miércoles, 17 de abril de 2024

Excursión 766: Peñón de la Solana desde El Espinar

FICHA TÉCNICA
Inicio: Fuente de las Barrancas. El Espinar 
Final: Fuente de las Barrancas. El Espinar 
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 15,5 Km 
Desnivel [+]: 608 m 
Desnivel [--]: 608 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas/Agua: No/Sí
Ciclable: No
Valoración: 4,9
Participantes: 14

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta



















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta













TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

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RESUMEN
Esta vez el “Boss” nos convocó para hacer una bonita excursión diseñada por Carlos Revilla (el de las “perrillas”) y guiada por Celia, que se encargaría de llevarnos de la mano como magníficamente lo ha hecho en otras excursiones.

Después del preceptivo café en San Rafael, accedimos al punto de encuentro por un camino forestal asfaltado que une El Espinar con San Rafael, en cuyos márgenes pudimos ver la fuente de la Virgen de las Nieves, la fuente de Hiedra, la fuente de Peña Morena y la fuente de las Barrancas (1300m) que era el punto de inicio de la marcha. Algo me decía que hoy iba el tema de fuentes.

A esta marcha acudimos sólo 14 senderomagos y 2 mascotas (Luna y Jara), ya que parte del Gmsma se iba al día siguiente al sur de Portugal para finalizar la Ruta Vicentina, cuya primera parte habían andado en abril del año pasado.

La foto de grupo se tomó antes de iniciarse la marcha, delante de la bonita fuente de las Barrancas, con su escudo del cuerpo de ingenieros de montaña y su bancada de piedra en semicírculo. Lástima que algún lumbreras la haya adornado con un letrero de “acotado de Setas” y un cubo de basura enorme justo enfrente de la entrada a la fuente.

Realizadas las instantáneas, Paco N., Javier Miguel y Cesar tomaron la cabeza y como si estuvieran entrenando para las Olimpiadas de Paris (esta semana por cierto se enciende la llama olímpica), implantaron un frenético ritmo subiendo campo a través, imposible de seguir para el resto de los mortales que nos quedábamos sin resuello. Al parecer iban a ser hoy estrellas fugaces (debían estar de vuelta a los coches a las 14:00) y querían hacer la ruta completa.

Aclarado el tema, los 11 senderomagos que quedábamos, acordamos no seguirles y subir por las zetas del camino a un ritmo tranquilo que nos permitiera disfrutar de esta bonita zona de pinares conocida como “las Barrancas”.

Entre los pinos hay verdes pastos que están salpicados de flores blanca (primaveras o flores de San José), amarillas (narcisos), blancas con tonos morados (romuleas), moradas (violetas silvestres) …

No es que yo sepa de flores silvestres, que soy analfabeto funcional del tema, pero con unas fotos y una adecuada aplicación en el móvil, te enteras del nombre de todo lo que vas viendo, je je je je je

De esta forma y casi sin darnos cuenta, hicimos el primer km de la excursión ascendiendo 150 m de desnivel al alcanzar el Camino del Ingeniero.

Caminamos por él unos 400m y nos desviamos a la izquierda por un sendero que seguimos 2 km más y que nos llevó, en un continuo pero soportable ascenso, al Peñón de la Solana (1775m), punto más elevado de esta marcha.

A continuación seguimos en dirección norte la alambrada que separa Peguerinos (Ávila) de El Espinar (Segovia), llegando después de 600m a la Cruz de Pedro Álamo. Cuenta la leyenda que un espinariego en diciembre de 1617 fue sorprendido por una tormenta de rayos y nieve en este paraje. Invocando al Cristo del Caloco, un intenso resplandor iluminó la oscuridad de la noche y Pedro Álamo, que así se llamaba, pudo llegar sano y salvo al pueblo. En agradecimiento, prometió levantar sobre el peñón en el que se había refugiado una cruz de piedra, que no subsiste, reemplazada por otra metálica. El peñón tiene la inscripción: "ESTA † PUSO PEDRO DEL ÁLAMO. AÑO 1617"

Después de explicarnos Carlos R. esta bonita leyenda y siendo las 12 pasadas, tomamos el Ángelus en esa zona disfrutando de la maravillosa vista de la parte norte del Parque de Guadarrama.

Repuestas las fuerzas retornamos por el mismo camino hacia el Peñón de la Solana, y desde allí y siguiendo la alambrada de división provincial durante 1km, nos bajamos al collado de las Lagunas (1675m), donde nace el arroyo de Prado Goyato, concretamente en la fuente del Esportón, por la que no pasamos.

Atravesamos al lado abulense por una puerta de la valla y al llegar a la primera de las lagunas pudimos observar a la izquierda el correr de 2 corzos que estaban en la zona.

Aunque en esta zona hay varias lagunas pequeñas, Carlos R. nos condujo hasta otras más famosas y grandes, las lagunas de Peguerinos que se encuentran a 1km siguiendo el prado, y aparecieron ante nosotros como una postal bucólica: las lagunas estaban plenas de agua cubiertas de flores blancas (ranúnculos acuáticos o flotantes), los pastos plagados de flores con tonos blanco-violetas (romuleas) y con una manada de caballos con sus crías disfrutando y comiendo tanto dentro de las lagunas como en el pasto exterior.

Después de las inevitables fotos del lugar y respirando un rato ese ambiente tranquilo, nos volvimos por el mismo camino hasta la puerta de la alambrada divisoria y la seguimos hacia la derecha durante 1,5 km con leve pendiente hasta alcanzar el Mojón de Arteseros (1934m), lugar muy agradable rodeado de pinos con abundancia de peñas/asientos, donde realizamos la parada para comer el bocadillo pues ya eran las dos de la tarde.

A esta hora informaron las estrellas fugaces de hoy que habían llegado a los coches, cumpliendo rigurosamente su objetivo.

Cuenta la historia que el Concejo de Segovia en 1297 tuvo por bien de hacer una puebla en el Espinar que fuera independiente de Segovia, y se le asignó unos terrenos en el lado segoviano de la Sierra de Malagón. Al documento que recoge este acuerdo se le conoce como la Carta Puebla. La fundación de El Espinar fue confirmada por Fernando IV y posteriormente Alfonso X y Alfonso XI le ampliaron sus terrenos. En 1997 con motivo del 700 aniversario de la fundación, parroquianos del pueblo decidieron marcar con 9 mojones el actual territorio de El Espinar, y este que hay en el monte Arteseros es uno de ellos.

Desde aquí ya todo es descenso hasta el final de la excursión. Atravesando de nuevo la renombrada alambrada, esta vez por una puerta adornada con osamenta de alguna vaca, nos dirigimos en primer lugar hacia el collado de la Gargantilla (1647m) que dista 1km y donde nace el arroyo del mismo nombre, más concretamente en la fuente de Juan Bellver.

Caminamos junto al arroyo unos 300 y en la bifurcación de senderos torcimos a la izquierda hacia el Chozo de los Arteseros (1564m). Por la derecha iríamos hacia la fuente de Bellver Marqués y el Pico Cueva Valiente.

A unos cientos de metros y después de atravesar por última vez la valla hacia el lado segoviano, encontramos otra fuente, esta vez de nombre curioso: fuente de Lavacoñitos.

Aquí nos explicó Carlos R. que era una fuente de tipo “gabarrera” (hecha con pocas piedras, con poco almacenaje de agua, y casi tapada por la vegetación). Los gabarreros eran personas de la zona de Guadarrama que sacaban la leña del monte a lomos de caballerías y la transporta para venderla. El Espinar celebra su fiesta en el mes de marzo.

El refugio-chozo de Arteseros está en un lamentable estado de conservación, a pesar de que en el 2010-2011 lo estuvieron restaurando el Clan Korrel de los Scouts, que dejaron una placa metálica rememorándolo. A su alrededor se encuentra la fuente de Arteseros y una losa de granito con la inscripción “Bellver 3-5-1985” creo que en honor de Juan Bellver, quien limpio y construyó bastantes fuentes en la zona.

Siguiendo el sendero 1,5 km, enlazamos con el Camino del Ingeniero, por el que continuamos y a pocos metros encontramos la fuente A de Las Heras del 2015. Atravesamos el arroyo de Prado Goyato cuyo nacimiento vimos en el collado de las Lagunas, y después de otro 1,5km llegamos a las zetas que subimos a primera hora de la mañana. Ya sólo quedaba descender este último km hasta los 1300m donde estaban los coches finalizando la excursión de hoy.

Como colofón, puedo decir que ha sido una preciosa excusión de casi 16 km, por la bonita Reserva de la Biosfera Real Sitio de San Ildefonso El Espinar, que así se llama esta zona, con una climatología ideal para caminar, bien liderados por Celia y estando en todo momento informados por Carlos R. de los parajes que veíamos, los caminos que cruzábamos, y las leyendas-historias de los diferentes picos-cruces-fuentes que pasábamos…..solo le faltaba llevar en su enorme mochila un gran paraguas amarillo como el de los guías turísticos…. Gracias Carlos Revilla por el curro que has puesto en esta marcha.

Mi calificación es de 4,9 sicarias.
Alejandro Merino

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