miércoles, 12 de julio de 2023

Excursión 719: Del Puerto de Cotos a la Isla

FICHA TÉCNICA
Inicio: Puerto de Cotos 
Final: La Isla. Rascafría
Tiempo: 6 a 7 horas
Distancia: 10,7 Km 
Desnivel [+]: 44 m 
Desnivel [--]: 602 m
Tipo: Sólo ida
Dificultad: Baja
Pozas/Agua: Sí/Sí
Ciclable: No
Valoración: 5
Participantes: 32

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta

















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

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RESUMEN
Huyendo del calor de la ciudad, treinta y dos senderistas y cinco canes iniciamos una ruta que nos conduciría del Puerto de Cotos al área recreativa de La Isla, a través del Valle de la Angostura.

La temperatura, fresca al principio y agradable siempre, la escasa exigencia de la ruta (fundamentalmente descendente) y un grato paisaje amenizado por el agua hicieron que el camino fuera muy placentero.

La jornada senderista comenzó con un encuentro inesperado que frenó nuestra marcha: un agente forestal nos recordó la necesidad, por ser un grupo tan numeroso, de comunicar con antelación nuestra presencia en esa zona del Parque Nacional del Guadarrama.

Expresó, además, su obligación de comentar la incidencia, pero su tono fue amable y nuestro olvido no tuvo ninguna consecuencia negativa.  Continuamos nuestra senda siguiendo el curso del arroyo de Las Guarramillas, que forma la Poza de Sócrates y luego pasa a llamarse de la Angostura.

Son muchos los riachuelos que se pueden encontrar en esta zona. Y más tarde disfrutamos de las Cerradillas, Majada del Espino, Bahondillo… 

Por el camino se suceden las zonas en las que sus corrientes se remansan formando pozas o se desmelenan precipitándose y creando fotogénicas chorreras o cascadas. Las pozas certificaron la valentía de aquellos y aquellas que se atrevieron a refrescarse los pies en sus frías aguas.

Las chorreras, por su parte, atrajeron el objetivo de las cámaras, especialmente una pequeña cascada oculta, junto a los tejos milenarios, a la que solo se accede por un paso angosto franqueado por altas rocas graníticas.

El paisaje, que en este valle se resiste a agostarse, está formado mayoritariamente por pinares que, a menudo, se alzan en un terreno acolchado de musgo y plagado de helechos que hacen más suave el camino y, en otras ocasiones, en senderos pedregosos que no llegan a dificultar la marcha.

Nuestra ruta discurría cerca de los arroyos, sucediéndose las conversaciones, las fotos, las dispersiones, los reagrupamientos… 

Y siempre con la compañía del agua, con su sonido y frescura, con la imagen de las piedras por las que se desliza, los momentos en los que se aquieta, los saltos en los que se arrebata... Solo a veces nos desviábamos y tomábamos la pista, mucho más transitable, pero menos atractiva.

Tras las dos paradas obligatorias de avituallamiento y también de refrigeración en las frescas aguas de las pozas, seguimos hacia el puente de la Angostura y después avanzamos hasta llegar al embalse de la Presa del Pradillo.

Parece que el hombre ha conseguido que el agua por fin detenga su curso, pero esta consigue rebosar y derramarse una vez más formando una amplia cascada, la última antes de llegar al final de la ruta planteada.

En el área recreativa de La Isla nos distribuimos en los coches, optando unos por volver a casa y otros por alargar un poco más la jornada.

Estos últimos llegaron al puerto de Navacerrada, donde confraternizaron acompañados de bebidas refrescantes, según consta en el reportaje fotográfico.

Una ruta que nos permitió que el calor asfixiante del asfalto fuera sustituido por una temperatura agradable, un paisaje refrescante, conversaciones relajantes y relatos que amenizan el camino merece la calificación de 5 estrellas o sicarias.
Charo García

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