miércoles, 6 de abril de 2022

Excursión 617: Circo de las Guarramillas por la loma del Noruego

FICHA TÉCNICA
Inicio: Pto. de Cotos
Final: Pto. de Cotos
Tiempo: 4 a 5 horas
Distancia: 11,2 Km 
Desnivel [+]: 690 m 
Desnivel [--]: 690 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas y agua: Sí
Ciclable: No
Valoración: 5
Participantes: 22

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta


























PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

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RESUMEN
Tuvimos la suerte de que el día amaneció así, ¡fresquito pero radiante!. Llegar con tiempo suficiente nos da la posibilidad de tomar un reconfortante Colacao en venta Marcelino. Algo así como Cacao y “parriba”.

En el aparcamiento de Cotos, la reunión de siempre. Gente maja con ganas de dar un paseo entre amigos. Poco más e iniciamos el pisar nieve que nos lleva a subir por la Loma del Noruego. En ese momento la mayoría se puso sus crampones, efectivamente había mucha nieve por pisar.

El ascenso no es muy duro lo que permite tener buenas conversaciones con los compañeros más cercanos y ya que me toca hacer esta crónica preguntar: ¿por qué loma del noruego? Parece ser que algún noruego tenía mono de bajar esquiando por la sierra del Guadarrama y… qué mejor sitio que subir a Guarramillas. Por lo que vendrá después, nada de tonto tenía nuestro buen noruego.

Al poco el pinar desaparece y empiezan las magníficas vistas. Con un día así ¡casi hacen daño a los ojos!. Además, por suerte añadida, todo parece indicar que el regalo a nuestros ojos será de varias horas. 

Ya en las primeras elevaciones vemos todas las pistas de Valdesquí llenas de esquiadores…No sé si habría algún noruego. Si lo había, no se diferenciaba del resto.

Con cierta envidia continuamos subiendo, queda claro que bajando sobre tablas se va mucho más rápido que subiendo a pie.

A las doce, paradita y primer refrigerio.

Todo bien, seguimos haciendo amigos. Aunque el personal respetó la hora del ángelus no escuche ningún rezo.

Un pequeño pero… se ve claramente que a partir de este momento la subida empezará a ser más seria. De hecho, ya se puede divisar que el último repechón para llegar a la bola del mundo nos hará escuchar nuestro resuello.

Con la mochila más liviana iniciamos de nuevo el ascenso, como era de esperar el grupo se separa en la fuerte pendiente y la nieve empieza a estar helada, aunque no crea dificultad ni tan siquiera a los que no nos hemos puesto crampones.

Después de un rato ¡ya arriba en la Bola del Mundo! Nadie negará que el nombre es bastante pretencioso… pero no estamos aquí para comentar tachas.

Primer problema del día, alguien (espero que no de nuestro grupo) había dejado la puerta abierta por lo que hacía un más que molesto viento…alguno se entretuvo en la búsqueda de la citada puerta con el fin de cerrarla pero sin éxito.

Eso sí, imposible no admirar unas inmejorables vistas de Peñalara y montes Carpetanos, Maliciosa y Valdemartín. Todo nevado, como debe ser…. y por desgracia a veces no es.

En ese momento el grupo se separó, algunos volvieron sobre sus pasos y el resto continuamos hacia Valdemartín…¿os acordáis de lo del resuello?

Mucho me escuché en esta subidita pero al poco ya arriba y otra magnifica vista de las Cabezas de Hierro y todo el valle de dónde horas antes habíamos partido.

En este momento un componente del grupo tuvo una pequeña “pájara”. Nada grave, una coca cola y sobre todo varias palmadas en la espalda consiguieron una inmediata mejoría. Declinó tomar alguno de los muchos inventos energéticos que se le ofrecieron, de haberlo hecho los derrapes en la cuesta abajo hubieran sido importantes.

Ya digo, tocaba bajar, la nieve estaba perfecta para poder pisar, permitiendo clavar un poco los pies para sujetarnos en la fuerte pendiente.

Todo perfecto para que bajar fuera más que divertido. Además, por suerte, Paco Nieto nos llevó a unos peñascos orientados al sur. Inmejorable sitio para comer, ausencia total de viento y los ojos regalados a más no poder.

Animada charla mientras movíamos el bigote y al poco reiniciamos el descenso que nos llevó rápidamente al valle para ver las cristalinas aguas del arroyo de Guarramillas.

Mientras se quitaban los crampones, otra paradita al sol (debe ser que aún no estábamos suficientemente morenos) y de nuevo un agradable paseo entre pinos que nos acercó al puerto de Cotos.

Ya en Cotos, el personal parecía deseoso de una buena y bien merecida cerveza. Al grito de: ¡que paguen los segovianos!

Nos dirigimos a la venta pero inesperadamente surgió el primer problema del día. Un pulpo verde colocado para cerrar la entrada se interpuso entre nosotros y la tan ansiada cerveza.

Nos quedaba la esperanza de la cantina de la estación…Carrera de Ara para estudiar la posibilidad y nuevo chasco. En el reportaje fotográfico aportado se veía claramente un nada reconfortante “cerramos los miércoles”. No hubo más remedio que separarse e intentar buscar otros lugares para refrescarse ….Muchas gracias compañeros, ¡ha sido un gran día!.

Por lo espectacular del día, las magníficas vistas y el agradable paseo del final, le otorgo un 5 a esta estupenda excursión.
Miguel Córdoba V.

FOTOS

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