Inicio: Canto Cochino
Final: Canto Cochino
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 12,5 Km
Desnivel [+]: 532 m
Desnivel [--]: 532 m
Distancia: 12,5 Km
Desnivel [+]: 532 m
Desnivel [--]: 532 m
Tipo: Ida y vuelta
Dificultad: Media
Pozas y agua: Sí
Ciclable: No
Valoración: 4,5
Participantes: 10
MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta
Dificultad: Media
Pozas y agua: Sí
Ciclable: No
Valoración: 4,5
Participantes: 10
MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta
PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta
TRACK
PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
* Mapa 3D (archivo kmz)
RUTA EN WIKILOC
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RESUMEN
Otra vez en Canto Cochino nos citamos los pocos que quedamos por éstos lares, 10 senderomagos preparados para emprender una bonita marcha dónde creo que ésta vez sí se ha batido el récord de baños en una jornada.
El único que no se bañó fui yo, el que escribe (Tengo que decir que se me olvidó el bañador, la toalla y la crema). Alguien tenía que captar el momento de las zambullidas de los compañeros, ¿no?. Lucas se bañó por mí.
RESUMEN
Otra vez en Canto Cochino nos citamos los pocos que quedamos por éstos lares, 10 senderomagos preparados para emprender una bonita marcha dónde creo que ésta vez sí se ha batido el récord de baños en una jornada.
El único que no se bañó fui yo, el que escribe (Tengo que decir que se me olvidó el bañador, la toalla y la crema). Alguien tenía que captar el momento de las zambullidas de los compañeros, ¿no?. Lucas se bañó por mí.
Empezamos cruzando el
puente de madera que baja del bar a la izquierda para coger el margen izquierdo del rio.
Mañana sin mucho calor en el que ya había gente con el chiringuito montado. Seguimos subiendo y llegamos al primer puente, el de Las Ranas, para continuar ascendiendo hasta el segundo, el Puente de Cola de Caballo. Más adelante y antes de llegar al tercero, el Puente del Vivero, despertamos a unos que pasaron la noche en una roca a 4 metros de altura sobre el río.
Mañana sin mucho calor en el que ya había gente con el chiringuito montado. Seguimos subiendo y llegamos al primer puente, el de Las Ranas, para continuar ascendiendo hasta el segundo, el Puente de Cola de Caballo. Más adelante y antes de llegar al tercero, el Puente del Vivero, despertamos a unos que pasaron la noche en una roca a 4 metros de altura sobre el río.
Nos faltaba poco para
llegar a la charca más famosa de la Comunidad de Madrid, la Charca Verde. Como
siempre el primero que probó el agua fue Paco N. (a Lucas no le cuento), el
segundo fue Vicente A, Fernando DH, Ana Chini, Pepa y Rafael. (Lástima no haber
podido reflejar las caras en los 5 primeros segundos). En ésta primera charca
Pepe A. y Cristina no se animaron, no sé si era por la cara que ponían algunos
al entrar en el agua o porque era muy temprano. Yo aproveché para inmortalizar
los saltos como unos perfectos
clavadistas de Acapulco que nos
mostraron Paco N. y Vicente A. (ver fotos).
Después del baño
continuamos subiendo y pasamos al margen derecho del río, por una pequeña senda
que hay paralela a él, hasta llegar a la pista forestal (PR18) que viene de
Canto Cochino.
Continuamos por ella hasta alcanzar el mojón que marca el Km 9, justo antes de llegar al Puente del Francés, continuando por una senda que sale a la izquierda, por una escalera de granito.
Continuamos por ella hasta alcanzar el mojón que marca el Km 9, justo antes de llegar al Puente del Francés, continuando por una senda que sale a la izquierda, por una escalera de granito.
Esta senda transcurre
por la orilla derecha del río y bajo una zona de pinos, donde el desnivel
empieza a ser significativo.
Pasamos por una pequeña fuente a nuestra izquierda, de la que apenas salía un hilillo de agua, continuamos subiendo hasta llegar al Puente del Retén, por donde cambiamos de orilla, continuando por el margen izquierdo del río, allí la senda se parece una escalera empinada zigzagueante durante más o menos 1,5 Km.
Pasamos por una pequeña fuente a nuestra izquierda, de la que apenas salía un hilillo de agua, continuamos subiendo hasta llegar al Puente del Retén, por donde cambiamos de orilla, continuando por el margen izquierdo del río, allí la senda se parece una escalera empinada zigzagueante durante más o menos 1,5 Km.
Seguimos subiendo hasta
encontrarnos con tres bolos graníticos enormes, tan enormes que aprovechamos su
sombra para esperar a Ana, beber un trago de agua y al mismo tiempo coger aire
que la subida empinada de la senda-escalera, nos había quitado.
Seguimos ascendiendo,
contemplando el paisaje, impresionante con las 4 torres de Madrid en la lejanía
y una parte del embalse de Santillana, ya nos queda poco y llegamos a un claro,
despoblado de pinos.
En este punto nos desviamos hacia la izquierda llegando a una plancha de granito que da al vacío y desde dónde se puede contemplar el gran chorro. En esta ocasión, no se veía, sólo podíamos oír un poco el sonido del agua al caer por las cascadas, porque llevaba poco agua.
En este punto nos desviamos hacia la izquierda llegando a una plancha de granito que da al vacío y desde dónde se puede contemplar el gran chorro. En esta ocasión, no se veía, sólo podíamos oír un poco el sonido del agua al caer por las cascadas, porque llevaba poco agua.
Merece la pena observar
un esqueleto de uno de los pinos autóctonos de la repoblación que se hizo en
los años 50 en La Pedriza. Quedan pocos.
Llegado a este punto de
la excursión, la hora que era y el calor que llevábamos, sólo se pensaba en
buscar una buena poza para darnos un buen baño y comer. Y así fue, descubrimos
una poza preciosa, con sol y sombra, agua verde cristalina.
Esta charca se llama Poza de Nerón. Allí se bañó todo el mundo, menos yo. La verdad es que me dieron envidia con esa agua verde cristalina, el sofoco y ver como Paco N. y Vicente seguían deleitándonos con esos saltos acrobáticos (ver fotos).
Ver a Pepa, Cristina, que le costó un poquito, Rafael que le costó menos, ¿Fernando?, venía casi mojado y ¿Ángel?, También se mojó, primero los pies y luego todo el cuerpo.
A los hermanos Anaya, no había quien los sacara. Y Ana, siempre de las primeras. La verdad es que estuvimos muy a gusto. Estábamos solos en la poza. En este entorno tan privilegiado comimos, fue el punto final de la excursión.
Esta charca se llama Poza de Nerón. Allí se bañó todo el mundo, menos yo. La verdad es que me dieron envidia con esa agua verde cristalina, el sofoco y ver como Paco N. y Vicente seguían deleitándonos con esos saltos acrobáticos (ver fotos).
Ver a Pepa, Cristina, que le costó un poquito, Rafael que le costó menos, ¿Fernando?, venía casi mojado y ¿Ángel?, También se mojó, primero los pies y luego todo el cuerpo.
A los hermanos Anaya, no había quien los sacara. Y Ana, siempre de las primeras. La verdad es que estuvimos muy a gusto. Estábamos solos en la poza. En este entorno tan privilegiado comimos, fue el punto final de la excursión.
La vuelta la hicimos por
el mismo sitio hasta llegar otra vez a la charca anterior a la charca
verde, de forma triangular. Hacía calor
y ¿adivináis quien se bañó?, pues eso, se bañaron casi todos.
Seguimos la marcha y
cruzamos al margen izquierdo del río y curso abajo ¿a que no adivináis lo que
nos encontramos?, ¡¡¡¡¡¡ Una novia y un novio vestidos de boda en medio del
río!!!! Y el fotógrafo con el agua por el pecho sacando fotos.
Bueno al final llegamos
todos bien y enteros al bar de Canto
Cochino para tomar el premio correspondiente, ¿cuál era?, ¿lo adivináis? Pues
sí, las cervecitas, a las que nos invitó gustosamente Pepa.
Y llegamos a la
valoración, ¿ummmmm¿ummmmm??????, Yo le doy 4,5 Sicarias.
J.Manuel Crespo.
P.D.: Desde el año 2016 está prohibido bañarse en toda esta zona.
P.D.: Desde el año 2016 está prohibido bañarse en toda esta zona.
FOTO REPORTAJES
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