Inicio: Manzanares El Real
Final: Manzanares El Real
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 14,4 Km
Desnivel [+]: 258 m
Desnivel [--]: 258 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas y agua: Sí
Ciclable: En parte
Dificultad: Media
Pozas y agua: Sí
Ciclable: En parte
Valoración: 4,5
Participantes: 26
MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta
* Mapas de localización y 3D de la ruta
TRACK
* Track de la ruta (archivo gpx)
PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
* Mapa 3D (archivo kmz)
RUTA EN WIKILOC
* Ver esta ruta en Wikiloc
RUTA EN WIKILOC
* Ver esta ruta en Wikiloc
RESUMEN
Otro miércoles más en el que
volvió a reunirse el mágico grupo de amigos que componen el GMSMA, para
realizar la ruta número 264 de su ya dilatada historia.
Después de hacer las preceptivas
reverencias ante los héroes pirenaicos y los besos y abrazos de rigor, 26
senderomagos, con un tiempo algo desapacible, a la voz de “vámonos” de nuestro
querido y respetado Boss, comenzamos a caminar desde la plaza del Ayuntamiento
de Manzanares El Real, con rumbo a la espectacular Raja de La Pedriza, también
conocida como El Callejón de La Pedriza, una antigua y abandonada mina al aire
libre de donde se sacaba material para hacer los adoquines de las calles de
Madrid hasta mediados del siglo pasado.
Aunque con poca visibilidad,
debido a la persistente niebla que nos acompaño durante buena parte del
recorrido y bajo una fina lluvia, solo
esporádicamente nos permitían ver más allá de unos pocos metros, aunque ello no
era impedimento para ir disfrutando de la riqueza paisajística y orográfica que
nos brindaba nuestra entrañable Pedriza.
La senda señalizada con hitos,
discurría entre húmedas jaras y resbaladizas rocas, que obligaban a mantener
nuestra atención permanente, aunque no por ello la caminata dejaba de ser
desenfadada y alegre escuchando los chascarrillos y ocurrencias de nuestro
querido Joaquín.
Un servidor, se vio sorprendido por la “sugerencia” de Melchor, para que realizara esta crónica, con la responsabilidad que eso conlleva, máxime una vez leída la increíble NO crónica de las rutas por el Pirineo de nuestro compañero Juan.
Un servidor, se vio sorprendido por la “sugerencia” de Melchor, para que realizara esta crónica, con la responsabilidad que eso conlleva, máxime una vez leída la increíble NO crónica de las rutas por el Pirineo de nuestro compañero Juan.
Continuamos caminando y alrededor
de las doce del medio día, hicimos una primera parada bajo la fina y
perseverante lluvia, para dar buena cuenta de nuestros respectivos bocadillos y
remojar nuestros gaznates con unos largos tragos de vino de las celebradas
botas colectivas que disfrutamos los miembros del grupo, para continuar
posteriormente hacia nuestro objetivo.
No a mucho tardar, oteamos el inconfundible risco de El Berrueco, también conocido como La Muela, que ayuda a localizar la escondida y sorprendente Raja de La Pedriza, a la cual era conveniente acercarse con mucha precaución, teniendo en cuenta el estado peligroso del terreno.
No a mucho tardar, oteamos el inconfundible risco de El Berrueco, también conocido como La Muela, que ayuda a localizar la escondida y sorprendente Raja de La Pedriza, a la cual era conveniente acercarse con mucha precaución, teniendo en cuenta el estado peligroso del terreno.
Nuestro amigo Juan, como siempre
discreto y diligente, enseguida preparó un sistema de cuerdas para facilitarnos
el descenso al resbaladizo callejón, donde uno tras otro fuimos descendiendo,
para recorrerlo y disfrutarlo. Su tamizada luz, sus muros rebosantes de agua y
las innumerables cuerdas que colgaban de sus paredes, le conferían un cierto
halo de misterio, que lo hacían muy atractivo y sugerente.
Continuamos nuestro paseo cruzando
el caudaloso arroyo de Santillana a través de una dificultosa y resbaladiza
pasarela de madera, expectantes por si algún miembro del grupo decidía
sorprendernos arrojándose al agua para que nuestras cámaras de fotos comenzaran
a disparar y recogieran ese momento histórico, pero como no venía José Luis R. no
hubo suerte y los voluntarios brillaron por su ausencia.
La segunda parte del recorrido,
transcurrió por la orilla del embalse de Santillana, que a consecuencia del
bajo nivel de sus aguas, nos permitió recorrer buena parte de su perímetro
semejando un idílico paseo por el Coto de Doñana, disfrutando del paisaje y la
visión bucólica que nos proporcionaban las innumerables aves acuáticas que
colonizan su entorno marismeño.
Aprovechamos la magia del lugar para realizar nuestra segunda parada de avituallamiento acomodados en unas sorprendentes rocas negras.
Aprovechamos la magia del lugar para realizar nuestra segunda parada de avituallamiento acomodados en unas sorprendentes rocas negras.
Finalmente y después de unos 15
estupendos kilómetros de recorrido, regresamos a nuestro punto de partida en
Manzanares el Real, donde, para despedir el magnífico día que habíamos disfrutado,
nos hidratamos convenientemente con unas frías y reconfortantes jarras de
cerveza.
En consecuencia, la agencia Madi,
ha decidido otorgar la puntuación de 4,5 sicarias a esta deliciosa ruta. Téo y
yo, aprovechamos la ocasión para enviaros un cariñoso abrazo a cada uno de
vosotros.
José Luis Fernández
FOTO REPORTAJES
* Foto reportaje de José María PérezFOTOS
* Fotos de Antolín
No hay comentarios:
Publicar un comentario