miércoles, 21 de septiembre de 2022

Excursión 649: Sotos de Sepúlveda y Palacio del Esquileo

FICHA TÉCNICA
Inicio: Sotos de Sepúlveda
Final: Sotos de Sepúlveda
Tiempo: 6 a 7 horas
Distancia: 12,6 Km 
Desnivel [+]: 175 m 
Desnivel [--]: 175 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas/Agua: No/Sí
Ciclable: No
Valoración: 4
Participantes: 36

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta



























PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta













TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

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RESUMEN
Unas semanas atrás, recordaba a Marcos Cid que hacía bastante tiempo que no habíamos vuelto al Palacio del Esquileo. Todos teníamos un gratificante recuerdo, del servicio, cervezas con aperitivo previo y una comida estupenda muy bien regada, en las visitas anteriores. Además, con la posibilidad de observar o volver a disfrutar de las espectaculares obras que allí tiene nuestro compañero.

Para facilitar y completar la convocatoria, Marcos se encargaría de contactar con sus amigos del Palacio y yo mismo me ofrecí a Antonio para buscar una amable ruta que saliera del mismo Palacio para no tener que mover los coches. Pues bien, allí nos presentamos 36 senderomagos para realizar un pequeño y suave paseo.

El primer hito reseñable de la jornada fue la restitución de unas gafas psicodélicas a Carlos por parte de Marcos H cuyo extravío se produjo en la jornada anterior. Salimos del parking y ya en ese momento, a pesar de la época del año en la que estamos y con la presente pertinaz sequía, intuíamos que no íbamos a pasar frio.

Los primeros dos kilómetros eran por carretera que, aunque tiene muy poco tráfico, Antonio, quiso realizarlos por el cauce o por el margen del rio Serrano que transcurre paralelo a ella, completamente seco, para no pisar asfalto.

Cuando llegamos a la carretera Nacional III y después de recorrer unos metros en dirección a Riaza, cruzamos la carretera y entramos en una pista circular de unos ocho kilómetros.

Aunque la convocatoria se indicaba que la ruta era prácticamente llana, realmente había un desnivel de 150 metros, que para los estándares del GMSMA, se corresponde con un perfil llano. En este momento de la ruta, subimos esos 150 metros que algunos les pareció 1.500, seguramente por falta de mentalidad. El calor y las moscas que no estaban invitadas, lo hicieron más penoso.

Por fin, una vez superamos la cuesta, debajo de unos arboles nos dispusimos a tomar el tentepie, donde unas agresivas avispas dispersaron al grupo fuera de la sombra de los pinos donde nos estábamos acomodando.

Una vez reiniciada la marcha, nos sorprende la ingente cantidad de leña cortada y preparada para su utilización que han dejado abandonado los servicios forestales en la misma pista y en sus márgenes.

Una pena, especialmente en estos tiempos que toda esa leña no se aproveche y que incluso pueda ser peligrosa en un incendio.

Con la visión de las crestas de la sierra de Ayllón al frente vamos avanzando ya con un perfil completamente plano. La pista cruza la Cañada Real Soriana que cogemos a nuestra izquierda para en un descenso, cada vez más pronunciado, nos lleve a una nueva pista que cogemos a mano izquierda, para cerrar el círculo y llegar de nuevo al inicio de la pista de tierra que ocho kilómetros antes habíamos cogido. 

El calor en toda la ruta aprieta y siempre vamos buscando los márgenes del camino con más penumbra, donde los robles que encontramos nos van regalando momentos de sombra.

Solo quedaba volver por el mismo camino al punto de partida. Se buscó un camino fuera de la carretera, pero los distintos intentos que se hicieron fueron infructuosos ya que no encontramos ningún paso transitable, por lo que todos directa o indirectamente volvimos a la carretera que habíamos tratado evitar, pero que nos permitió avanzar y llegar a buen paso al Palacio del Esquileo.

Queríamos llegar pronto para disfrutar de la exposición de las obras de Marcos antes de comer, pero no fue posible.

Nos hicimos la foto de grupo en la escalera del patio y acto seguido nos fuimos a por las cervezas con sus exquisitos aperitivos antes de acomodarnos para degustar el estupendo menú.

Fue después de la comida cuando de la mano de Marcos Cid y del matrimonio propietario y anfitrión, nos fuimos a disfrutar de las obras de nuestro compañero y de las esculturas realizadas por el propietario del Palacio.

Un día muy agradable donde lo mejor estaba después del paseo y al que doy una puntuación de 4 sicarias.
Javier Miguel

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