Inicio: La Barranca
Final: La Barranca
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 10,1 Km
Desnivel [+]: 610 m
Desnivel [--]: 610 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas y agua: No
Dificultad: Media
Pozas y agua: No
Ciclable: No
Valoración: 4
Participantes: 25
MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta
PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta
* Mapas de localización y 3D de la ruta
PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta
TRACK
* Track de la ruta (archivo gpx)
PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
* Mapa 3D (archivo kmz)
RUTA EN WIKILOC
* Ver esta ruta en Wikiloc
RESUMEN
PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
* Mapa 3D (archivo kmz)
RUTA EN WIKILOC
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RESUMEN
En una maravillosa mañana, con
una temperatura más alta de lo normal para esta época del año, quedamos 25 valientes
senderomagos en el aparcamiento de la Barranca para salir en busca del
Dinosaurio, con no poca aprensión y algunos bocadillos de jamón para que no la
emprendiera con alguno de nosotros. Esta
vez sin el boss, que andaba de viaje y guiados por Paco Nieto, buen conocedor
de esta sierra. Nos acompañaba por primera vez Fernando D.¡Bienvenido!
Un mastín buenísimo, al que
llamamos Bernardo, se unió al grupo, lo que Mecha agradeció, ya que ningún otro
perrillo venía esta vez.
Empezamos el camino cruzando la
verja del embalse del pueblo de Navacerrada, cuya superficie, como un espejo,
multiplicaba por dos la belleza del paisaje. Y, en seguida, comenzamos a subir
por un caminillo, que no camino propiamente dicho, rodeados de pinos y
maleza. Como la pendiente era grande (en
1 Km ya habíamos subido 100 metros), teníamos muy buenas vistas de
Navacerrrada, su pantano y el Cerro del Castillo, lo que nos daba ánimos para
seguir subiendo.
Nuestro guía se desvió para
descubrirnos un vivac escondido. Íbamos
disfrutando del paisaje, jade y dorado, sufriendo en la subida, sin descanso,
cuando Paco nos descubrió un círculo solar, quien sabe si escenario de algún
aquelarre antiguo. En cualquier caso, nos sirvió para descansar un poco,
refrescarnos y hacer algunas fotos. Habíamos llegado hasta los Cuatro Puntos
Cardinales, a 1650 metros (300 de subida) y ahora teníamos que bajar al Arroyo
de Peña Jardinera y cruzar su cauce seco para luego volver a subir. Y todo esto
para evitar las zarzas.
Subiendo, subiendo, de pronto apareció él en la cima, ¡el Dinosaurio! Sólo veíamos su
cabeza, agazapado entra las rocas con un ojo muy abierto observándonos. Según
ascendíamos, se nos iba mostrando más y más el bicho, hasta que le vimos
entero. Como habíamos alcanzado la hora del Ángelus, nos sentamos a tomar un
refrigerio. Para nuestra tranquilidad, parecía que a Dino le gustaba vernos y
que no nos iba a agredir. Incluso nos hicimos fotos muy cerquita. Ángel, que
cuando ve una roca no se puede contener, se subió a su lomo.
Hora de seguir. Pasamos al otro lado del
dinosaurio y ya no se veía igual. El ojo no aparecía y la forma no era tan
explícita. Aparecieron una rocas difíciles de bajar, incluso para los perros,
aunque con nuestra pericia, no tardamos en pasar. Ya habíamos llegado a lo más
alto de nuestra excursión y ahora tocaba bajar. Nos encontramos con un tiburón
y un gorila. ¡Esta sierra está infectada de fieras!
Y empezamos a bajar. El camino
nos ofrece una alfombra verde de gayuba, tan suave que Santi se tumba y le cuesta
levantarse para seguir adelante. Pero enseguida la suavidad se transforma en
rudeza y nos encontramos un seco mar de helechos que debemos atravesar, sin
senda ninguna, para llegar al embalse de La Maliciosa, que vemos como una dulce
promesa en nuestro horizonte.
La bajada es trabajosa, y vamos,
cual Indiana Jones, apartando la maleza como podemos y maldiciendo en bajito a
nuestro guía, que va saltando como un duende, en la cabeza. Por fín llegamos a
unas rocas y paramos a comer.
Y seguimos bajando entre jaras de
más de un metro de altura. A Mecha la tuvimos que coger en más de una ocasión,
porque se quedaba atascada. Por fín llegamos al pequeño embalse y nos pareció
una bendición. Bernardo se dió un baño que fué la envidia
de todos nosotros. Más de uno pensamos en zambullirnos, pero nos contuvimos.
Y ya, bajada por una antigua
carretera, mucho más tranquila, aunque el calor seguía apretando. Cruzamos un
puente sobre el río Navacerrada. Y llegamos a los aparcamientos.
En total, 10 Km de bonita
excursión, con su dificultad y la belleza de los primeros colores otoñales, le
otorgamos 4 sicarias.
Raquel Clabo
FOTO REPORTAJES
* Foto reportaje de Francisco Nieto
* Foto reportaje de José María Pérez
VÍDEOS
* Vídeo de Francisco Nieto
* Foto reportaje de José María Pérez
VÍDEOS
* Vídeo de Francisco Nieto
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ResponderEliminarMuchas gracias por aceptarme como nuevo senderomago. La verdad es que estoy muy contento de haber conocido a personas tan encantadoras.
ResponderEliminarFernando Díez
El placer es nuestro, Fernando.
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