miércoles, 21 de julio de 2021

Excursión 570: Valle del Lozoya y Cascadas del Purgatorio

FICHA TÉCNICA

Inicio: Rascafría
Final: Rascafría
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 16,6 Km
Desnivel [+]: 306 m
Desnivel [--]: 306 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas y agua: Sí
Ciclable: En parte
Valoración: 4
Participantes: 11

MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta




















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta













TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
Como es de ley por estas fechas, continuamos con rutas fresquitas, en esta ocasión nos decidimos por una de las clásicas de nuestra querida Sierra de Guadarrama, las Cascadas del Purgatorio partiendo de Rascafría.

Los 11 senderomagos que nos hemos apuntado partimos del centro de Rascafría y en esta ocasión nos lleva de la mano Javier que con el track de la ruta cargado en el Orux no permitirá que nos despistemos y tiremos por la senda equivocada, adelanto que durante la ruta no ha habido ningún problema y, por lo tanto, nuestro agradecimiento a Javier por su excelente “trabajo”.

En dirección sur, rápidamente dejamos atrás los últimos edificios de Rascafría, junto a la carretera, caminamos a la sombra de los árboles que jalonan el paseo conocido como Camino Natural del Valle del Lozoya.

A poco más de un kilómetro. nos encontramos, al otro lado de la carretera, el Monasterio del Paular, muy importante por su historia, arquitectura y sus tesoros artísticos, pero, también por la relación que ha tenido los primeros guadarramistas españoles (Giner de los Ríos, Bartolomé Cossio, Fernandez Zabala, etc), también con Bernaldo de Quirós que narra así una de sus aventuras:

“A la tercera semana decidimos llegar hasta la sierra misma; y en efecto, el 6 de septiembre de aquel año -1902- hicimos la jornada de Navacerrada hasta El Paular, empleando el día entero, perdiéndonos al cabo en El Palero y llegando a la portería del monasterio a la luz de un relámpago oportuno…”.

Continuamos unos pasos y nos desviamos a nuestra izquierda, cruzamos el río Lozoya por el conocidísimo puente del Perdón, continuamos un ratito por la pista asfaltada y a 400 m tomamos la senda que lleva hasta las Presillas, como el año pasado el agua no está represada, a pesar de que esto supone que venga mucha menos gente, la pradera está impresionantemente verde.

El bar estaba abierto, por lo que todos pensamos que lo mas lógico sería intentar comer allí. Dejamos el Lozoya y cruzamos por un puente el arroyo Aguilón, tomamos la excelente pista GR 10.4, conocida como ruta de el Paular al Purgatorio y tras recorrer 1.100 m desde el puente la dejamos girando a nuestra izquierda en dirección este, por el paraje conocido como La Umbría.

A media ladera recorremos 1600 m y nuevamente volvemos a encontrarnos con el arroyo Aguilón o Navahondilla, paramos para hacer el ángelus y recuperar fuerzas, y yo dejarme mi gorra del Dr. CVT que -afortunadamente- recoge Marcos H.

Cruzamos el puente de madera, la senda sigue junto al arroyo siempre con sombra, con pequeñas subidas y bajadas dependiendo del roquedo, al final de los 1400 metros recorridos el arroyo se encajona y tras superar una zona rocosa llegamos a la segunda (y mas conocida) de las cascadas del Purgatorio. 

Paramos allí un rato, nos hacemos las fotos de rigor y la de grupo. Cinco componentes decidimos acercarnos a la primera de las cascadas por el camino directo (en mi caso, por primera vez) tras superar un paso un poquitín aéreo y mas fácil de lo que pensaba, llegamos enseguida a la cascada oculta, nunca la había visto desde abajo y me resulta una vista preciosa a pesar de tener poco caudal en estos días de verano.

Decidimos volver por la alternativa más cómoda, subir el roquedo y bajar por la senda que sale al camino que habíamos pasado hace un rato, poco antes de llegar a la segunda (y mas conocida) chorrera.

Una parte del grupo ya había tirado hacia las presillas con Javier a la cabeza, nos reunimos con los que quedan y tiramos de vuelta por donde hemos venido, al llegar al puente no lo volvemos a cruzar y tras pasar una cancela tomamos una pista que, en dirección norte, discurre por los parajes conocidos como El Canchal, Mata Moñiguero, Prado de San Antonio y Peña Grande. Vamos en bajada y medio corriendo.

Llegamos en un pispas a Las Presillas y nos encontramos con el resto de los compañeros que están terminando de comer. Pedimos nuestras cervecitas y nos ponemos al asunto. Bien alimentados y descansados salimos por la senda que recorrimos por la mañana pero, al llegar a la pista asfaltada, nos desviamos por el Campamento del Paular y por el Monte de los Batanes, donde nos acercamos al pequeño embalse del Bosque Finlandés. Llegamos a Rascafría tras pasar el puente sobre el Lozoya que hay junto a las ruinas del Molino Briscas y damos por finalizado este bonito paseo.

Por lo fresquita, bonita y tranquila esta ruta se merece una calificación de 4 sicarias.
José Luis Molero 

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