miércoles, 30 de abril de 2025

Excursión 843: Del Puerto de Navacerrada al de Cotos

FICHA TÉCNICA
Inicio: Puerto de Navacerrada
Final: Puerto de Cotos
Tiempo: 3 a 4 horas
Distancia: 8,2 Km 
Desnivel [+]: 451 m 
Desnivel [--]: 508 m
Tipo: Sólo ida
Dificultad: Media
Pozas/Agua: No/No
Ciclable: No
Valoración: 4
Participantes: 16

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* Mapas de localización y 3D de la ruta

















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta













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RESUMEN
El objetivo de hacer esta ruta era aprovechar las ultimas nieves que quedaban aún en la Bola del Mundo (2.258 mts.) y servir de despedida, por esta temporada, de las ya raras nieves, que quedaban casi en el mes de Mayo.

Como la ruta era lineal, dejamos tres coches en el puerto de Cotos para, al terminar, volver a recoger el resto de coches al puerto de Navacerrada.

El día era más frio de lo esperado y el fuerte viento del sur hacia sentir una sensación térmica mucho mas fría. Pensamos hacer la subida hasta la Bola dejando las pistas a nuestra derecha hasta Guarramillas, por la llamada senda de los Tubos.

No habíamos recorrido mucho y ya tuvimos que hacer uso de los pinchitos (mini crampones), pues el estado de la ladera era peligrosa. 

Al poco, visto el estado resbaladizo del sendero, decidimos desviarnos y subir directos, con bastante pendiente, al edificio del telesilla, donde se erige la imagen de la Virgen de las Nieves.

Fue una dura y lenta subida, intentando esquivar los tramos de nieve, que medio cubrían los piornos, el grupo se estiró hasta reagruparnos al final a la sombra de las instalaciones del telesilla.

De aquí a las antenas de la Bola, el camino es más cómodo y tranquilo al discurrir por pista. Nuevo reagrupamiento, y al resguardo del viento, bajo las espigadas antenas, aprovechamos para dar buena cuenta del bocata.

Nos hicimos la foto de grupo antes de iniciar la bajada hacia Cotos por la Loma del Noruego.

Detrás de este nórdico nombre hay una curiosa y bonita historia referida a dos noruegos a los que se les atribuyen los primeros intentos de practicar el esquí en la Sierra de Guadarrama a principios del siglo XX, Birger Sörensen y Sigurd Christiansen, que añoraban la práctica del esquí en su tierra natal. En este enlace se cuentan todos los detalles.

El viento seguía azotando, al frente teníamos impresionantes vistas del Cerro de Valdemartín y las pistas de Valdesquí, cubiertas de nieve. 

A veces hasta veíamos Peñalara, a merced de las nubes, que en su rápida marcha, a ratos cubría el paisaje y, a otros, nos dejaba ver las magnificas vistas de las montañas y el valle.

La bajada era suave y tranquila, pasamos la peña del Aguila (2004) y continuamos bajando, dejando a nuestra derecha el nacimiento del arroyo de las Guarramillas, una de las fuentes que forman el rio Lozoya después de ser arroyo de la Angostura.

Nos vamos quitando los mini camprones según bajamos, pues ya apenas había nieve y no eran necesarios. Vamos dejando, a nuestra derecha, las cercanas pistas de Valdesquí, donde algunos últimos amantes de la nieve apuran sus últimos días de esquí.

Llegamos al último tramo, ya de bosque espeso, que nos deja suavemente, en la puerta de Venta Marcelino, donde las cervecitas frescas son de agradecer.

Algunos compraron el libro Venta Marcelino. 100 años en el Puerto de los Cotos, que relata las vivencias de montañeros y personas que han pasado por aquí.

Los que más prisa tenían, partieron hacia el puerto de Navacerrada, donde recogieron los coches para volver a casa después de una preciosa y entretenida ruta, en la que nos despedimos de la nieve por esta temporada.

Cuántas veces habremos recorrido estos caminos, todas distintas. Por las muy bonitas vistas, le daremos una clasificación de 4 sicarias.
Julián Suela


lunes, 28 de abril de 2025

Excursión 842: Valle de la Fuenfría y Ducha de los Alemanes

FICHA TÉCNICA
Inicio: Las Dehesas. Cercedilla 
Final: Las Dehesas. Cercedilla
Tiempo: 3 a 4 horas
Distancia: 10,6 Km 
Desnivel [+]: 434 m 
Desnivel [--]: 434 m
Tipo: Circular
Dificultad:Baja
Pozas/Agua: Sí/Sí
Ciclable: No
Valoración: 4,5
Participantes: 8

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RESUMEN
Después de la reciente
ruta televisada de hace menos de un mes, de nuevo Telemadrid nos pidió colaborar en otra grabación de ruta con agua, en esta ocasión para el programa Disfruta Madrid.

El valle de la Fuenfría siempre asegura agua incluso en verano, además de ofrecer un sinfín de ruta con encanto, tires para donde tires, por eso elegimos acercarnos a la Ducha de los Alemanes, que con todo lo que había caído en este último mes, seguro que ofrecería un bonito espectáculo, como así fue.

Bajo un sol radiante y un cielo despejado, quedamos en las Dehesas de Cercedilla, punto de partida de innumerables senderos que atraviesan de norte a sur y de este a oeste las lomas horadas por el río de la Venta y los arroyos que forman sus fuentes.

En el aparcamiento que hay enfrente de Casa Cirilo esperamos a Patri y Sergio, la reportera y cámara que rodarían nuestra ruta. Hechas las presentaciones y la primera toma, cruzamos la carretera y nos dirigimos, en dirección norte, hacia el puente del Descalzo

Dejamos el asfalto en la barrera que impide el acceso de vehículos, caminando en dirección norte por una pista marcada con círculos naranjas.

El Puerto de la Fuenfría fue el paso principal de la Sierra de Guadarrama hacia Segovia desde tiempos remotos y hasta la apertura del Puerto de Navacerrada a finales del siglo XVIII, bajo el reinado de Carlos IV.

El Puente del Descalzo, aunque siempre se le ha atribuido un origen romano, investigaciones recientes, han concluido que fue levantado probablemente en 1728, en época de Felipe V, solapándose en este punto la calzada borbónica y la romana.

Fue el marco ideal para una nueva grabación antes de bajar a contemplar la escondida lápida vertical de piedra, con una cruz y las letras T.S de M, que según parece corresponden a Teodoro Sáenz de Miera, quien fue alcalde de Cercedilla en los años 30 del siglo pasado, asesinado en este lugar. La lápida fue colocada por su familia para su recuerdo.

Al otro lado del arroyo se encuentra la fuente de la Salud, construida en piedra y con el nombre grabado en ellas, es una de las aproximadamente 70 fuentes que se encuentran en el montañoso término de Cercedilla, la mayoría de ellas, unas 50, se hallan en el valle de la Fuenfría, que ya su nombre lo dice todo.

Unos metros más arriba nos desviamos a la derecha para seguir por una pista forestal denominada Camino Agromán, nombre de la empresa que iba a hacer esa parte de la Carretera de la República

Entramos por un portón que impide el paso del ganado y al poco de girar a la izquierda, sin cruzar el puente de piedra, dejamos la pista y continuamos por un precioso sendero pegado al arroyo de la Fuenfría.

A pocos metros paramos a realizar otra toma con un pequeño salto de agua como fondo. Pasamos junto al azud que capta agua del arroyo y unas rocas desde las que el agua se derrama con fuerte tronío.

Cruzamos una pasarela de madera que nos sitúa al lado izquierdo del arroyo, rodeados de agua y rocas recubiertas de musgo, este rincón es especialmente bello para mi.

Continuamos el ascenso entre hermosos pinos, primero con el arroyo de la Fuenfría a nuestra izquierda, después con el de la Navazuela, que desemboca en el anterior junto a una bonita pradera, algo anegada, por la que cruzamos.

Seguimos subiendo hasta alcanzar la Carretera de la República, llamada así por ser un proyecto de la II República, sin terminar, a causa de la guerra civil, que pretendía facilitar el acceso a los parajes naturales.

Dejando el puente de Navazuela a la izquierda, y remontamos la margen izquierda del arroyo de la Navazuela, entre pinos, tejos, enebros y helechos, hasta dar con la primera de las bellas cascadas que forma este arroyo.

Un anticipo de la que hoy era nuestro objetivo, situada a pocos metros aguas arriba de ésta, la Ducha de los Alemanes, una bonita cascada por la que se precipita el agua desde una altura de más de dos metros.

Debe su nombre a las duchas que se daban en ella los primeros montañeros de la sierra -varios de ellos de origen alemán- a principios del siglo XX. Antiguamente se le llamaba "chorro del Árbol Viejo", por un viejo tejo que sigue creciendo junto a ella.

Aquí nos grabaron de nuevo, y como era de esperar el caudal del chorro de agua estaba muy por encima de lo normal, cayendo con furia y gran estruendo a la pequeña poza que se forma debajo. ¡Yo creo que ni los alemanes se hubieran atrevido a darse hoy una ducha!.

Rebasando el puente de madera remontamos unos metros más el arroyo para ver otras dos cascadas también de bella estampa, donde nos hicimos la foto de grupo.

De allí, nos dirigimos en dirección sureste, hacia la senda Victory, llamada así en honor de Antonio Victory, que fue presidente de la Sociedad Peñalara y gran conocedor de la Sierra de Guadarrama.

La senda coincide con el PR-6, está marcada por puntos morados y discurre medio equidistante a la Carretera de la República, entre pinos de gran porte y sin grandes desniveles, excepto el inicial que entre tejos asciende al mirador de Matagitanos, un roquedal con impresionantes vistas del valle, donde paramos a tomar el almuerzo de media mañana.

Repuestas las fuerzas y el espíritu, continuamos el sendero, ahora en ligero descenso, cruzamos el incipiente arroyo de los Acebos y el Poyal del Rubio.

Fue por aquí cuando a Jorge la llegó una enigmática llamada de su mujer en la que le decía: ¿Os habéis enterado de lo que ha pasado?, pero se cortó y nos quedamos con la intriga hasta que después otras llamadas también entrecortadas nos fueron poniendo al tanto del apagón total de luz que estaba sufriendo la península, mientras nosotros disfrutábamos de la radiante luz del día en tan bello entorno.

Algo preocupados por los acontecimientos, ascendimos con suave pendiente hasta alcanzar la bonita fuente-refugio Aurrulaque, en la que un sombrero homenajea a Antonio Sáenz de Miera (1935-2021), escritor, jurídico y empresario español nacido en Cercedilla y comprometido con la defensa de la naturaleza. Promovió la declaración del Parque Nacional de la Sierra del Guadarrama.

Fue también promotor de la fiesta montañera del Aurrulaque, en la que todos los años se adorna el valle con un monumento nuevo. 
Aquí más información sobre su figura.

El Aurrulaque, nombre que se da a los montes comunales de Cercedilla, nació, como iniciativa de la Fundación Cultural Cercedilla, en 1984 con el objetivo de disfrutar del paisaje y fomentar el senderismo haciendo una marcha y un acto colectivo cada verano.

En plena pradera de Navarrulaque, nos encontramos otro monumento, un hito de granito denominado Puerta de la Fuenfría que conmemora la declaración de Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama en 2013. Y cerca de allí, unas rocas a modo de mesa conmemoraron en el Aurrulaque de 2002 el año Internacional de las Montañas.

En ella, Patri imitó la postura del avión que siempre hace Jorge con bastante éxito y equilibrio.

Unos metros más allá, se sitúa el Monumento a los Primeros Caminantes de la Sierra de Guadarrama, singular y alegórico: siete traviesas de madera colocadas en artístico semicírculo apuntando a los Siete Picos.

Monumento a ganaderos, cabreros, leñadores, maestros, geólogos, escritores, pintores y pioneros del montañismo.

Y siguiendo la Carretera de la República, a la derecha, nos acercamos a ver la hora en el Reloj de Cela, que si hay sol, la da con precisión astronómica desde el Aurrulaque de 1995, donde se declaró "caminante de la Sierra del Guadarrama antes que Nobel" y que dio cuenta de sus correrías por estos parajes en Cuaderno del Guadarrama, publicado ese mismo año. Situándonos en la baldosa que más se aproxima a la fecha del día, levantando el brazo, la sombra indica la hora solar, que en nuestro caso eran las 12:20, es decir, las 13:20 hora oficial de una España sin luz, pero que a nosotros no nos hacía falta para saber la hora.

Continuamos un poco más adelante, hasta dar a la izquierda con el mirador de Vicente Aleixandre, levantado sobre unas rocas en forma de quilla de barco en el Aurrulaque de 1985, y desde el que se domina una magnífica vista de la inconfundible silueta de Siete Picos, que durante gran parte de la Edad Media fue conocido como "Sierra del Dragón" por la silueta de esta montaña, que se asemeja al dorso dentado de estos seres mitológicos tan del gusto de esa época. Aquí volvimos a hacer otra toma para el reportaje, el lugar lo merecía.

Grabado en la roca que hay junto a la escalera de subida al mirador se puede leer el poema de Vicente Aleixandre: "Sobre esta cima solitaria os miro/ campos que nunca volveréis por mis ojos/ Piedra de sol inmensa, eterno mundo/ y el ruiseñor tan débil que en su borde lo hechiza."

Seguimos, entre rocas escritas con poemas de varios poetas, que perlan la zona, como el de J. García Nieto: “Afila Siete Picos en la sombra / su aguda dentellada”, a Gabriel García Tassara “Cumbres de Guadarrama y de Fuenfría / columnas de la tierra castellana”.

Continuando por la bonita senda, llegamos al mirador de Luis Rosales, tras pasar primero por el vértice geodésico que hay a su derecha. El mirador fue inaugurado en el Aurrulaque de 1986, en homenaje a este poeta, que veraneaba en Cercedilla.

Allí pudimos deleitarnos con las hermosas vistas del paisaje, mientras grababan la última toma, y disfrutar de su famoso poema dedicado a su amada Cercedilla “Las noches de Cercedilla / las llevo en mi soledad / y son la última linde / que yo quisiera mirar”. Buscamos un libro de poesía que se suele encontrar en un recinto cerrado, a modo de buzón, incrustado en la roca, pero no estaba.

Regresamos sobre nuestros pasos para continuar descendiendo por la carretera, para dejarla 600 metros más adelante a la izquierda, siguiendo la Vereda Alta, un sendero que baja en dirección suroeste,  en un primer tramo con cierta pendiente, hasta la fuente del Pocito, que estaba medio perdida y fue recuperada en el año 2000 con motivo de la fiesta montañera del Aurrulaque de ese año.

Más adelante dejamos la vereda y descendimos en zigzag por la ladera oriental del valle, entre un espeso bosque de pinos silvestres, siguiendo la vereda de los Encuentros, que así se llama, hasta llegar a las proximidades del embalse de la Venta, que se dejaba oír mejor que ver.

Acompañamos en su descenso al río de la Venta hasta cruzarlo por un pintoresco puente de madera. A pocos metros, a la derecha, se encuentra la fuente del Tercer Retén, con alto muro de piedra y nombre grabado en él. Desde aquí, solo nos quedaba regresar al punto de inicio, el aparcamiento por la carretera de las Dehesas.

Nos despedimos de Patri y Sergio, que tenían prisa por tener que ir a rodar otro reportaje, pero debido al estado de las carreteras por el apagón, lo tuvieron finalmente que suspender.

Como Casa Cirilo estaba cerrada, los bocadillos y unas ricas magdalenas que había comprado Carlos en Cercedilla nos las tomamos en una de las mesas de piedra que hay junto al aparcamiento, acompañados por el murmuro del agua de la cercana fuente de la Teja y el trino de los pájaros, dando así por finalizada esta excursión que bien se merece 4,5 estrellas.
Paco Nieto

VÍDEOS DE LA RUTA

miércoles, 23 de abril de 2025

Excursión 841: Río Aulencia desde Colmenarejo

FICHA TÉCNICA
Inicio: Colmenarejo 
Final: Colmenarejo
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 15,7 Km 
Desnivel [+]: 440 m 
Desnivel [--]: 440 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas/Agua: Sí/Sí
Ciclable: Sí
Valoración: 4
Participantes: 31

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta



















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta













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RESUMEN
Muy a mi pesar llevaba tiempo sin poder disfrutar de las actividades de este “mágico grupo”. Mi reincorporación fue en la ruta 839 “La verde casa de campo”, tuve un recibimiento muy muy caluroso, ¡que ganas de ver a mis queridos amigos!. Pero en esta ocasión al llegar al Lago decidí no forzar y fui estrella fugaz. El Observatorio estadístico fue generoso y me concedió el honor de ser estrella negra (centésima excursión), habían trascurrido 9 meses desde mi ruta 99.

Para este miércoles, Antonio convocaba una “sencilla ruta” por el Cañón del río Aulencia desde Colmenarejo. Y me animé, pero como pude comprobar después, para mi en este momento no era todo “coser y cantar”.

Como al principio no me habían asignado la crónica, pensé ya me he librado, cándida de mi lo hicieron tres días mas tarde. No presté tanta atención a los detalles, ¡con no tropezar y llevar el ritmo tenia suficiente!. Menos mal que el publirreportaje de José María, las fotos de Jorge M y los datos técnicos de Paco Nieto son una buenísima ayuda.

Aunque el grupo ya había recorrido estos parajes en varias ocasiones, siempre hay circunstancias y condiciones que hacen distinta la experiencia.

Después de una buena temporada de lluvias el cielo estaba despejado, con una buena temperatura, pero según fue trascurriendo el día se fue elevando, resultando desagradable para algunos, entre los que me incluyo.

El lugar de encuentro era uno de los campus de la Universidad Carlos III. Hay una amplia zona de aparcamiento, además se puede llegar en el bus interurbano 631 que parte el intercambiador de Moncloa.

Parece ser que hay un proyecto para asfaltar tres vías pecuarias con la carretera M-503 en el termino de Villanueva de la Cañada. Los caminos afectadas serian el Cordel de la Espernada, la Vereda del Madroñal y la Colada de la Venta de San Antonio. Esto perjudicaría muy muy negativamente esta zona del Parque Regional Curso medio del Río Guadarrama.

Después de los saludos nos encaminamos hacia el Cordel de la Espemada, pasando por delante de la Finca Los Quinchos, curioso nombre ya que quincho es un cobertizo . Después tomamos la Colada del Burro que nos conducirá hacia la antigua mina Pilar.

Colmenarejo tuvo un nada desdeñable antepasado minero. Fundamentalmente se extraía cobre (malaquita, azurita, calcopirita) y en menor medida caolinita. Hicimos una paradita para ver las restos de la mina Pilar. Fue explotada desde el siglo XIX hasta 1909, y en 1915 se abandonó definitivamente. 

Actualmente solo tienen acceso los espeleólogos especializados en minas. Hay un edificio principal, bastante deteriorado, y un enrejado que tapa la boca de la mina, también tiene otros pozos secundarios. 

Algunos senderomagos bajaron hasta las escombreras para ver los restos de piedras con colores verdosos y turquesas, había mucha vegetación y no me atreví a acompañarlos, pero no me quedé sin mi regalito de una bonito trocito de roca verde, todo un detalle.

Retomamos la andadura, descendimos por un camino arenoso con surcos profundos por el agua, nos desviamos en busca del arroyo de Picaza, que venia bastante cargadito en comparación con otras ocasiones. Nos encaminamos hacia una pista más amplia, donde comenzaba una de las subiditas.

El calor ya va apretando, o tal vez sea la cuesta la que aprieta. La vegetación va cambiando, comenzamos a ver enebros, encinas y gramíneas.

Nos encaminamos hacia el cerro del Madroñal (846m) donde se encuentra los restos de una edificación con un porche. Como es habitual cuando se pasa por este lugar el grupo aprovecha para tomar el tentempié, hacer las fotos de grupo y contemplar las estupendas vistas.

La sierra de Guadarrama conservaba todavía bastante nieve para la época. Vemos una gran mancha negra que podía parecer quemada, en realidad es una planta solar fotovoltaica.

Hechos los deberes comenzamos a descender campo a través, como no podía faltar. Llegamos a una antigua cantera con una lagunilla invadida de ranúnculos blanquecinos.

La vegetación estaba impresionante. Abundaba las gramíneas con un color verde intenso, brillante, margaritas, pequeñas flores amarillas y violáceas, almortas de monte, matas de cantueso, y aunque hay muy pocas amapolas destacaban por su color rojo. ¡Que época mas bonita!. Claro que los alérgicos al polen no pensaran lo mismo.

Vamos bajando, subiendo, atravesando los barrancos de Valdellido y de Fuente de la Plata con pequeños arroyos. Y nos tocaba subir un desnivel mas pronunciado hasta Cabeza Aguda. Y aquí, a la sombra, comimos tranquilamente.

Después volvimos sobre nuestros pasos hasta desviarnos al Cañón del Rio Aulencia. Hay alguna bajadita mas pronunciada con un firme en muy mal estado. Por esta zona, unos años antes, vi bajar a unos ciclistas, hay que ser valiente o inconsciente.

El rio Aulencia nace en el termino municipal de Santa María de la Alameda, atraviesa El Escorial. Llega al embalse de Valmayor, prosigue su curso 2 km más hasta el embalse de Valmenor o de Aulencia, y desemboca en el rio Guadarrama a la altura de Villafranca del Castillo.

El cañón es muy bonito, pero el rio lleva unas aguas muy oscuras, con mucha ramas muerta y las orillas muy deterioradas.

En esta zona tuvimos un contratiempo, uno de los integrante comenzó a sentirse indispuesto, necesitaba parar, un grupito se quedo con él y el resto proseguimos.

Llegamos al muro de la presa, caía bastante agua por los aliviaderos. Se construyó en 1945 y dejo de utilizarse en 1975. Constituye un importante problema ecológico, sus aguas están contaminadas por sulfato de aluminio, limos, arcillas con alto contenido en materia orgánica procedentes de la potabilizadora del embalse de Valmayor. En el año 2006 cesó el vertido, pero los materiales tóxicos siguen en el fondo. Limpiarlo es bastante difícil. Un cartel indica que son aguas cenagosas y está estrictamente prohibido el baño, no creo que nadie tenga esa ocurrencia, solo pensarlo da asco.

Ahora tocaba subir por el Camino de Sopas. ¡Madre mía que tramo mas incomodo!, es arenoso con surcos provocados por el agua. A ambos lados hay dehesas de monte bajo y encinas.

Hacia mucho calor. El grupo se iba alargando, algunos nos íbamos quedando rezagados, junto con un compañero tuve que parar en varias ocasiones, yo me mareé y a él se le sobrecargo la rodilla. En uno de estos descansos a la sombra, vimos que venia nuestro amigo que se había indispuesto en el cañón. 

Reposamos algo más. Habíamos intentado contactar con los que iban en cabeza pero no había cobertura. Antonio lo hizo con los walkie talkie, ¡qué importante es llevar estos aparatos!. 

Teníamos que llegar al cruce con el cordal de la Espemada. Aunque no está permitido circular a los vehículos no autorizados por las vías pecuarias, debido a nuestra indisposición Carlos R fue a buscarnos. Vaya alivio, nos quitó un buen trecho. Después comunicó al ayuntamiento de Colmerarejo este incidente para evitar que le multasen.

En la cafetería de la universidad repusimos energía. Alguno brujulearon por las aulas bajo la mirada asombrada de algunos estudiantes. ¡Quien pudiese volver a la edad juvenil y sentarse en estos bancos!. Aunque ¿volveríamos a elegir los mismos estudios?, tal vez no.

La época primaveral es un buen momento para hacer esta ruta, la vegetación está exuberante, a lo lejos se pueden ver montañas nevadas, pero las condiciones climáticas pueden cambiar una ruta teóricamente sencilla.

Qué difícil es poner una nota a la ruta, hay que valorar muchos factores. En general le daré una puntuación de 4.
Flor Valverde