miércoles, 27 de septiembre de 2023

Excursión 730: Los pinares de Coca

FICHA TÉCNICA
Inicio: Coca
Final: Coca
Tiempo: 1 a 2 horas
Distancia: 6,6 Km 
Desnivel [+]: 63 m 
Desnivel [--]: 63 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas/Agua: No/No
Ciclable: Sí
Valoración: 3,5
Participantes: 31

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta






















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta













TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

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RESUMEN
En esta ocasión nos fuimos un poco más lejos de lo habitual, a Coca, en la provincia de Segovia.

Antes de llegar al lugar de reunión llegó la primera anécdota del día, Carlos M. hizo con el Audi una herida a la cuneta de la pista de acceso. Los agentes forestales le tuvieron que "echar un cable" (nunca mejor dicho) para sacarlo de allí. Afortunadamente enseguida estuvo el coche en perfecta postura para seguir y llegar al aparcamiento.

Fue el momento de comentarios y saludos entre todos los 31 participantes, que en total nos reunimos en esta jornada cultural, andarina y gastronómica en la que Charlotte (de Dinamarca) iba a caminar por primera vez con el GMSMA.

Junto al aparcamiento había un curioso observatorio astronómico, llamado "las Pegueras" de Teófilo. con mapas del cielo y bancos inclinados para mirar las estrellas. Un cartel indicaba la dirección de la Estrella Polar, que según rezaba está situada a 431 años luz, nada menos que a 4.081.548.471.864.921 km, ¡un poco lejos!.

Antonio "el boss" nos hizo un resumen de todo lo que íbamos a hacer hoy, en lo que prometía ser un día muy completo.

Un cartel contaba la historia de Priscilo de Pablo el último peguero, heredero de toda una tradición, la destilación de la pez en las pegueras, inexistente ya en la actualidad.

Y con su muerte en diciembre de 2018, desapareció esa antigua labor artesanal, la de fabricación de la pez, y un oficio de más de 2000 años de antigüedad y supuso la desaparición de un oficio y labor artesanal que formaba parte de las señas de identidad de la tierra de Pinares.

Las pegueras se asemejan a un horno de ladrillos, tejas y barro en el que los pegueros como Priscilo introducían una masa de resinas y maleza que después prendían fuego, para así obtener la pez que se destila en la combustión. El proceso de elaboración era muy lento y llevaba dos días y medio, pero era un producto muy apreciado en otros tiempos por las resineras.

Entre pinos negros o pinos resineros, como se les llama por aquí, comenzó el "aula de resina al aire libre", con ayuda de María, Andrés y David.

Tras “desrroñar” o quitar “la roña” del pino se incrustaba la “media luna”, el “clavo o grapa” para sujetar el “pote” y se hacia la primera “pica” o entalladura. En cada pino cabían 6 caras de 12 cm de ancho, con 6 cm de entrecara, y cada cara se resina durante 5 años lo que suponía un total de 30 años de resinación, a los que se sumaban otros 10 años de resinación de los repulgos o resinación a muerte. El Turno total era de 100 años pero podía ampliarse hasta los 120 años abriendo hasta cuatro caras más o bien utilizando la variante, “cara francesa”, de 10 cm y 5 cm de entrecara.

La resina escurría desde el inicio del verano hasta el otoño y en ese período el resinero retiraba los potes varias veces de la “mata” en que realizaba su trabajo. Del pote recogían la miera con el “cuchillo o pala de remasar” y lo depositaban en la “lata” que luego vaciaban en un cántaro y finalmente lo acumulaban en la cuba para el transporte en mula o camión hasta la destilería.

Todos estuvimos muy atentos a las explicaciones, por si luego había examen.

Tras la clase, nos fuimos a otro monte donde empezamos la marcha. por entre pinares, con sol pero sin mucho calor. Todo llano y muy agradable. Entre los arboles vimos la torre del castillo de Coca que visitaríamos por la tarde.

Seguimos caminando y encontramos la huella del Camino de Santiago. Por aquí pasé cuando hice el Camino majariego en su etapa 7ª. Etapa que va de Coca a Alcazarén y que está, naturalmente, documentada en nuestro blog.

Caminando por él, tenemos abajo el cauce del río Eresma y a Coca en el horizonte. Llegamos a la desembocadura del Voltoya en el Eresma y realizamos una parada para hidratación y para que María nos contase la sistemática de gestión del pinar. Con áreas, cuarteles, tranzones y con talas, resinado y repoblación para hacer sostenible la explotación del pinar.

Continuamos por un arenoso camino, por el que resultaba un poco trabajoso caminar y por ello anduvimos un rato por el interior de un tranzón.

De nuevo alcanzamos un pinar de resinado, con potes medio lleno de miera (es como se denomina la resina recién goteada), en medio de un tranzón que se hallaba en pleno periodo de resinado.

Por último, en el monumento al resinero nos hicimos la foto de grupo, culminando así esta excursión corta de unos 6'600 km. pero muy interesante y didáctica.

Tras la excursión nos fuimos a comer pato (o parro como le dicen allí) al Merendero Terencio y por la tarde a visitar el Castillo de Coca. Le otorgo 3,5 sicarias.
José María Pérez

1 comentario:

  1. Muy buena ruta, conoce los autobuses etn para que viajes rápido a tu destino.

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