miércoles, 4 de agosto de 2021

Excursión 573: El Cojón de Pacheco, el Colmillo del Diablo y Boca del Asno

FICHA TÉCNICA

Inicio: La Pradera de Navalhorno
Final: La Pradera de Navalhorno
Tiempo: 4 a 5 horas
Distancia: 14,8 Km
Desnivel [+]: 459 m
Desnivel [--]: 459 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas y agua: Sí
Ciclable: No
Valoración: 5
Participantes: 27

MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta




















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta













TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
Mapa 3D (archivo kmz)

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RESUMEN
Había propuesto Paco Nieto recorrer los pinares de Valasín en busca del afilado Colmillo del Diablo, el colosal Cojón de Pacheco y los frescos recodos del Eresma, citándonos en el aparcamiento del CENEAM (Centro Nacional de Educación Ambiental), situado en La Pradera de Navalhorno, al lado mi casa, y como ni Antonio ni él iban a poder estar, me asigno la tarea de guía.

El cielo estaba nublado y con un ligero chirimiri comenzamos a caminar, con la idea de que era mejor esto que pasar calor.

Una vez hechos los saludos consabidos, José Luis M propuso realizar la ruta al revés de lo previsto, puesto que tenía que volver con hora, y como también le ocurría lo mismo a parte de mi familia, aceptamos esa proposición e iniciamos la ruta empezando en el CENEAM para acabar descendiendo el río Eresma desde Boca del Asno. Creo que así ganó mucho la ruta, pues dejamos la parte más fresquita para el final, que siempre es de agradecer.

Al llegar al mencionado Centro, por su parte de atrás, seguimos un agradable camino entre pinos y nos acercamos a la charca habilitada como refugio de anfibios, que estaba medio tapada por una gruesa capa de maleza.

Un poco más adelante, en las proximidades del arroyo de Peñalara, propuse al grupo otro camino diferente al propuesto, para seguir el recorrido con un subida más suave aunque es un poco más largo. Fue aceptado por unanimidad.

Al iniciar la subida hacia la fuente del Ratón, sale a la izquierda un sendero que asciende a la Cueva del Monje. En este cruce Lucio se equivocó y siguió por él, cuando nos dimos cuenta, algunos se ofrecieron voluntarios para buscarlo. Mientras, los demás esperamos en el cruce, junto a la pista que teníamos que seguir.

Una vez reunidos todos, continuamos la marcha, parando unos instantes en la mencionada fuente del Ratón, en la que la mesa y bancos de madera que hay junto a ella eran toda una invitación a quedarnos allí mucho más tiempo.

La cuesta acaba en una pista forestal asfaltada, por la que continuamos ascendiendo en cómodo paseo, cruzamos por un puente el arroyo de Peñalara y, a los pocos metros, llegamos a la fuente de Abastos, de la que manaba un hilo de agua, mayor del que suponía en estas fechas.

Cruzamos por otro puente el arroyo de Regajos Fríos y más adelante, algunos bajaron a ver unas bonitas chorreras que forma el arroyo de las Quebradas.

Otros tres puentes, bastante próximos entre sí, salvan los arroyos del Tío Levita, el de Navalaviudas y de las Quebradas. Más alejados quedan los puentes sobre los arroyos de Prado Redondillo y, al pasar Peñas Lisas, el de Citores.

En este ultimo, decidimos tomar el Ángelus ya que eran las 12h y así también hacíamos un reagrupamiento, esperando a los más rezagados. Tras el descanso, nos hicimos la foto de grupo y proseguimos la marcha.

Cuando teníamos que dejar la pista para dirigirnos al Cojón de Pacheco, no vi el cruce, pero con la ayuda de José Luis, hicimos un GMSMA, bajando campo a través en busca del sendero, que no estaba lejos, y en cuanto lo encontramos lo seguimos para llegar al enorme pedrusco que hace famoso las partes nobles del tal Pacheco.

Tras las fotos de rigor, una de ellas obligada con todas las chicas, hoy mayoría respecto a los chicos, continuamos en busca del Colmillo del Diablo, éste si que costó un poco encontrarlo, pero siguiendo el track dimos con la imponente roca sin mucho problema.

Como después de las fotos no era tarde, propuse ir a comer a la Boca del Asno y también por unanimidad se aceptó la propuesta. Los que tenían prisa, al llegar a la Boca del Asno se marcharon y los demás nos quedamos a zampar relajadamente los bocadillos, con una cervecita fresca del kiosco que hay en esta zona recreativa.

Cuando acabamos de comer y de descansar un rato, iniciamos la vuelta hacia el CENEAM, aunque al llegar al puente de los Canales a unos cuantos nos apetecía un baño (de pies) y nos quedamos en el río Eresma, mientras que el resto siguió el camino hasta los coches.

En resumen, una excursión muy agradable con un tiempo ideal ya que al final salió el sol y todos disfrutamos. Le doy una puntuación de 5.
Rosana Curto

FOTO REPORTAJES

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