de los cordales más sorprendentes que recordamos. Lo terminó de hacer bello el cronista de entonces. ¿Quién pudo ser quien mejor nos recordara la excursión 213?
Seguimos mirando al este, las rocas de la Peña de La Cabra
dan paso, o impiden el paso, según se mire, al denso pinar que esconde el
pequeño río Riato, que da nombre al Vallejo que nos separa de nuestra querida
Peña.
Si por el esfuerzo de la subida a este collado de Matalinares
no se nos ha ocurrido mirar para atrás, ahora tenemos la ocasión de hacerlo para
descubrir el brillo metálico del embalse del Atazar o el perfil inédito de la
Sierra de la Cabrera o a lo lejos, nada menos que El Peñalara, con la estela de
montañas que nos pone enfrente: Flecha, Nevero, Reajos, Peña Quemada,…La
Carpetana.
La vista sigue sin desperdicio si barremos a nuestra derecha: Somosierra con sus Cebolleras, la Nueva y la Vieja. Y abajo, plata: Puentes Viejas y El Villar. Y el día, como nosotros, sigue sonriendo. Un velo de nube juega con el sol para darle a todo el paisaje el color que mejor queda con esta roca, con este gneis bañado en liquen, que surge de la tierra como ansiosa por respirar.
La vista sigue sin desperdicio si barremos a nuestra derecha: Somosierra con sus Cebolleras, la Nueva y la Vieja. Y abajo, plata: Puentes Viejas y El Villar. Y el día, como nosotros, sigue sonriendo. Un velo de nube juega con el sol para darle a todo el paisaje el color que mejor queda con esta roca, con este gneis bañado en liquen, que surge de la tierra como ansiosa por respirar.
Deliciosas y animadas las subidas y bajadas a lo largo de
este cordal, a veces cresta, a veces senda, a veces cumbre y a veces prado.
Mientras unos juegan a buscar las aristas más afiladas, más, aún más, otros se
deleitan por los pasajes más amables, donde se permite la contemplación sin
pausa o la conversación relajada.
Vamos coronando, o esquivando, que va al gusto de cada cual, las pequeñas cumbres de Albirigaño, Peña Parda, donde disfrutamos del cumpleaños de Isabel en forma de bombón, o Peña Águila, donde los estrellas fugaces se dan la vuelta, descubriendo más y más montaña hacia el norte: La Sierra de Ayllón, con su Lobo, su Cerrón, sus Peñuelas,… nuestro Santuy. Inmensa la vista que desde aquí se tiene y que invita, minuto a minuto a hacer planes y más planes.
Vamos coronando, o esquivando, que va al gusto de cada cual, las pequeñas cumbres de Albirigaño, Peña Parda, donde disfrutamos del cumpleaños de Isabel en forma de bombón, o Peña Águila, donde los estrellas fugaces se dan la vuelta, descubriendo más y más montaña hacia el norte: La Sierra de Ayllón, con su Lobo, su Cerrón, sus Peñuelas,… nuestro Santuy. Inmensa la vista que desde aquí se tiene y que invita, minuto a minuto a hacer planes y más planes.
Y así, consumidas tres horas, los últimos alcanzan el Alto de
Las Rozas, modesta pero vistosa cumbre de 1673 metros de altitud. De las vistas
acabo de hablar, ahora corresponde al lector imaginarlas…
Una parada breve, que vamos apurados, y de nuevo en marcha
bajando hacia el collado de La Tiesa y un breve apretón antes de comer para
subir al alto del mismo nombre. Allí, sentados sobre piedras repartidas,
contemplando el morir del Valle de Riato en brazos del Atazar y casi cegados por
un sol desubicado por causa de un calendario incongruente con la meteo, damos
cuenta de los respectivos bocadillos. Treinta minutos de lujo nos ponen las
pilas para continuar el recorrido, ahora por el pinar que se extiende bajo las
rocas de la Peña de La Cabra.
El lema número 134 del GMSMA viene a decir que “no hay
recorrido que se precie si no existe un tramo en el que caminen tres por cuatro
calles” y por ello nos dividimos en dos grupos, uno formado por cuatro y otro
por el resto, forma fina de decir que hubo algún error, de modo que anduvimos
separados y sin visibilidad entre los grupos durante unos minutos en los que la
telepatía facilitó el reencuentro. Fue el único incidente de la jornada.
Y ahora nos metemos en una pista, en llano o leve cuesta abajo, que para
no hacerse aburrida, nos regala nuevas vistas de la famosa Peña de La Cabra, que
no sé si la he nombrado alguna vez. Y tras seis kilómetros de pista, llegamos al
tramo sorpresa: un cortafuegos por el que se supera un desnivel de 130 metros.
No es mucho, pero ya llevamos un ratillo andando y esto da una pereza…que vencemos sin problemas para llegar de nuevo en el collado de Matalinares, lugar donde nos encontramos esta mañana con el Valle de Riato.
No es mucho, pero ya llevamos un ratillo andando y esto da una pereza…que vencemos sin problemas para llegar de nuevo en el collado de Matalinares, lugar donde nos encontramos esta mañana con el Valle de Riato.
Antes de bajar a Berzosa, el que esto escribe se retrasa a
propósito para echar una última mirada al Este.
El silencio lo domina todo, una leve brisa me invita a respirar hondo mientras contemplo una Montaña herida por el tiempo, arañada de las oscuras canales que hace casi exactamente un año, orgulloso como si fueran mías, invité a conocer a mis compañeros senderomagos. La luz, ahora aún más generosa, me muestra unos roquedos que ya no son pardos sino verdes de liquen. Esas rocas de gneis que tanto me atraen…
El silencio lo domina todo, una leve brisa me invita a respirar hondo mientras contemplo una Montaña herida por el tiempo, arañada de las oscuras canales que hace casi exactamente un año, orgulloso como si fueran mías, invité a conocer a mis compañeros senderomagos. La luz, ahora aún más generosa, me muestra unos roquedos que ya no son pardos sino verdes de liquen. Esas rocas de gneis que tanto me atraen…
Vuelvo en mí y pienso que, aunque me dé un poco de apuro por
haber colaborado modestamente con Antonio en preparar esta excursión, estoy
seguro de que Madi, cuando la vea, tendrá en cuenta el recorrido, el paisaje, el
tiempo y el ambiente y no dudará en otorgarle 5 sicarias, 5.
Juan.
FOTO REPORTAJES
* Foto reportaje de Francisco Nieto
* Foto reportaje de Francisco Nieto
Etiquetas:
Alto de las Rozas,
Berzosa del Lozoya,
Collado de la Peña Parda,
Collado de Matalinares,
Excursión 270,
Peña del Águila,
Peña Labanto,
Peña Parda,
Peña Portillo,
Pico Abirigaño,
Río del Riato,
z0912
lunes, 7 de diciembre de 2015
Excursión 269b: Camino Majariego de Santiago. Etapa 6. Nava de la Asunción - Coca
FICHA TÉCNICA
Inicio: Nava de la Asunción
Final: Coca
Tiempo: 3 a 4 horas
Distancia: 12,8 Km
Desnivel [+]: 82 m
Desnivel [--]: 90 m
Tipo: Sólo ida
Dificultad: Baja
Pozas y agua: No
Ciclable: Sí
Dificultad: Baja
Pozas y agua: No
Ciclable: Sí
Valoración: 4
Participantes: 2
MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta
* Mapas de localización y 3D de la ruta
PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta
TRACK
* Track de la ruta (archivo gpx)
PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
* Mapa 3D (archivo kmz)
RUTA EN WIKILOC
* Ver esta ruta en Wikiloc
RUTA EN WIKILOC
* Ver esta ruta en Wikiloc
RESUMEN
La sexta etapa comenzó en la
puerta del Hotel donde habíamos pernoctado. De nuevo conté sólo con la compañía
de Ana. Tras la larga etapa de ayer decidimos que hoy llegaríamos solamente
hasta Coca, disponiendo de la tarde para visitar esa ciudad y luego recoger el
coche en Añe y volver a casa.
A las 9’50 nos pusimos en marcha para de
camino conocer los monumentos más interesantes de Nava de la Asunción. Vimos la
fuente llamada el Caño del Obispo de 1683, la Casa del Caño de 1757 en la que
residió el famoso poeta Jaime Gil de Biedma y llegamos hasta la iglesia
parroquial de Nª. Srª de la Asunción del s. XVIII.
Vimos también el ayuntamiento y
nos dirigimos por la calle Real hacia la ermita del Santo Cristo de la
Expiración situada al final del pueblo. Aunque allí el indicador de la
carretera señala Coca hacia la izquierda la flecha amarilla que vimos en una
farola nos indicaba que el Camino había que tomarlo por la derecha. Así que eso
fue lo que hicimos. Salimos del pueblo a las 10’15 y, al poco, se nos planteó
otra disyuntiva: en esta bi-furcación se indicaban dos alternativas: la b) más
corta o la a) algo más larga pero más bonita.
Elegimos la A y enfilamos el
camino en dirección a las vías del AVE que esta vez cruzamos por debajo a
través de un túnel. Incluso después de atravesarlas tuvimos la suerte de ver un
tren de alta velocidad circular por ellas en dirección a Segovia.
Entre campos de cereales el
camino con amplias curvas nos llevó en dirección a los pinares. El día no
estaba tan despejado como ayer pero, andando, el calor hacía que sobraran
algunas prendas de abrigo.
Cuando eran las 11’00 y
llevábamos andados 4,800 km. llegamos a un cruce. El Camino seguía de frente
pero, como íbamos bien de hora, nos decidimos a recorrer un par de
kilómetros adicionales y llegar hasta el
lugar denominado la Peña del Caballero (según otras versiones la Peña del
Moro). Por una amplia pista forestal anduvimos hasta donde el GPS indicaba que
debía estar la citada peña. Allí no se veía roca alguna pero un cazador que encontré
me indicó que no la buscara hacia lo alto sino colgada del barranco que se
denomina cañón del Eresma.
¡Claro!, ¡ahí estaba!. Hicimos
fotos de ella y también del cañón que el río Eresma, que ya ha recibido las aguas del río Moros, ha tallado en la llanura. Deshicimos lo andado y a las
11’40 nos encontramos de nuevo en el cruce donde habíamos abandonado el Camino.
Ahora el GPS señalaba 7,310 km. Es decir: esta curiosidad añade 2,5 km. a la
etapa real. Seguimos, pues, por la senda marcada y pasando por una granja de
ganado lanar, volvimos a encontrarnos al borde del cañón por cuyo borde
discurre este tramo de la etapa.
Sentados en un tronco caído
hicimos una parada para beber y comer algo y aprovechamos para hacernos una
foto de grupo (aunque esta vez fue una foto de pareja).
Llevábamos andados 8’30 km. y
eran las 12’10 cuando nos volvimos a poner en marcha. El día se había puesto
más gris y los contrastes de colores no eran tan bonitos. De cualquier forma la
vista desde arriba del cauce del río era espectacular y eso que la vegetación,
álamos y chopos era tan alta que apenas deja entrever el agua del río.
Muchos de los troncos de los
árboles de corteza blanca, no así de los pinos, estaban cubiertos de yedra. Nos
internamos por el pinar y por aquí la senda ahora era de arena sin compactar lo
que suponía un esfuerzo adicional al caminar.
Pasamos por el mojón que indicaba
una distancia a Sahagún de 167 km. aunque teniendo en cuenta lo que escribí en
la crónica anterior no era muy de fiar. De todos modos siempre es una alegría
ver que se va avanzando. Las flechas indicadoras amarillas sí que no nos
faltaron en ningún momento.
Bordeamos, dejándola a nuestra
izquierda, una finca con muchos invernaderos donde se deben cultivar buenos
tomates u otras hortalizas y de pronto vimos sobresalir por encima de las copas
de los pinos la torre de su iglesia lo que nos indicaba que estábamos
acercándonos a Coca. Aún nos quedaban más de 2 kilómetros pero ya sabíamos que
cumpliríamos el horario planificado. Eran las 13’00 y habíamos andado 11’40 km.
Cuando salimos del pinar ya vimos
la ciudad que los romanos llamaron Cauca. Callejeando por ella atravesamos la
carretera y rodeando la iglesia de Santa María la Mayor llegamos a su puerta
donde hicimos la foto del final de etapa.
Todavía tuvimos tiempo de ver lo
que se conserva de las murallas medievales y de llegar hasta la puerta del
castillo. Habíamos empleado 3 horas y 40 minutos en recorrer casi 15 kilómetros.
De ellas, 2 horas y 56 minutos fueron de andadura. En esto está incluido el
desvío a ver la Peña del Caballero.
En el castillo sí que dimos por
terminada la etapa y con un taxi volvimos a Añe a recoger el coche donde ayer
lo dejamos. Después de comer en Nava de la Asunción volvimos a Coca para
visitar el castillo por su interior. También entramos en el interior de la
iglesia y vimos por fuera la Torre mudéjar de San Nicolás.
Felices y satisfechos, con todos
los objetivos cumplidos nos volvimos para Madrid.
Hasta la séptima etapa, a ésta le
otorgamos 4 sicarias.
José María
FOTO REPORTAJES
Etiquetas:
Camino de las Huertas,
Camino Majariego de Santiago,
Coca,
Cuesta del Caballero,
Excursión 269b,
La Retuerta,
Nava de la Asunción,
Pinar del Conde,
Río Eresma,
Segovia,
z0712
Ubicación:
40480 Coca, Segovia, España
domingo, 6 de diciembre de 2015
Excursión 269a: Camino Majariego de Santiago. Etapa 5. Añe - Nava de la Asunción
FICHA TÉCNICA
Inicio: Añe
Final: Nava de la Asunción
Tiempo: 6 a 7 horas
Distancia: 24,6 Km
Desnivel [+]: 189 m
Desnivel [--]: 265 m
Tipo: Sóloida
Dificultad: Baja
Pozas y agua: No
Ciclable: Sí
Dificultad: Baja
Pozas y agua: No
Ciclable: Sí
Valoración: 4,5
Participantes: 2
MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta
* Mapas de localización y 3D de la ruta
PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta
TRACK
* Track de la ruta (archivo gpx)
PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
* Mapa 3D (archivo kmz)
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RESUMEN
Otra vez han pasado más de dos
años desde mis últimos pasos por el Camino. Pero al fin conseguí encontrar
tiempo. A esta 5ª etapa, ninguno de los compañeros de senderismo, ni siquiera
los segovianos, podía acompañarme,
aunque esta vez Ana sí que pudo hacerlo.
Así que ella y yo solos nos
desplazamos hasta Añe, donde había concluido la 4ª etapa. A las 10’30 nos
pusimos en marcha por sus calles bajando por un cómodo andadero en busca de la
carretera de Armuña.
Por ella y tras cruzar sobre el
río Moros caminamos unos dos kilómetros hasta encontrar, bien señalizado, un
desvío a la izquierda. Lo tomamos y por un camino agrícola, entre campos de
cereales, nos dirigimos directamente a Pinilla-Ambroz.
El paisaje era un tanto monótono
y árido, sobre todo en esta época del año en que los campos están completamente
secos. Sin nada que reseñar llegamos a Pinilla- Ambroz a las 11’45 donde, cerca
de su iglesia, hicimos, unos minutos después,
una paradita para, con agua, galletas y fruta, reponer las energías gastadas en
esos primeros 5’950 km.
A las 12’05 retomamos el camino y
tras una pequeña loma divisamos ya a lo lejos el pueblo de Santa María la Real
de Nieva. El día era espléndido, soleado y no muy caluroso lo que era de
agradecer pues el Camino seguía discurriendo por campos de labor. Unas veces
más anchos y otras más estrechos, los caminos entre parcelas están muy bien
indicados y siempre encontrábamos flechas amarillas que indican la dirección a
seguir.
Cruzamos sobre las vías del AVE
para entrar en Santa María la Real a las 13’10, habiendo recorrido ya 11’400 km. Llegamos hasta su
plaza Mayor y, dado que era aún pronto para comer, aprovechamos para ver el
ayuntamiento y la iglesia con su monumental portada que, junto con el claustro,
son Monumento Nacional desde 1920.
En el bar Tangolio, en los
soportales del Ayuntamiento, comimos y descansamos un ratito para, a las 14’00,
ponernos de nuevo en marcha. Pasamos ante la plaza de toros, construida en 1848
totalmente de pizarra y nos dispusimos a recorrer los escasos 2 kilómetros que
nos separaban de Nieva.
La pista de tierra discurre
paralela a la carretera y desde ella pudimos ver: a la izquierda el pueblo y su
iglesia y a la derecha las bodegas de vino de Nieva (D:O: Rueda). No entramos
en el pueblo sino que continuamos por la pista que a la salida del mismo y tras
cruzar el seco arroyo Balisa cambia de lado y va por la derecha de la
carretera.
Llevamos 15’800 km. caminados y,
por fin entramos en los pinares, donde hay un área recreativa con una fuente de
agua fresca, agradeciendo el drástico
cambio de paisaje. Es una delicia andar ahora entre la sombra de los pinos.
Aunque no es la época de que los pinos rezumen resina, se ve que este pinar
está muy dedicado y desde hace mucho tiempo a la explotación resinera.
En medio del pinar nos
encontramos con que unos peregrinos que nos preceden han escrito con palitos en
el suelo la fecha de hoy junto a un banco en el que descansamos unos minutos
(de 15’15 a 15’25). Llevábamos ya 18’800 km. en nuestras piernas.
Terminada esta digresión retomo
la narración de la etapa. Seguimos caminando por los pinares hasta que nos
cerró el paso una valla que protegía una cantera, seguramente creada para las
obras del AVE. Esto nos obligó a desviarnos a la derecha y rodearla dejándola a
nuestra derecha.
Cuando terminó la valla no
encontrábamos ninguna flecha amarilla de las que no habíamos andado faltos en
toda la etapa. Recordé que unos metros antes nos habíamos cruzado con un jinete
cabalgando a nuestra derecha e hice una descubierta encontrándome, ¡oh
sorpresa!, con una pista recta y muy bien compactada. Era la vía verde del
valle del Eresma. En la cuarta etapa ya habíamos recorrido unos kilómetros por
ella aunque entonces se encontraba en obras.
Aprovecha la plataforma del
antiguo ferrocarril Segovia-Medina del Campo que dejó de prestar servicio en
1993, se desmanteló completamente en 2007 y ha sido ahora transformado en esta
vía verde del valle del Eresma. Eran las 16’15 y mi GPS indicaba que iba en
dirección recta hacia nuestro destino así que, sin buscar más, comenzamos a
andar por ella. Llevábamos 22’200 km. y nos quedaban algo más de 3’500 km.
La vía verde era cómoda de andar
y en sus primeros metros seguía estando dentro del pinar dejándonos ver al
fondo de la larguísima recta las casas de Nava de la Asunción. Sin embargo
llegó un momento en que se acabó el pinar y salimos de nuevo a pleno sol.
A todo esto no vimos ya ninguna flecha amarilla lo que nos indicaba que la alternativa con ser más directa no era en realidad el Camino. Claro que antes por donde nosotros andábamos estaban las vías del tren. Un km antes de llegar a Nava nos desviamos a la izquierda para acceder más directamente a nuestra meta.
A todo esto no vimos ya ninguna flecha amarilla lo que nos indicaba que la alternativa con ser más directa no era en realidad el Camino. Claro que antes por donde nosotros andábamos estaban las vías del tren. Un km antes de llegar a Nava nos desviamos a la izquierda para acceder más directamente a nuestra meta.
Entramos en Nava de la Asunción
por la calle Segovia, cruzamos la calle Camino de Santiago (que nos dio una
pista de por donde antaño entraban los peregrinos) y llegamos al parquecito al
otro lado del cual se encontraba el hotel donde íbamos a pasar la noche.
¡Estupendo esto de llegar directamente al “albergue”!.
Ana y yo cansados pero
contentísimos de haber concluido la etapa nos hicimos la última foto del día.
Eran las 17’10.
Habíamos empleado 6 horas y 40
minutos en recorrer unos 25 kilómetros. De ellas, 5 horas y 35 minutos fueron
de andadura.
Ducha, reposo, cena y alojamiento
en el hotel con la satisfacción de estar un poco más cerca de Santiago. Hasta
la sexta etapa, calificamos esta excursión con 4,5 sicarias.
José María
José María
FOTO REPORTAJES
* Foto reportaje de José María Pérez
* Foto reportaje de José María Pérez
Etiquetas:
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z0612
Ubicación:
40450 Nava de la Asunción, Segovia, España
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