miércoles, 18 de enero de 2023

Excursión 677: Embalse de Picadas por la Loma del Gallo

FICHA TÉCNICA
Inicio: Embalse de San Juan 
Final: Embalse de San Juan
Tiempo: 6 a 7 horas
Distancia: 17,6 Km 
Desnivel [+]: 609 m 
Desnivel [--]: 609 m
Tipo: Circular
Dificultad: Alta
Pozas/Agua: Sí/Sí
Ciclable: No
Valoración: 5
Participantes: 32

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta

























PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta













TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RUTA EN WIKILOC

RUTA EN RELIVE
Ver esta ruta en Relive

RESUMEN
En la mañana de este miércoles 32 senderomagos nos reunimos dispuestos a hacer una excursión circular por las inmediaciones del embalse (que no pantano) de Picadas.

La borrasca Fien nos regala un viento helado que nos hace sacar de la mochila gorros, guantes y ropa de abrigo. Incluso nuestras mascotas Jara y Luna se han puesto sus galas de invierno.

Tras los pertinentes saludos y alegría de vernos un miércoles más, nos ponemos en marcha siguiendo los pasos de Julián, promotor y guía de la ruta.

Dejando atrás la orilla del embalse iniciamos la subida por la Cañada del Puente de San Juan, también llamada Cañada de Talavera. Ya desde media ladera se pueden ver las bonitas vistas del embalse de San Juan, del Cerro de Altolamira y de los pueblos de Martín de Valdeiglesias y Pelayos de la Presa.

Y si uno se fija bien y lleva a Antonio al lado para darle pistas, también se pueden ver las imponentes ruinas del monasterio de Santa María la Real de Valdeiglesias cuyo origen se remonta a la época de los reyes visigodos.

La mandó construir Alfonso VII de León en 1150 en plena repoblación de la zona reconquistada. En 1974 el arquitecto Mariano García Benito compró sus ruinas por 12 millones de pesetas con intención de preservar sus restos. Gracias a eso quizá en otra ocasión podamos verlo en visita guiada.

Cuando llegamos a la cima de la Loma de las Labores ya se nos había quitado el frio. El solecito y la abrigada de los árboles nos regala una temperatura de lo más agradable, que nos acompañó casi toda la jornada.

Bajamos hacia la bonita charca que forma el arroyo de Las Labores. Cuando los senderistas empiezan a cruzarlo se preparan las cámaras de los paparazzi por si hubiera que perpetuar algún posible chapoteo involuntario; nada ocurrió en esta ocasión.

Continuamos un ratito más por la Cañada de Talavera en dirección a la finca El Rincón, cuya valla nos acompañó a nuestra derecha durante un buen rato. Esta finca fue propiedad del Marqués de Griñón y ahora es de Tamara Falcó; tiene unas 123 hectáreas y alberga el Safari Madrid.

Haciendo honor al espíritu del GMSMA, abandonamos las cómodas pistas para continuar por sendas no tan claras en dirección al Arroyo Peñarcón. El entorno sigue siendo muy bonito. A nuestro alrededor vemos pinos, encinas, enebros y otros arbustos salpicando las praderas; también se empiezan a ver brotar plantas que esperaríamos ver más hacia la primavera.

Así llegamos hasta una loma donde podemos sentarnos cómodamente para el tentempié de media mañana. También es el lugar elegido para la foto de grupo.

Con el cuerpo bien entonado comenzamos a bajar hasta el Arroyo de Peñarcón por cuya margen izquierda caminamos durante un rato. A la derecha se podía ver aún la interminable valla de la finca El Rincón.

Hasta aquí el camino había sido muy tranquilo.

Pero por esta zona nos empezamos a encontrar con algunas dificultades, pues el difuminado sendero está lleno de ramas y troncos que una tormenta de viento derribó hace unos 8 años y que quizá la tormenta Filomena se encargó de rematar.

Poniendo a prueba nuestras dotes de saltadores de árboles y sorteadores de ramas, conseguimos llegar hasta el Cerro del Portalito, donde vemos de nuevo el embalse de Picadas. Aquí, y ya con mucha hambre, dimos cuenta de nuestro bocadillo disfrutando de un plácido descanso al solecito, disfrutando de unas magníficas vistas.

De vuelta a la faena subimos al Cerro del Gallo. Aquí encontramos lo que nos parece un resto arqueológico parecido a los círculos del sol, lo que le supondría una antigüedad superior a 3000 años. No he encontrado ningún dato acerca de su origen, pero nuestra imaginación nos lleva a pensar que quizá fue un lugar de encuentro y culto de nuestros antepasados.

No sería del todo extraño dada la proximidad de los restos neolíticos encontrados en las excavaciones de La Enfermera, cerca de Pelayos de la Presa. Desde aquí iniciamos la bajada hacia los coches.

Una vez en la vía verde del Alberche el grupo se divide en dos. Por una parte, los que tienen ganas de más y cruzan el embalse para volver por su margen izquierda; las fotos dejan claro que ha sido una bonita alternativa. Y por otra, los que van directamente hacia los coches por la margen derecha, donde se pueden ver las corcheras de las competiciones que organiza la escuela autonómica de piragüismo.

Para poner fin a una divertida jornada, pudimos disfrutar de unas cervecillas o un reconfortante caldito en el Mesón del Puerto.

Y ahora lo difícil. Si me baso en lo espectacular y variado de los parajes; que por fin tenemos tiempo invernal; la conversación en la que los senderistas abren su corazón para hablar de lo importante y también de lo banal; que los recolectores, a falta de setas y piñones con fruto, ya ven brotes verdes en las esparragueras; que Esteban ha sido abuelo y lo hemos celebrado comiendo bombones; y que Twiter se ha echado novia después de haber estado toda la jornada cuidando de que nadie se quedara atrás … claramente le doy 5 sicarias a la ruta de hoy ;-)
Mariola Prieto


No hay comentarios:

Publicar un comentario