* Mapas de localización y 3D de la ruta
PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta
TRACK
PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
RUTA EN WIKILOC
RUTA EN RELIVE
* Ver esta ruta en Relive
* Ver esta ruta en Relive
RESUMEN
El pasado miércoles 4 de diciembre 2024, el grupo llevó a cabo su tradicional ruta navideña, en esta ocasión por la emblemática Senda de los Pescadores, situada en las proximidades de Cuéllar, Segovia.
Un total de 52 entusiastas senderomagos participaron en esta travesía que, aunque corta, estuvo llena de experiencias memorables y culminó con una entrañable comida de celebración.
La Senda de los Pescadores es un recorrido que bordea el río Cega, ofreciendo a los caminantes la oportunidad de sumergirse en un entorno natural de gran biodiversidad.
Atraviesa un estrecho cañón abierto entre las arenas de uno de los pinares más extensos de toda Europa. Lo sorprendente es que las condiciones de luz y humedad hacen de esta senda ribereña una auténtica selva.
Desde hace unos años la falta de mantenimiento y el empuje de la naturaleza han dado al traste con la que en su momento fue una atractiva y sorprendente propuesta senderista pero por desgracia aparece cada día más intransitables con tramos ya derruidos e imposibles de recorrer. Las pasarelas colgantes, uno de los atractivos de la senda, han desaparecido.
Aunque el trayecto completo abarca más de 7 kilómetros, actualmente sólo se pueden recorrer con comodidad 4 de ellos debido a las condiciones del terreno.
El recorrido por el rio está marcado por tramos de unos 2,5 kilómetros cada uno y en cada tramo existe la posibilidad de dar la vuelta, nosotros hicimos dos de estos tramos.
Durante la caminata, atravesamos frondosos bosques de ribera, donde predominan especies como los abedules, alisos grises, avellanos, pinos silvestres y álamos temblones.
La diversidad arbustiva también es notable, con presencia de mundillo, brecina, brezo blanco, bonetero y sangueña.
Las recientes lluvias habían dejado el terreno especialmente húmedo y fangoso, sobre todo en las zonas adyacentes al río. Las pasarelas de madera, diseñadas para facilitar el paso en áreas complicadas, se convirtieron en trampas resbaladizas por los que en algunos tramos tuvimos que evitarlas en la medida de lo posible. Varias caídas menores ocurrieron debido a lo deslizantes que estaban las maderas, afortunadamente sin consecuencias graves.
Uno de los momentos más esperados fue la observación del correlimos, del que nos había comentado Antonio en su convocatoria, una pequeña ave limícola conocida por su comportamiento inquieto en las orillas fangosas. Para aumentar las posibilidades de avistamiento, el grupo avanzó en silencio durante ciertos tramos, intentando escuchar su característico canto y, con suerte, vislumbrar su rápida carrera por la ribera, lo que. en mi caso, no ocurrió.
En el camino nos encontramos multitud de árboles caídos tanto sobre el cauce del río como sobre el propio camino, lo que dificultaba aún más recorrerlo.
Hicimos una corta parada en una explanada que se abrió tras el sendero al lado de una pequeña presa, el Azud Vado Barcón, utilizado para captar agua del río.
Aprovechamos para beber y tomar algún tentempié y a terminar de saludarnos porque el camino hasta aquí lo hicimos casi en su totalidad en fila india debido a las estrecheces del camino.
Después de esto iniciamos el camino de vuelta. A partir de aquí, el paisaje cambió radicalmente ya que abandonamos el curso del río y nos metimos por una pista de tierra que atravesaba zonas de pinares.
Algunos recordaron una ruta anterior en la que María, hermana de Rosa B, ofreció una charla sobre la importancia ecológica de estos ecosistemas y de sus cuidados y mantenimiento.
La similitud del terreno con las dunas de playa a mí personalmente me recordó a los caminos de la peregrinación del Rocío en Doñana.
En estas pistas aprovechamos para hacer la foto de grupo. En este tramo el grupo tuvo la grata sorpresa de encontrarse con el sobrino de Ricardo, quien, acompañado de un compañero, realizaba labores de guardabosques en la zona. Este encuentro permitió a los componentes del grupo intercambiar algunos chascarrillos.
Finalizando este camino pasamos por los burladeros desde donde se sueltan los toros de los famosos encierros de Cuéllar. Estos encierros están considerados los más antiguos de España.
Estas festividades, que combinan tradición y adrenalina, son un reflejo del arraigo cultural de la tauromaquia en la región. Los encierros de Cuéllar atraen cada año a numerosos visitantes que desean vivir esta experiencia única.
Al finalizar la ruta, algunos miembros del grupo decidieron visitar el cercano Santuario de Nuestra Señora de El Henar, un lugar de peregrinación con una rica historia y una arquitectura que invita al recogimiento.
Este santuario es conocido por su devoción mariana y su entorno tranquilo, ofreciendo un espacio perfecto para la reflexión tras la caminata.
Como es costumbre en las salidas navideñas del grupo, la ruta fue seguida de una comida de confraternización. Paco y Vicky aprovecharon el momento de la cerveza y organizaron un pequeño rincón donde procedieron al reparto de la lotería.
El sobrino de Santi se encargó de organizarnos un menú típico segoviano. Al final de la comida fue el momento de la entrega de las estrellas a los homenajeados, con discursos incluidos.
Aunque la dificultad de la ruta es baja, el estado del terreno mientras bordea el río hizo que existiera un riesgo de caídas importante y de arañazos con vegetación por lo que se recomienda ir con la ropa adecuada, especialmente con pantalón y manga larga.
La combinación de naturaleza, cultura y gastronomía hizo de esta salida una experiencia inolvidable para todos los participantes, reforzando los lazos de amistad y pasión por el senderismo que caracteriza al grupo GMSMA, por lo que se podría calificar con la máxima puntuación, un cinco.
Juan Antonio Llorente
FOTO REPORTAJES
No hay comentarios:
Publicar un comentario