miércoles, 10 de abril de 2024

Excursión 765: Río Guadarrama y esparragueras de la Raya

FICHA TÉCNICA
Inicio: La Raya del Palancar 
Final: La Raya del Palancar
Tiempo: 3 a 4 horas
Distancia: 13,1 Km 
Desnivel [+]: 69 m 
Desnivel [--]: 69 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas/Agua: No/Sí
Ciclable: Sí
Valoración: 5
Participantes: 32

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta

















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

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RESUMEN
Hoy, no es un día cualquiera, nos hemos reunido en el Parque Regional del Curso Medio del rio Guadarrama, que pasa por encinares y pueblos abandonados, para recolectar los famosos espárragos verdes o trigueros, pequeños y delgados, que crecen en estado salvaje y cuya temporada es muy corta.

Confieso que esta actividad no la había realizado nunca, y no es nada fácil, el espárrago, que son los brotes tiernos de la planta que nacen del suelo, se mimetizan de tal forma en la esparraguera, que ¡hay que “preparar el ojo” para poder verlos.!

Iniciamos la marcha por el limite de los términos municipales de Villanueva de la Cañada y Brunete, siendo nuestros guías, en esta ocasión, Marcos y José María.

Nada más adentrarnos en el campo, el grupo de cabeza dio la primera voz de alarma ¡¡¡aquí hay espárragos!!! así que el resto, nos arremolinamos entorno a las esparragueras, intentando cobrarnos algún ejemplar que diera fe de nuestro “buen ojo”. 

A lo largo de todo el camino, encontramos bastantes, hubo una buena recolecta, y seguro que daría para más de un revuelto con huevos. Uno de los objetivos del día, estaba cumplido.

Caminando, caminando, nos topamos con una granja escuela, donde varios burros con un aspecto inmejorable, ramoneaban a sus anchas, mirándonos con sorpresa, a través de la alambrada que nos separaba; pero, no fueron los únicos sorprendidos…unos pasos más allá nuestros ojos divisaron varias figuras de “dinosaurios” que a buen seguro, harán las delicias de los niños que visiten la granja.

¡¡Con el rio hemos topado!!….llegados a este punto comprobamos, que debido a las abundantes lluvias de los últimos días, el puente de madera que había para pasar el rio Guadarrama, había desaparecido, engullido por una riada, así que nos toca atravesarlo por el puente de cemento que discurre por la carretera M-513.

Antes de continuar la marcha, y para constatar que todos habíamos pasado a la otra orilla, sanos y salvos, hicimos la foto de grupo.

Retomamos la marcha y nos adentramos en una zona del Parque Regional donde la primavera se nos desplegó en todo su esplendor, los diferentes verdes, que a lo lejos divisábamos, nos animó a caminar llenos de júbilo hasta que….nos metimos de lleno en el territorio del “cardo mariano” por los estrechos senderos, y en fila de a uno, con los pinchazos azuzándonos en nuestras piernas.

Nos acordamos de nuestro compañero Nico, y nos hubiera gustado que, por arte de magia, y en ese momento, se hubieran convertido todos en “pastillas”.

La calma y el paseo bucólico nos lo proporcionó el camino que discurre a lo largo del rio, cuyo caudal nos sorprende, por nunca visto, esta vez el manto verde y brillante por el sol, no guarda ningún sobresalto.

Aprovechando un recodo en la preciosa senda, tomamos nuestro tentempié, que no fue, ni abundante en cantidad, ni dilatado en el tiempo, ¡hoy nos esperaba “otra recompensa”.!

Una de las pistas, que nos devolvía al comienzo de la ruta, escondía, para nuestra sorpresa, una zona de pinos con troncos inabarcables y copas con altura de tres pisos, donde aún se veían las huellas de “Filomena” y los trabajos de aserrado de los forestales, aquí las fotos fueron numerosas, ¡todos queríamos dejar constancia de nuestras figuras en contraste con los inmensos troncos.! 

Y andando… y charlando… y de vuelta al puente de cemento, cada vez teníamos más cerca nuestro “merecido cocido”. 

Nos fue servido en unas ollitas de barro individuales muy cuquis, que mantenían el calor y permitían que el comensal se lo sirviera a discreción.

A los postres, el siguiente objetivo “la imposición de estrellas” a nuestros compañeros senderomagos, en esta ocasión fue numerosa, hubo para los principiantes, para los del medio y para los que llevan tantas, que están en la cúspide de la pirámide. 

Y para terminar, nuestra querida Paz, puso el Broche de Oro a esta jornada maravillosa, llena de encuentros de senderomagos, que cada vez hacen más cosas y más diversas, con unas reflexiones de William Tennyson, en su poema Ulises :

“A pesar de que mucho se ha perdido queda mucho. !
Y aunque no tenemos ahora el vigor que antaño movía la tierra y los cielos, lo que somos, somos.! Un espíritu ecuánime de corazones heroicos, debilitados por el tiempo y el destino, pero con voluntad decidida a combatir, buscar, encontrar, y no ceder”.! 

¡¡¡¡QUE ASI SEA!!!!! !!. Y a esta preciosa ruta le doy 5 sicarias,
Carmen Mazarío

FOTO REPORTAJES

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