miércoles, 1 de febrero de 2023

Excursión 679: La Najarra y Bailanderos con nieve

FICHA TÉCNICA
Inicio: Puerto de la Morcuera
Final: Puerto de la Morcuera
Tiempo: 4 a 5 horas
Distancia: 9,5 Km 
Desnivel [+]: 588 m 
Desnivel [--]: 588 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas/Agua: No/No
Ciclable: No
Valoración: 5
Participantes: 34

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta



















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta





TRACK

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RESUMEN
Llega otro miércoles. Un día anodino para la inmensa mayoría de los mortales. No así para los senderomagos, que los esperan con ganas para realizar la ruta con Antonio, y huir de la urbe caminando por la montaña. Aunque para algunos, esto es vicio y repiten y requeterepiten varios días a la semana. ¡Ya son ganas ¡Con razón nos dejan atrás a los demás en las pendientes!

Esta semana, Antonio, aprovechando que todavía queda algo de nieve, nos cita a la hora habitual en el aparcamiento del Puerto de la Morcuera, para subir a la Najarra y Bailanderos. Como todos sabéis mejor que yo, unas bonitas montañas de la Sierra de Guadarrama, que pertenecen a la Cuerda Larga.

Sería una excursión circular de unos 10 km y aproximadamente 600 m de desnivel.

Para mí este miércoles era algo más “especial” de lo normal. Mi primera excursión con nieve, aunque no fuera en exceso, bastante menos que la semana anterior en la ruta a Siete Picos, como bien pudimos comprobar con muchas envidia, todos los que no estuvimos por allí, gracias a las fotos que enviaron los excursionistas.¡ Vaya espectáculo!

Parecían exploradores en el Ártico ¡ Al caso, yo con muchas ganas pero inexperta en el uso de los crampones. ¿Seré capaz de usarlos y no dañarme en el intento? Bueno, ….. pues parece que lo fui¡. Para mí, otro reto conseguido.

Según vamos llegando con el coche al Puerto, como era de esperar, aparcamos sin problemas (otra de los lujos de estas rutas y de realizar la actividades contracorriente), y tras los habituales saludos, besos para ellas y abrazos para ellos comenzamos la ruta a la hora indicada.

Sorprendidos por la temperatura del Puerto, bastante más altas que las esperadas según previsiones, ya no sacamos del coche algunas de las prendas que habíamos traído, veníamos forrados de ropa, por si, por si y dudamos si ya guardar de partida, otras en la mochila. Por eso de no parar. Hubo incluso algún osado, ¡que ya salió en manga corta! ¿Quién será?

En el comienzo, nos encontramos con una valla de madera que cruzamos por un portón. Pasada la cancela hay dos senderos, el PR-11, que es por el que llegaremos de vuelta al Puerto y otro, hacia el Sur por el que comienza nuestro ascenso.

A los pocos metros de empezar, la mayoría se para a colocarse los crampones. Prácticamente todos, los de cadenas, cómodos de poner, fáciles para caminar y para la nieve que se divisa, suficiente. Los de pinchos, más “profesionales” hay alguno que se lo ponen y otros fallan en el intento. Según me cuentan tienes que andar con más cuidado y con las piernas tipo cowboy para evitar tener un disgusto.

Algunos dudamos y continuamos sin ellos, pero al ver que Antonio se los ponía, rápidamente cambiamos de idea. Más adelante, la marcha no para. En este parón, pierdo las gafas de sol sin ser consciente de ello. ¡Qué cabeza la mía! Pero por suerte, Enrique las encuentra. Muchas gracias Enrique!!! Te debo una cerveza.

La subida nos llega de sopetón, tiene una pendiente constante y nos exige un gran esfuerzo inicial. ¡Empezamos bien ¡. Vamos caminando paralelos a una valla y siguiendo las pisadas de los que van delante nuestro. Más que nada, por saber dónde pisamos.

En el ascenso hay bastante nieve, pero con los crampones se sube de perlas. Mejor que sin nieve. ¡Da gusto ¡. Pero hay que tener algo de cuidado. La nieve en algunos tramos nos engaña. Está blandita por la parte de arriba y te hundes hasta la rodilla. ¡Que susto te llevas¡

Durante la subida, intentamos parar a disfrutar del maravilloso entorno. Miras hacia abajo y hacia arriba, ves la montaña blanca a trozos. Respiras hondo e intentas retener un poco de ese aire en tus pulmones para cuando vuelvas a casa. Un lujo.

En Madrid, cada año se hace más difícil disfrutar de ese manto. Muchas veces con el esfuerzo y las charlas se nos olvida parar y no recuerdas ni por donde has pasado.

En el ascenso, Ricardo nos abandona, tiene problemas en un pie, pendiente de diagnóstico y no se quiere arriesgar. Estrella fugaz, que más adelante ¡tachán¡ vuelve a aparecer . ¿Por donde has venido? Ha subido por otro sendero más cómodo y de nuevo, vuelta al coche por donde ha venido.

Pasamos varios riscos, y tras ellos, la pendiente se suaviza, hasta que, alcanzamos la cumbre de la Najarra . Algo cansados pero llegamos. Con una altura de 2.120 m , es la última cumbre del extremo este de la Cuerda Larga.

Se la considera el lugar donde limitan la Cuerda Larga y la Sierra de Morcuera. Vaya panorámica de la Pedriza y los Montes Carpetanos. Mires por donde mires, no tiene desperdicio.

Aquí paramos a tomar el tentempie habitual. A estas alturas, las tripas se quejan. Se está de vicio sentados al sol y con el cielo azul sin una nube.

Y como colofón, Rosa nos ofreció unos chocolatitos por su vuelta de Suiza. ¡Que ricos¡ ¿Se puede pedir más?

Tras el merecido piscolabis, hacemos la foto de grupo, que nos inmortaliza y continuamos nuestro camino por la Cuerda Larga, hasta el Refugio de la Najarra. Este es una caseta que carece de puertas y ventanas y que antaño se utilizaba en verano como vigilancia de incendios.

Durante el camino podemos visualizar varios buitres sobrevolando la montaña. ¡Quien fuera ave! ¡Qué envidia! Y más vistaza de la Pedriza en toda su extensión. Que afortunados los madrileños de tenerla tan cerca. Que se lo digan a Paco Cantós.

Snif , como nosotros no volamos, tenemos que seguir andando para llegar a nuestro siguiente destino.

Desde el refugio continuaremos por la Cuerda Larga en un trazado relativamente suave hasta el Collado de La Narraja, desde donde retomamos una fuerte subida.

Celia, que no falla ni una excursión y se encuentra siempre en buena forma, en esta ocasión le flaquean un poco las fuerzas.

Un mal día lo tiene cualquiera. ¡Yo, que tampoco estaba fina, y entre charla y charla subo con ella¡. Las dos al mismo paso. Y junto con Nico que nos hace buena compañía, llegamos, los últimos a Bailanderos pasando por la Loma Este, mientras el resto del grupo, ya había empezado a hincar el diente a sus correspondientes bocadillos.

El origen del nombre de Bailanderos, guarda relación con los bloques rocosos que cubren la cima del pico y su arista SO, que al no apoyarse firmemente unos con otros, se balancean ligeramente con el simple peso de una persona. Los pastores que recorrían la sierra en busca de pasto, tenían la sensación de “ bailar” al saltar de uno a otro y de ahí el nombre.

Tras llenar nuestros estómagos, y sin mucha dilación, iniciamos, el camino de vuelta, por donde habíamos subido hasta el Collado de la Najarra, continuando por la PR11 hasta el Puerto de la Morcuera, Durante el agradable descenso, pasamos varios arroyos como el de Najarra.

La bajada se hace muy cómoda con los camprones puestos, aunque ya varios de los componentes del grupo habían prescindidos de ellos, Con la temperatura del día, parte de la nieve poco a poco se iba derritiendo y el Puerto de la Morcuera no tiene el mismo paisaje, que cuando comenzamos la ruta.

Llegando al mismo portón donde iniciamos la marcha, un pintor aficionado, reflejaba en un lienzo las bonitas vistas de la Sierra.

Y con ello, dimos por finalizada esta fantástica ruta, tras la cual, algunos se fueron a disfrutar de unas cervezas, vino o similar. Otros, ya cómodamente sentados en el coche y un poco perezosos la verdad, nos vamos directos a Madrid, para evitar los atascos de la vuelta de los currantes.

Por el magnífico tiempo a pesar de la época del año, con un cielo azul como sólo hay en Madrid (con perdón y permiso del resto de ciudades), las espectaculares vistas durante todo el trayecto, mi primera ruta con nieve y no hay que ni que mencionar, la extraordinaria compañía, me vais a permitir que le otorgue una merecida puntuación de 5 sicarios.
Sonia


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