miércoles, 2 de junio de 2021

Excursión 563: Cerro de San Vicente

FICHA
 TÉCNICA
Inicio: Hinojosa de San Vicente
Final: Hinojosa de San Vicente
Tiempo: 4 a 5 horas
Distancia: 14,6 Km 
Desnivel [+]: 749 m 
Desnivel [--]: 749 m
Tipo: Ida y vuelta
Dificultad: Media
Pozas y agua: No
Ciclable: En parte
Valoración: 5
Participantes: 23

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta



















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta















TRACK
Track de la ruta (archivo gpx) 

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH 
* Mapa 3D (archivo kmz)

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RESUMEN
La ruta de hoy era un poco más lejos de lo habitual, Julián y Esteban nos propusieron subir al Cerro de San Vicente y finalizar la jornada con una barbacoa en su pueblo de Los Cerralbos.

El punto de reunión era la plazuela de la Iglesia de la Concepción en Hinojosa de San Vicente (Toledo), donde fuimos llegando, para iniciar la ruta dirigiéndonos a la calle Prado Luga, en dirección noroeste, hasta salir del pueblo por la Senda Viriato, el sendero GR-63 que recorre la Sierra de San Vicente.

El camino es de cemento en constante pendiente, suave pero prolongada. Nada más comenzar, pasamos junto a una fuente con bancos de piedra, que queda a nuestra derecha.

En la primera bifurcación que se nos presenta, seguimos por el camino de la izquierda, entre casas con huertos y olivos, hasta llegar al depósito de agua que abastece al pueblo, en el que hay una fuente.

Continuamos el ascenso, entre muros de piedra que delimitan las fincas colindantes, con bonitas vistas de nuestro objetivo, a la derecha. Desde aquí nos parece que queda muy lejano todavía. En la siguiente bifurcación tomamos el camino de la derecha. A estas alturas, el grupo se había alargado mucho.

Pasamos junto a una casa y en el siguiente cruce, seguimos por la izquierda. Al poco, pasamos junto a una fuente con pilón en la que figura la fecha 10-01-76. Entre higueras y encinas, el camino gira a la derecha y toma dirección norte, eligiendo la pista de la derecha en los dos cruces siguientes.

En este punto, el camino pierde pendiente unas decenas de metros, dándonos un breve respiro antes de acometer otra cuesta siguiendo el camino de Hinojosa al Piélago. tomando dirección noreste. Más arriba dejamos a la izquierda una pequeña casa de piedra, protegida por alambrada y rodeada de castaños.

Proseguimos por la pista, entre robles y jaras en flor, muy abundantes en este tramo del camino. hasta alcanzar, tras unas curvas, un collado con una agradable y verde pradera rodeada de esbeltos pinos.

Aquí esperamos la llegada del resto del grupo, mientras Julián nos surtía de agua bien fresquita traída hasta aquí por la mañana en su coche, todo un detalle que agradecimos mucho, porque el calor era apremiante.

A la sombra de los árboles nos tomamos el tentempié de media mañana. Tras el descanso Julián y alguno más nos dejan para ir preparando la barbacoa, el resto acometimos la subida a la cumbre por un estrecho sendero que sale a la derecha, en dirección este.

Nos guían unos escalones al comienzo y postes que nos indican la dirección al Monte de Venus, como también se la llama al Cerro de San Vicente. Tras remontar la fuerte cuesta llegamos a una amplia pradera desde la que ya divisamos, en dirección sur, el vértice geodésico que corona el cerro.

Cruzamos la llanura, plagada de flores y grandes bolos rocosos, hasta alcanzar la cumbre, situada a 1.320 metros de altura. Desde allí, disfrutamos de las amplias panorámicas que teníamos de los cerros colindantes y, a lo lejos, en dirección noroeste, el cordal de la Sierra de Gredos.

Fue en este lugar donde, en 1522, se fundó la población. Perteneció al Castillo de Bayuela hasta el año 1632, año en el que Felipe IV le dio el título de Villa.

Junto al vértice se encuentran las ruinas de una antigua ermita y, entrando en ella, se contempla una pequeña cueva, con una pililla para el agua bendita excavada en la roca de la izquierda de la entrada.

Según la creencia popular esta es la cueva donde se refugiaron los Santos Mártires Vicente, Sabina y Cristeta, cuando eran perseguidos desde Talavera de la Reina por los romanos, en época de Diocleciano, y que finalmente fueron martirizados en Ávila. En la actualidad, se encuentran enterrados en la espléndida iglesia románica de San Vicente.

Siguiendo la cresta del cerro, nos acercamos hacia el sur para contemplar las ruinas del castillo del Piélago, de época musulmana, mandado construir por Miramolin al-Nasi, hijo de Moamat sobre una atalaya islámica del siglo X que vigilaba la zona de la Sierra de San Vicente de las posibles incursiones desde la llanura del Tajo.

En el siglo XIII, los cristianos lo reforzaron añadiéndole el gran torreón como torre del homenaje, gran torre rectangular de 8 metros de alto, probablemente ampliando la anterior musulmán. Alfonso VIII estuvo aquí acampado durante el asedio de Salvatierra por los almohades, momento en el que se reforzaría el recinto.

A sus pies podemos contemplar Hinojosa, de donde partimos y más a lo lejos los valles del Tajo y el Alberche, la localidad de Talavera de la Reina y unos cuantos pueblos, así como varios embalses, destacando el de Navalcán y el de Cazalegas, si miramos hacia el este podemos ver en los días claros las torres de Madrid. En una de las rocas donde se sustenta el castillo se puede observar grabada una cimitarra.

Tras explorar cada rincón del castillo, volvimos sobre nuestros pasos, en frenético descenso , hacia el punto geodésico y resto del camino seguido por la mañana hasta llegar de nuevo a la plaza del pueblo donde iniciamos la ruta.

Terminada la ruta, nos fuimos a disfrutar de la estupenda barbacoa que nos habían preparado los organizadores, lo que le estaremos siempre agradecidos por su hospitalidad y generosidad para con el grupo, por lo que esta excursión se merece la máxima nota, 5.
Paco Nieto

FOTOS
* Fotos de Paco Nieto

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