domingo, 6 de octubre de 2019

Excursión 491: De Tórtoles a Encinas de Esgueva

FICHA TÉCNICA
Inicio: Tórtoles de Esgueva
Final: Encinas de Esgueva
Tiempo: 3 a 4 horas
Distancia: 12,5 Km
Desnivel [+]: 122 m
Desnivel [--]: 143 m
Tipo: Sólo ida
Dificultad: Baja
Pozas y agua: Sí
Ciclable: Sí
Valoración: 4
Participantes: 26

MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta


















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta















TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
Mapa 3D (archivo kmz)

RUTA EN WIKILOC

RESUMEN
Nuestra tercera y última excursión por tierras de la Ribera del Duero comenzó a con una entrañable visita al Monasterio de Santa María la Real de Tórtoles, donde, casualidades de la vida, mi familia había pasado no hace mucho un estupendo fin de semana celebrando el cumpleaños de mi madre.

Establecido en la parte alta del pueblo, junto a las copiosas fuentes que sirvieron para regar sus huertas, de él queda el recinto sin uso religioso, pues las monjas se trasladaron a Aranda no hace muchos años.

Fundado como monasterio de monjas benedictinas, hoy en día es propiedad particular, y en el edificio se ubican una residencia de ancianos y una quesería artesanal. El núcleo del edificio monacal, originario del siglo XII con sucesivas ampliaciones, fue terminado de restaurar en 2008 y albergaba la Posada Rural Monasterio Escondido de Tórtoles, que tuvo que cerrar desgraciadamente este año por falta de rentabilidad.

Precisamente fue su último gestor, Emilio, amigo de Carolina, el que nos lo enseñó en detalle, De su mano recorrimos el interior de la iglesia, capilla de los fundadores y sala capitular situados en torno al precioso claustro, cubierto de rico artesonado, así como las habitaciones habilitadas en los pisos superiores.

Una pena que todo este bello conjunto caiga en el olvido y pueda ser disfrutado.

Después de la visita, bajamos al pueblo en busca del Camino Hondo, que entre huertas y prados nos llevó a cruzar la carretera y el río Esgueva por la Puente Vieja. Enseguida enlazamos con el amplio camino que se dirige a Encinas de Esgueva, nuestro objetivo.

Con amplios prados a ambos lados del camino, cruzamos barbechos, campos de girasoles y de trigo, ya segado, en los que las alpacas se amontonaban a la espera de su traslado a las granjas. Como curiosidad, en los escasos 10 kilómetros de este camino pasamos por tres provincias, Burgos, de donde partimos, Palencia a mitad del recorrido, y Valladolid al final del mismo.

A media mañana paramos en el área recreativa existente a las afueras de Castrillo de Don Juan. El desaparecido castillo, que da nombre a la localidad, se encontraba situado en la cima del cerro que hay sobre el pueblo, en cuya ladera hoy se encuentran las bodegas. Fue construido por Alfonso III en el último tercio del siglo IX, formando parte, junto con otras fortificaciones, de la línea defensiva levantada en los valles del Esgueva y del Arlanza.

Tras reponer fuerzas y hacernos la foto de grupo, continuamos el camino, que durante un corto periodo transita junto al río, para después separarse de él para proseguir paralelo al mismo.

Entre más campos de girasol y de remolacha, amontonada junto al camino, llegamos a Encinas, donde nos esperaba una guía para mostrarnos su castillo.

El castillo actual data de finales del siglo XIV y es diferente de la fortaleza original erigida durante la repoblación de Encinas en el siglo IX.​ Más residencial que marcial, la construcción muestra en sus esquinas los escudos de las familias aristocráticas a las que perteneció: los Zúñiga y los Aguilar.

El edificio está construido en sillería y se comenzó a levantar en 1394.​ De planta cuadrada, tiene torres de igual forma en sus esquinas.​ La fortaleza cuenta con una barbacana rodeada a su vez por un foso.

En el siglo XX, el castillo se utilizó como silo de cereal y perdió así algunos de sus elementos como el puente levadizo, algunas ventanas y dos plantas con columnas del patio de armasLa verdad es que por dentro desdice mucho, pero al menos se ha mantenido en pie, que ya es mucho.

Y para finalizar estos tres días que hemos estado en la tierra de Lucio, nos habían preparado unos suculentos corderitos en Casa Paco, muy bien preparados por su mujer y la inestimable ayuda de Vicky, haciendo que esta excursión se mereciera un 4 sobre 5.

Muchas gracias a Lucio y Carolina por la preparación de estas estupendas jornadas.
Sol González

FOTO REPORTAJES

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