Inicio: Rascafría
Final: Rascafría
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 16,3 Km
Desnivel [+]: 274 m
Desnivel [--]: 274 m
Desnivel [--]: 274 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas y agua: Sí
Ciclable: En parte
Ciclable: En parte
Valoración: 4,5
Participantes: 16
MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta
* Mapas de localización y 3D de la ruta
PERFIL
TRACK
* Track de la ruta (archivo gpx)
PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
RESUMEN
Excursión circular de unos 16 Kms y 270 metros de desnivel. Esta preciosa y fresquita marcha, es una de las más conocidas y emblemáticas del Valle del Paular en Rascafría. El GMSMA y yo mismo, hemos realizado esta ruta en varias ocasiones y creo que nunca nos ha defraudado.
Siempre hay agua en las cascadas, aunque en esta ocasión y debido al virus reinante, estaba prohibido el baño, al igual que en el Área Recreativa de las Presillas en la que además habían vaciado las piscinas.
No me voy a extender mucho en los pormenores del recorrido, porque es muy conocido y lo podemos resumir en lo siguiente: De la Plaza de Rascafría fuimos hasta el Monasterio de El Paular, por el bonito y agradable paseo paralelo a la carretera que los une.
Cruzamos el puente de El Perdón sobre el río Lozoya, donde nos hicimos la foto de grupo, y llegamos al Área Recreativa de Las Presillas.
Contemplamos las que, en otras circunstancias, hubiesen sido las preciosas piscinas naturales y , tras pasar por un puente, remontamos las aguas transparentes del río Lozoya hasta que llegamos al cauce del arroyo Aguilón. Continuamos por el Camino Viejo de Madrid, que se aleja progresivamente del arroyo, hasta que un desvío nos volvió a llevar a él, justo donde un puente de madera le cruza.
Junto al puente hicimos la parada de media mañana, continuando por la margen derecha del arroyo hasta dar con las espectaculares cascadas del Purgatorio, en las que nos limitamos a contemplar, a falta de del refrescante baño, sus dos imponentes saltos de agua.
La vuelta la realizamos desandando la senda hasta el puente de madera y desde allí, siguiendo el camino que desciende junto a la ribera derecha del arroyo Aguilón, hasta llegar de nuevo a Las Presillas, justo a la hora de comer.
En el bar del Área dimos cuenta de los bocadillos, aderezados con cervecitas, refrescos y helados variados, Todo frío frío¡¡. Posteriormente fuimos al bosque de los finlandeses. que cuando vinieron a Rascafría a trabajar en el negocio de la madera, se procuraron comodidades al estilo de su tierra, de ahí que construyeran la famosa sauna que hay junto a su estupendo lago.
Entre chopos, y otros árboles de ribera, llegamos a Rascafría, tras cruzar un puente sobre el río Lozoya y 16 Kms de marcha. El que desee ampliar conocimientos geográficos y anecdóticos sobre esta marcha, puede leer la crónica (que también realicé) de la Excursión 308 Cascadas del Purgatorio desde La Isla.
Escribo la crónica de esta excursión después de haber cambiado, muy a mi pesar, unas preciosas vacaciones de senderismo, en un hotel de lujo en Mallorca, por una estancia de 15 días con “todo incluido” en el Hospital Puerta de Hierro (con pulserita en el brazo derecho incluida).
Íbamos a irnos a Palma el día 25 de Marzo, y a mí me ingresan en el Hospital, el día 24 de Marzo con neumonía bilateral (en los dos pulmones) y con miocarditis aguda del corazón. Bueno que le vamos a hacer. El virus estaba causando estragos y los hospitales estaban supersaturados. Lo peor del asunto es el temor a lo desconocido, no saber lo que iba a ocurrir y estar apartado de tu familia y amigos.
Hasta cierto punto, parecíamos “apestados” en plena Edad Media. Las enfermeras, médicos, servicios de limpieza y de alimentación (con razón), antes de entrar en la habitación solicitaban que nos pusiéramos las mascarillas, mascarillas que llevaban 15 días, 24 horas al día, siendo utilizadas y estaban en situación terminal. No había mascarillas en el hospital para los enfermos, ni para el personal médico, ni otros medios eficaces de protección.
La mascarilla que yo llevaba, la había comprado en la farmacia, un día antes de ingresar en el hospital, no había con anterioridad y me costó 8,5 euros, ¡qué le vamos a hacer!. La verdad es que los médicos y enfermeras que nos trataron, merecen nuestra más alta consideración y agradecimiento, por cómo nos ayudaron. Con anterioridad, un alto porcentaje de médicos y enfermeras se habían contagiado por carecer de medios adecuados de protección.
Después de 15 días ingresado, con ocho kilos de menos y con la neumonía activa todavía, aunque en proceso de curación (había que dejar camas libres), me dieron el alta hospitalaria y continué durante más de un mes en recuperación en mi domicilio. Todavía no podía respirar bien y tenía que dormir boca abajo y sin oxígeno para poder sobrevivir.
Ahora me encuentro perfectamente y muy contento de haber superado una prueba tan dura y poder realizar marchas con el GMSMA.
Creo que actualmente, los médicos tienen bastante experiencia en esta enfermedad vírica, y saben cómo tratarla, por lo que la situación, no es tan crítica, como lo era a mediados del mes de marzo. Nosotros, hasta cierto punto, fuimos cobayas en las que probaron, todo tipo de pastillas y soluciones farmacológicas, hasta que descubrieron que los corticoides eran lo más eficaz para disminuir la inflamación vírica en los pulmones (por lo menos en mi caso).
Bueno, ya he contado, resumida, mi experiencia con el coronavirus, y espero que pronto salga una vacuna, y podamos hacer una vida normal que nos evite las angustias y miedos que nos ha acarreado este maldito bicho.
Volviendo a la marcha de las Cascadas del Purgatorio desde Rascafría, solo falta decir que fue muy gratificante, muy fresquita, y con cerveza para comer y por lo tanto la califico con 4,5 sicarias.
Nicolás Pizarro
FOTO REPORTAJES
* Foto reportaje de José María Pérez
FOTOS
* Fotos de Enrique Cid
* Fotos de José Luis Molero
* Fotos de Paco Nieto
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