miércoles, 24 de septiembre de 2025

Excursión 875: Cerro de San Pedro y Dehesa de Navalvillar

FICHA TÉCNICA
Inicio: Colmenar Viejo 
Final: Colmenar Viejo
Tiempo: 4 a 5 horas
Distancia: 14,2 Km 
Desnivel [+]: 532 m 
Desnivel [--]: 532 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas/Agua: No/No
Ciclable: No
Valoración: 
Participantes: 34

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta



















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














miércoles, 17 de septiembre de 2025

Excursión 874: La Maliciosa desde La Barranca

FICHA TÉCNICA
Inicio: La Barranca 
Final: 
La Barranca 
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 10,6 Km 
Desnivel [+]: 849 m 
Desnivel [--]: 849 m
Tipo: Circular
Dificultad: Alta
Pozas/Agua: No/Sí
Ciclable: No
Valoración: 4
Participantes: 25

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RESUMEN
El punto de encuentro para la excursión de hoy es el aparcamiento de la Barranca. La propuesta en la convocatoria de Antonio para la excursión de este día, ha sido La Maliciosa por la fuente de la Campanilla, a las 10 de la mañana.

Parece que algunas y algunos de los fuertotes del grupo han sugerido a Antonio hacer alguna subida que requiera mayor esfuerzo, y él como siempre previsor y para contentar a todos, ha preparado otra ruta para los blanditos.

En esta otra ruta se trataba de caminar hacia el mirador de las Canchas partiendo también del aparcamiento de La Barranca.

Comenzamos a caminar todos juntos hacia la fuente de la Campanilla, por la pista que se adentra en el valle, con día soleado y de momento con buena temperatura.

Vemos a nuestra derecha el embalse del pueblo de Navacerrada y a continuación el del Ejército del Aire, construido en los años 50 para abastecer de agua potable al sanatorio de tuberculosos.

Comentamos que no tenía tanta agua como en otras ocasiones, el río Navacerrada del cual se alimenta debe llevar poco caudal.

Dejando la pista principal, tomamos un desvío a nuestra derecha cruzando el río para iniciar la senda Alakan, llegando al camino principal que nos lleva al monumento conmemorativo de granito que indica la puerta de La Maliciosa. Nos encontramos con indicaciones hacia el mirador de las Canchas, el Ventorrillo, la Barranca, collado del Piornal y pico de la Maliciosa.

Seguimos camino hacia la fuente de la Campanilla, recibe este nombre porque hay un hueco en su roca con una campana, la leyenda dice que si la tocas o bebes del agua de la fuente, regresarás a visitar el lugar (tocamos y bebimos).

Llega la hora de la verdad, los valientes hacia la Maliciosa y los menos valientes hacia el mirador de las Canchas. Yo, como me siento fuerte y en forma, me voy con los menos valientes. No sin antes hacernos la foto de grupo.

Rumbo al mirador por la pista forestal que es ancha y cómoda, cruzamos el arroyo Regajo del Pez y el de Peña Cabrita, ambos arroyos conforman el río Navacerrada.

Divisamos una cresta de rocas, conocida como Cuerda de las Cabrillas, a continuación vemos La Maliciosa, nos acordamos de nuestros compañeros y el gran esfuerzo que están realizando.

El camino nos exige el último achuchón por la pronunciada subida. Llegamos al mirador de las Canchas, desde aquí divisamos el telesilla de Navacerrada y las antenas de la Bola del Mundo.

Como siempre cuando estás arriba ves que mereció la pena subir, las vistas son espectaculares. Buscamos una sombrita para dar buena cuenta de nuestro bocata porque el sol ya se hacía notar.

Comenzamos la bajada desviándonos a la izquierda, llegando a la explanada donde estuvo el Hospital Real Sanatorio de Guadarrama, también conocido por ser escenario de la película de “La noche de Walpurgis”. Este sanatorio fue demolido en la década de 1990, fue centro de tuberculosos y después un psiquiátrico.

No falta la leyenda de los fantasmas que se quedaron por allí y que en la noche te acompañan en el camino. Actualmente a este lugar se le conoce como el mirador de Walpurgis.

Bajamos por la senda de La Barranca, también llamada senda Ortiz, el camino en general está en buenas condiciones, pero encontramos tramos con algo más de dificultad, hay bastantes piedras y raíces.

Caminamos junto al arroyo del Chiquillo, y rodeados de un mar de helechos llegamos al final del camino que termina en la pista ancha que tomamos esta mañana.

Pasamos el área recreativa Pino a Pino y al llegar a la Casa de Guías nos sentamos en las mesas de granito que hay junto a ella, ideales para comer y descansar.

Terminada la comida y la animada charla, bajamos hasta el aparcamiento para dar por finalizada nuestra excursión, a la espera de que nuestros compañeros terminaran la suya. 

De esta otra, Paco Nieto me contó que desde la fuente de la Campanilla subieron por el PR-M 26, junto al arroyo del Regajo del Pez, hasta el collado del Piornal, después de contemplar la fuente del Cancho Negro.

Allí conectaron con el PR-M 16 hasta alcanzar los 2.227 metros del vértice geodésico que corona la majestuosa cumbre de La Maliciosa.

Tras contemplar las estupendas vistas que desde allí se tienen, iniciaron el descenso, que para no repetir recorrido, sugirió Paco Nieto hacerlo por la Ventana de la Maliciosa. Senda con más alicientes y mejores vistas que las de la arisca senda por la que habían subido.

Algunos me comentaron que el sendero se vuelve más exigente al alcanzar los Riscos de la Maliciosa y la ladera Este de las Buitreras.

El paso por la curiosa abertura rocosa de la Ventana, que surge de la nada, compensó el esfuerzo.

Continuaron por el Collado de la Tijerillas y buscaron más emociones descendiendo por el Paso Cagalera, donde se puso a prueba la falta de vértigo del personal, aunque a alguno hubo que darle un empujoncito de ánimo para que se decidiera a bajar por la temible escalera.

Por una senda paralela a la Alakan, pero a mayor altura que ésta, regresaron a la Barranca, tras cruzar el arroyo de la Maliciosa y la presa del Ejército del Aire.

Al llegar al aparcamiento cogimos los coches y nos fuimos a celebrarlo a un bar de la plaza del pueblo de Navacerrada.

Por el agradable paseo, por la buena temperatura y por la inmejorable compañía, a esta excursión le otorgo cuatro sicarias
Francisco Rodríguez

miércoles, 10 de septiembre de 2025

Excursión 873: Navares de Enmedio y Cueva de los Relaños

FICHA TÉCNICA
Inicio: Navares de Enmedio 
Final: 
Navares de Enmedio
Tiempo: 3 a 4 horas
Distancia: 12.1 Km 
Desnivel [+]: 262 m 
Desnivel [--]: 262 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas/Agua: Sí/Sí
Ciclable: Sí
Valoración: 4,5
Participantes: 28

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RESUMEN
Un miércoles más el GMSMA se reúne para hacer una nueva ruta, en esta ocasión con inicio en Navares de Enmedio, el pueblo donde nací y crecí.

La cita fue a las 11 de la mañana, aunque Enrique, Choni, Alejandro y Carmen llegaron a las 9 para ayudar a Mayte (mi mujer) a terminar de colocar las mesas y todo lo necesario para la comida, que tendría lugar al finalizar la marcha.

Enseguida se hicieron las 11, y mientras Mayte se quedó terminando los preparativos, nosotros nos unimos al grupo en la plaza de la Iglesia.

El tiempo parecía que nos iba a complicar la marcha, paraguas y cazadoras impermeables daban cuenta de ello, suerte que al final solo fue una leve lluvia, sin mayores consecuencias.

Después de los pertinentes saludos, iniciamos el recorrido con dirección al camino del Alto del Monte, un servidor en bicicleta debido a la dificultad para andar por un problema de artrosis. 

Enseguida terminamos la empinada cuesta para alcanzar el bonito altiplano; desde este lugar, se pueden divisar unas preciosas vistas con un ángulo de 360º.

En nuestro frente, el camino serpenteante que nos conducirá al monte de Ayuso, y al fondo tierras de Soria, girando a la derecha, toda la Sierra de Abajo (límite de Segovia con Madrid) que este grupo tan bien conoce.

En la zona más baja y cercana, Navares de Ayuso, continuando hacia la derecha, Navares de Enmedio, destacando su torre y álamos con bonitos colores verdes que pronto se transformarán en los típicos colores otoñales.

Al fondo tierra de las Pedrajas y Sepúlveda, éstas son muy pedregosas, donde abundan las plantas de tomillo de tan agradable olor, y que dan el gusto a la buena carne de los corderos de la zona. A lo lejos, tierras de Valladolid, un último giro a la derecha nos permite divisar la Sierra de Arriba o Sierra de la Serrezuela, con los molinos eólicos, lindando con la provincia de Burgos.

En las zonas más cercanas a nuestros pies, tierras con colores cálidos, pertenecientes a esta época del año, como los amarillos de los rastrojos o las tierras marrones rojizas, y los tonos grises de las piedras calizas, contrastan con el cielo, de nubes blanquecinas y grisáceas, sobre un fondo azul celeste claro.

Una pequeña bajada nos conduce al Vallejo de la Ren, ya en lo alto, tomamos un camino que nos conduce a la charca de La Laguna, con esperanza de verla con agua.

Desafortunadamente, nos la encontramos seca, con su fondo arcilloso cuarteado por la sequía, nunca la había visto sin agua. En sus alrededores, muchas plumas de buitres de cuando venían a beber agua antes de que ésta se consumiese.

Abandonamos la charca de La Laguna para continuar, cruzamos campo a través hacia el arroyo de Santa María de Los Regueros, para alcanzar de nuevo el camino de Corralejo.

En una pequeña cuesta del camino, en su lateral, tomamos el tentempié de media mañana (Ángelus). En esta zona conocida como las Pedrajas, en dirección a Navares de las Cuevas.

Hace unos 40 años, recuerdo haber visto cómo las máquinas que hacían las calles para plantar los pinos, (los que cuando llega la temporada, producen abundantes níscalos) levantaban las piedras, y se encontraban con la sorpresa de que muchas de ellas eran fósiles marinos de coral, pero se hizo caso omiso de este importante hallazgo; en cambio en El Valle de Tabladillo, si se han considerado y se hacen rutas geológicas muy interesantes. 

Reanudamos la marcha y al borde del camino nos encontramos con la valla que limita el monte de Ayuso, y por una cancela nos adentramos en este por un valle que nos da acceso al arroyo de la Vega.

En este pequeño tramo nos encontramos con un boletus de color blanco sucio, que al cortarlo azulea como el Boletus satanás, según Ángel su nombre es Boletus radicans, no comestible.

En cualquier caso. Lo que sí que nos enseña esta variedad y la de otros boletus es que para que salgan es tan importante la temperatura (entre 4º y 20º) como la humedad, que en esta ocasión hemos visto que es muy escasa.

Alcanzando el arroyo de la Vega, realizamos un giro a la izquierda para tomar el camino paralelo al arroyo. En apenas 200 metros, alcanzamos la señal de unas piedras y un roble al borde del camino donde nos reagrupamos, y después de aparcar la bicicleta, emprendemos la marcha ascendiendo una ladera empinada, para alcanzar la cueva de los Relaños, que se encuentra a unos cien metros.

A pesar de haber ido muchas veces, la frondosidad de jaras y robles me hicieron dudar del lugar donde se encontraba.

Nuevo reagrupamiento para no perdernos en la espesura del monte, y en apenas veinte metros más adelante, en una zona más despejada, por fin encontramos la cueva.

El acceso no es muy fácil, pero los que se atrevieron a hacerlo comprobaron la curiosidad de su interior, más grande de lo que parece desde fuera. Gracias a la luz que se filtra por uno de los huecos del techo, nos permitió hacer bonitas fotografías.

Ya toca el regreso a Navares, volvemos a tomar el camino paralelo al arroyo, en dirección a la charca de la Cuburrilla.

En este trayecto, encontramos endrinos con abundantes frutos ya maduros; con ayuda de unos cuantos, Choni consiguió recoger las 111 endrinas necesarias para que, mezcladas con un litro de aguardiente dulce, en medio año de maceración conseguir un exquisito pacharán, cuando este coge su color las endrinas se tienen que retirar.

Cruzamos el arroyo, y una pequeña cuesta en la ladera del monte, nos lleva a la charca de la Cuburrilla, esta si con agua. En su lateral, José María nos hizo la foto de grupo con gran éxito, a pesar de las dificultades para clavar la vara que sujeta la cámara, por la sequedad del terreno.

Ahora toca salir del monte por una nueva cancela en el camino de Los Palomares, donde pudimos ver campos de girasoles, a punto de ser cosechados, que ya han perdido su belleza de flores amarillentas mirando al sol, sólo algunos más pequeños, y que nacieron más tarde, nos permiten disfrutar de la belleza de sus pétalos amarillos.

En una tierra abandonada, nos sorprendieron unas plantas rastreras con frutos parecidos a pequeñas sandías, con espinas de nombre Cucumis myriocarpus, de nombre vulgar Sandía espinosa o amarga, catalogada como maleza nociva e invasora. Un poco más adelante descubrimos unos almendros con sus frutos ya listos para su consumo.

Descendemos la cuesta de Los Palomares para entrar en Navares de Enmedio, junto a la cerca del jardín. Cruzamos la plaza de abajo y llegamos al horno de mi hermana Rosi, donde nos esperaban los cuartos de cordero lechal asados en horno de leña y cazuelas de barro.

Con la ayuda de 14 senderomagos, los trasladamos a la nave de la huertona, para degustarlos con unos exquisitos entrantes: empanadas, aceitunas variadas, patatas fritas y ensaladas acompañados con vino de Ribera de Duero, cervezas fresquitas y alguna Coca-Cola, para terminar, unos exquisitos cafés y pastas variadas que nos tenía preparados Mayte. Para finalizar, la entrega de estrellas en un acto muy emotivo, por parte de Antonio, con ayuda de Leonor y Marcos.

En resumen, una bonita jornada, de unos 12 kilómetros y casi 300 metros de desnivel, en muy buena compañía. Valoración 4,5 sicarias. ¡Hasta la próxima excursión!
Marcos Cid Martín

FOTO REPORTAJES