Inicio: Pto. de Navacerrada
Final: Pto. de Navacerrada
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 16,3 Km
Desnivel [+]: 423 m
Desnivel [--]: 423 m
Tipo: Ida y vuelta
Dificultad: Media
Pozas/Agua: No/Sí
Dificultad: Media
Pozas/Agua: No/Sí
Ciclable: Sí
Valoración: 4
Participantes: 35
MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta
* Mapas de localización y 3D de la ruta
PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta
TRACK
PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
* Mapa 3D (archivo kmz)
RUTA EN WIKILOC
* Ver esta ruta en Wikiloc
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RESUMEN
Bonito día el que teníamos por delante. Se nos presenta
soleado y con nieve, una muy buena combinación.
Nos reunimos en Venta Arias para iniciar la ruta que nos
llevaría al convento de Casarás pasando por el puerto de La Fuenfría. Salimos
puntuales, salvo por la necesidad imperiosa de Javier M de comprarse unos
guetres nuevos y lucir más guapo, si cabe, con ese brillo tan especial que
tienen los nuevos abuelos.
Para no toparnos con los esquiadores de la pista del
Telégrafo, bordeamos la venta y ascendimos por una inusual senda que asciende al alto del mismo nombre. La nieve
era dura por lo que, enseguida, vinieron los resbalones. Llegamos arriba con
todas las costillas en su sitio y acordándonos de la de Santiago: qué abría
sido de ella, en qué estado estaría después de su accidente en la anterior excursión.
La bajada más resbaladiza si cabe. Si en la subida eran dos
pasos palante y uno patrás, aquí eran dos palante y otro más de propina.
Rápidamente alcanzamos el camino Smith que nos llevaría hasta
la senda de los Cospes por la que seguiríamos hasta el puerto de la Fuenfría. Íbamos relajados y tranquilos.
El grupo se dividió en dos más pequeños que pronto se volverían a reagrupar. Por detrás, rezagados venía Antonio V. que con la ayuda de Juan se quedaron buscando unas gafas de sol graduadas que había perdido y que, por cierto, no encontraron.
El grupo se dividió en dos más pequeños que pronto se volverían a reagrupar. Por detrás, rezagados venía Antonio V. que con la ayuda de Juan se quedaron buscando unas gafas de sol graduadas que había perdido y que, por cierto, no encontraron.
Sin novedad pasamos por la fuente le la Fuenfría llegando al
puerto, donde hicimos nuestra parada para tomar un tentempié.
A algunos se les ocurrió hacer un muñeco de nieve estilo picasiano que fue el más fotografiado del grupo y casi siempre acompañado de varios senderistas que querían inmortalizar el encuentro.
A algunos se les ocurrió hacer un muñeco de nieve estilo picasiano que fue el más fotografiado del grupo y casi siempre acompañado de varios senderistas que querían inmortalizar el encuentro.
Aquí también se despidieron tres de nuestras estrellas
fugaces que tenían prisa por regresar y un destino incierto.
Mientras descansábamos, también pasó un grupo de dos ciclistas
con bicicletas preparadas para estos senderos con nieve, y que prestaron a Ángel
para que las probara y disfrutara como un enano (si es que eso es posible en
él).
Acabado el tentempié seguimos el camino de la carretera de
la República hasta llegar a la casa Eraso, conocida también como convento de
Casarás o casa de la Fuenfría. Por supuesto, dicha casa nunca fue convento sino
una casa de campo para el disfrute de Felipe II en su trasiego de Madrid al Palacio de Valsaín.
Después de descansar otro ratito iniciamos la vuelta hacia
el puerto de la Fuenfría, esta vez por la calzada romana. Por el camino vimos
como nuestro día soleado se iba nublando rápidamente y se nos acercaba la
niebla. Empezaba a hacer frío.
En el puerto comimos rápidamente pues al cubrirse el sol,
algunos nos estábamos quedando helados, e iniciamos la marcha de regreso.
La vuelta tranquila y sin novedad… o casi, porque nos
encontramos con nuestras estrellas fugaces que en un alarde de orientación se
habían perdido.
Pobrecitos, iban sudorosos, despeinados y demacrados, pero contentísimos de habernos encontrado. Pocos encuentros habrán sido tan deseados.
Pobrecitos, iban sudorosos, despeinados y demacrados, pero contentísimos de habernos encontrado. Pocos encuentros habrán sido tan deseados.
El final de la ruta la hicimos a través de la pista de
esquí de el Bosque, con la nieve casi helada, lo que nos provocó algunas caídas y sustos sin
consecuencias. Y justo cuando llegábamos empezó a nevar.
Por todo esto y por mucho más que no me acuerdo, yo daría a esta excursión cuatro sicarias.
Javier B.
FOTO REPORTAJES
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