miércoles, 3 de abril de 2024

Excursión 764: Nacimiento del río Gudillos

FICHA TÉCNICA
Inicio: Alto del León 
Final: Alto del León
Tiempo: x a x horas
Distancia: 15,1 Km 
Desnivel [+]: 363 m 
Desnivel [--]: 363 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas/Agua: Sí/Sí
Ciclable: Sí
Valoración: 4
Participantes: 31

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta

















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

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RESUMEN
Antonio y Celia habían convocado una marcha circular que consistiría en salida y regreso desde el Alto del León, uno de cinco puertos que separan Madrid de Segovia.

Cuando bajamos de los vehículos, lo primero que observamos, mirando en dirección a Madrid, es un mar de nubes que cubría toda la parte baja de Guadarrama.

Nos presentamos en este lugar 31 senderomagos, y una vez realizados los saludos protocolarios, Antonio me comentó que había consultado con la inteligencia artificial para ver a quién le tocaría hacer la crónica en esta ocasión, y resultó que fui yo el afortunado (no sé qué datos tendrá míos esta inteligencia, pero cuando me la eche a la cara se entera).

Comenzamos a andar tomando la carretera, ya en desuso, que comunica el Alto del León con el pueblo de Peguerinos. A esta altura se observan restos de nieve, pero en poca cantidad, no así como la que divisamos al fondo en la Cuerda Larga, y también en las Peñotas.

Nada más pasar unas antenas de Ejército del Aire tomamos un desvío a la derecha, camino de La Gasca. La temperatura resultaba muy agradable, con un poco de viento, el día tenia una luz maravillosa y siguiendo por este camino llegamos a un mirador desde donde se divisan los pueblos de El Espinar y San Rafael. A lo alto también se ve Cueva Valiente y a José María le pareció el sitio ideal para realizar la foto de grupo.

Seguimos bajando por dicho sendero para encontrar el arroyo La Gasca. En este punto el camino es muy horizontal y muy agradable de caminar, el monte está esplendoroso, con unas tonalidades dignas de un cuadro al óleo de Marcos, con muchísimo agua cristalina chorreando por todas partes.

Tras franquear un portón pasamos junto a unos árboles gigantescos, secuoyas, según me informo. Las secuoyas pueden vivir más de 3.000 años y producir madera cada año. Tienen tanta madera, hojas y piñas que pesan más que cualquier otro árbol del mundo, el récord es de más de 600 toneladas.

En este punto, seguimos caminando para luego cruzar el arroyo con cierta dificultad ya que llevaba mucha mucha agua. Más adelante subimos para encontrarnos con la antigua carretera N-VI y cruzarla por encima, ya que por debajo era imposible, el caudal del arroyo lo impedía. 

Enseguida nos tocó volver a pasar el arroyo para situarnos en el margen derecho y en esta segunda ocasión alguien tuvo la mala suerte de resbalar en una piedra y meter los pies en el agua.

Continuamos por el sendero que traíamos y, según me comentan, estábamos caminando por encima del túnel de Guadarrama y la carretera A-6. Un poco más adelante hicimos una parada para el Ángelus y tomar un tentempié.

Una vez reanudada la marcha tomamos el camino siguiendo el curso del río Gudillos en dirección al manantial. Aquí, al fondo, se ven las cumbres nevadas de la Mujer Muerta.

Las praderas por donde caminábamos estaban convertidas en un gran barrizal debido a que estaban cortando pinos y arrastrándolos con enormes máquinas oruga, y como había tanta humedad dejaban unas huellas muy profundas y esto hacía muy difícil caminar.

Después de superar estas dificultades, continuamos caminando por estos paisajes tan maravillosos hasta llegar a unas charcas para anfibios un poco abandonadas.

A esta altura, en el margen izquierdo se encuentra la fuente con el pilón de los aserraderos, y un poco más adelante una pradera encharcada donde brota el río Gudillos. Estaba todo de un verde espectacular.

Seguimos caminando hasta encontrarnos con el camino del Cordel de las Campanillas y allí nos paramos a comer y a esperar a un grupo que se habían quedado retrasados.

Aproximadamente a unos dos kilómetros adelante, nos desviamos del camino para tomar la Senda del Arcipreste que sube hacia el Collado de la Sevillana. Yo, que ya iba un poco cansado, temí que me costaría mucho superar esta subida, pero la superé sin mucha dificultad, si bien es cierto que tampoco es tan empinada como parecía en un principio.

Una vez arriba, tomamos el camino en dirección al Alto del León, pasando por el búnker del Cerro de la Sevillana, y ya no quedaba más que cruzar la carretera para ir a los vehículos y terminar la marcha tomando unas cervezas o lo que a cada uno le apeteció.

A esta marcha le daremos 4 sicarias.
Enrique Cid

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