FICHA TÉCNICA
Inicio: Palacio de Riofrío
Final: Palacio de Riofrío
Tiempo: 3 a 4 horas
Distancia: 6,9 Km
Desnivel [+]: 125 m
Desnivel [--]: 125 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas y agua: No
Ciclable: No
Dificultad: Baja
Pozas y agua: No
Ciclable: No
Valoración: 4
Participantes: 51
MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta
* Mapas de localización y 3D de la ruta
PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta
TRACK
* Track de la ruta (archivo gpx)
PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
* Mapa 3D (archivo kmz)
RUTA EN WIKILOC
* Ver esta ruta en Wikiloc
RUTA EN WIKILOC
* Ver esta ruta en Wikiloc
RESUMEN
En el momento de abandonar el Rancho de la Aldegüela se me
acercó Melchor: nuestro compañero que en lugar de hacerse Rey Mago prefirió
hacerse senderomago. Con su facilidad para decir las cosas sin decirlas y como
mirando para otro lado, dejo caer: “pues alguien tiene que hacer la crónica”.
En ese momento me recordó a ese otro mago que era Gila y que pretendía
descubrir al asesino diciéndole : “alguien ha matado a alguien…”
Por supuesto en ese momento me hice el tonto, facultad para
la que estoy muy entrenado. Pero al día siguiente pensé que si Melchor hubiera
estado acompañado de otros senderosmagos más “incisivos”, seguro que hubiera
aceptado la encomienda. El caso es que al día siguiente me ofrecí a realizarla.
Aquí me tenéis, hacer una crónica de lo que no vi, pues el
grupo que cumplió con los objetivos de
la caza fotográfica fue el primero y mi amigo Santiago y yo fuimos en el grupo
de consolación.
Bueno, en el de Delia que con su gran profesionalidad nos enseñaba gamos donde no los había, incluso una vez nos pareció ver un elefantito moviendo una trompa de bolsa de plástico. Menos mal que los reyes ya no cazan por esos parajes. Como me dijo mi amigo Santi: “estando a tu lado no podía ser de otra manera”.
Bueno, en el de Delia que con su gran profesionalidad nos enseñaba gamos donde no los había, incluso una vez nos pareció ver un elefantito moviendo una trompa de bolsa de plástico. Menos mal que los reyes ya no cazan por esos parajes. Como me dijo mi amigo Santi: “estando a tu lado no podía ser de otra manera”.
El caso es que a las
10:15 de la mañana y como si de unos autobuses del Inserso o de escolares se
tratara, la plaza del Palacio de Riofrio se lleno de risas, voces, besos y
abrazos. Nada menos que 51 senderomagos, o aspirantes a serlo, se encontraron
para disfrutar del espectacular día de otoño que más bien parecía de verano.
Debido a que no admitían grupos tan grandes, se nos dividió a
los 51 en dos, separados 20 minutos unos de otros. No sé quién fue el que (o la
que) dividió su cuerpo para que fueran dos grupos iguales. Pero es quien
tenía que haber hecho la crónica.
Como os decía, íbamos con el objetivo máximo de ver berrear a
los ciervos o roncar a los gamos. Yo en
el coche de vuelta creo que sí produje algún ronquido, pero eso fue todo.
Los del grupo primero capitaneado por Yolanda se dedicaron a hacer fotos de la multitud de
milanos reales, buitres negros y leonados ascendiendo en columna hacia el
cielo, así como de las manadas de gamos y ciervos que pastaban tranquilamente
y, como si de una competición se tratara, de espantar a las bestias para que
nuestras cámaras quedaran en el mismo puesto que el de sus portadores.
Mi grupo hizo las mejores fotos del rascado de los herbívoros
cuando están cambiando las astas. Bueno algún compañero creo que hizo fotos a
un corzo que tienen posado en el bosque, seguramente cogido de un desguace de
Cortylandia. La cosa es que el cliente no se vaya sin su fotografía.
Pasamos por distintas puertas de hierro que antes permitían
la conexión por coche a los vecinos de los pueblos de alrededor: Madrona,
Hontoria, Revenga, Navas de Riofrío y La Losa. Ahora las puertas están cerradas
aunque los vecinos mantienen contenciosos con Patrimonio para reabrirlas.
Bueno, eso nos dijeron, pero a lo peor es que las iban cerrando los del grupo
primero, quien sabe.
El sotobosque es fabuloso, tiene unas majestuosas encinas,
una, en el comienzo de la ruta, tenía unos apoyos para que no se le partieran
sus enormes ramas. También vimos unos
imponentes fresnos bien podados. El fresno es uno de mis árboles preferidos, no
sé si porque es una especie dioica, o sea, que hay fresnos y fresnas, que diría
alguna ministra, o porque de las ramas del fresno hacíamos arcos los niños de
los sesenta. Éramos unas bestias que sólo sabíamos jugar con armas de palo y
balones. También hay sabinas y rebollos
en este precioso bosque.
La ruta fue muy
facilita (menos de 7 km) y de paseo agradable. Como genialmente cita José
María, no hubo ninguna cuesta espinosa en todo el recorrido. Excepto nuestra
nueva compañera Ana (no se nos olvidarán sus apellidos).
Cada poco se encontraban “puestos de tirador” donde según
Delia se apostaban los cazadores: reyes, nobles, embajadores. A saber lo que
hacían, sin móvil, mientras esperaban a las piezas.
Durante todo el camino íbamos preocupados viendo a los
buitres persiguiendo al primer grupo; no sabíamos si habían tenido algún herido
y por ello el interés de las aves. La realidad es que era debido a que ellos y
ellas iban moviendo a toda la fauna del soto.
Desde el punto de vista histórico os adjunto un pequeño
resumen del Palacio, copiado de internet:
Los terrenos de Riofrío
pertenecían a principios del siglo XVIII al Marqués de Paredes y fueron
arrendados por Felipe V como coto de
caza. En 1751 y siendo ya reina viuda, Isabel de Farnesio los adquirió con el
objetivo de levantar el actual Palacio.
Posteriormente, la
Reina incrementó la extensión de la finca mediante la adquisición de terrenos
colindantes a base de compras y permutas. Otras incorporaciones se llevaron a
cabo durante los reinados de Carlos IV e Isabel II, resultando un bosque que no
fue afectado por las ventas de propiedades del Real Patrimonio en el siglo XIX.
Se encuentra rodeado en todo su perímetro por una tapia de mampostería.
Una vez acabada la ruta nos encaminamos al Rancho de la
Aldegüela en Torrecaballeros donde sabíamos, por experiencia, que íbamos a
comer bien, agasajados por Casilda y entretenidos por Fernando S.
Como esperábamos, allí los dos grupos se mezclaron y todos
nos pusimos “morados”, yo puedo hablar sólo del cochinillo que estaba
espectacular, de haber sabido lo de la crónica hubiera catado también el
bacalao.
Después de la comida y las copas, hubo entrega de estrellas,
recuerdo las de: Juan, Leonor, María Ángeles, Pepa, Javier B, Pepe A (no sé si
olvido alguna). Leonor, Antonio y Fernando hicieron los honores con los vítores
de todos los presentes.
Al final algunos/as todavía tenían ganas de más juerga y se
metieron en el SPA. Incluso alguno (con alguna) durmió en el Rancho. Esta parte
no la puedo contar. Y colorín colorado esta crónica se ha acabado.
Atendiendo a lo visto y disfrutado por el primer grupo, se puntúa con 4 sobre 5 a esta excursión.
Javier M.
Atendiendo a lo visto y disfrutado por el primer grupo, se puntúa con 4 sobre 5 a esta excursión.
Javier M.
FOTO REPORTAJES
VÍDEOS
* Vídeo de Fernando Lappano
FOTOS
* Fotos de Ángel de la Hoz
* Fotos de Ángel Vallés
No hay comentarios:
Publicar un comentario